EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES

Evaluación de los Aprendizajes

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EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES by Mind Map: EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES

1. Diferentes Conceptos

1.1. La evaluación es percibida por distintos autores como: 1. Juicio sobre la calidad 2. Un modo sistemático de examinar temas importantes. 3. Una actividad diaria que llevamos a cabo siempre que tomamos una decisión. 4. En educación se asocia, algunas veces, a exámenes y se refiere de manera restringida a los resultados de los alumnos. 5. Un instrumento constructivo para llevar a cabo mejoras e innovaciones. 6. una actividad destructiva que amenaza la espontaneidad y paraliza la creatividad. 7. Una determinación de los méritos y los defectos.

2. La dirección hacia la que se mueve actualmente el pensamiento educativo es consecuencia de una serie de tendencias

2.1. Progresiva ampliación de su caracterización

2.1.1. 1) el interés estrictamente metodológico por tener un mejor dominio de las experiencias de aprendizaje de los alumnos; 2) una concepción humanista de la educación que, aplicada al tema de la evaluación, propone no solo abandonar la rigidez en las evaluaciones y la transformación de la evaluación en un proceso de enseñanza–aprendizaje (evaluación continua), sino que procura una relación más humana con el alumno, un "más amplio y mejor conocimiento del alumno"; y 3) cierta ideología de control que se ha apoderado de todo el sistema y lleva a proponer modelos más completos de evaluación, abarcando cada vez más variables a ser consideradas en los procedimientos de evaluación

2.1.2. Las consecuencias: 1) las implicaciones éticas que puede tener un conocimiento de aspectos personales de los alumnos en los mecanismos de control escolar, si no va unido a una maduración general del pensamiento del profesor y a una transformación profunda de las prácticas pedagógicas. 2) llevan a introducir criterios borrosos en la apreciación de los rendimientos y de las realidades educativas, que son de difícil constatación. 3) se observa una potencial división de la función educativa y una cierta desprofesionalización de los profesores, al tratarse de una tecnificación modélica que escapa de su competencia, demandando la intervención de "nuevos profesionales no–docentes". 4) Se puede apreciar históricamente, un incremento de forma progresiva en los momentos y esfuerzos dedicados a la evaluación más que en las otras funciones pedagógicas, esto debido a que .últimamente se ha insistido mucho en la evaluación continua y bastante menos en las condiciones de trabajo de los profesores y en el cambio necesario de sus esquemas mentales mediadores.

2.2. Replanteamiento metodológico

2.2.1. El objeto de la evaluación se amplia y se pugna porque sea holística, apegada a los contextos reales de actuación del alumno (evaluación autentica de aula), diseñada y desarrollada por el profesor.

2.3. Cambio en las concepciones y relaciones pedagógicas

3. Funciones de la evaluación

3.1. Scriven (1967) fue el primero en establecer la distinción entre evaluación formativa y sumativa para referirse a las dos principales funciones de este proceso. Más tarde Stufflebeam (1972), refiriéndose a esas mismas funciones, sugirió la distinción entre evaluación proactiva, que sirve a la toma de decisiones, y retroactiva, que sirve para delimitar responsabilidades. As€ pues, en su función formativa la evaluación puede utilizarse para la mejora y el desarrollo de una actividad (o programa o producto, etcétera) que se está llevando a cabo. En su función sumativa, puede emplearse para la rendición de cuentas, para certificar o para seleccionar.

4. Cultura de la evaluación

4.1. Puede ser definida en función de dos factores: contenido y forma. El contenido se compone de aquello que piensan, dicen y hacen sus miembros; se trata de las creencias, valores, hábitos y modos de hacer, asumidos por los equipos de profesores,. La forma consiste en las pautas de relación entre los miembros que comparten dicha cultura.

5. El profesorado y la evaluación

5.1. La evaluación formativa bien diseñada puede proveer a los estudiantes una esencial retroalimentación e informar a los profesores acerca de la calidad de su enseñanza, identificando los conceptos que los estudiantes dominan y los que aún les faltan por aprender

5.2. Generalmente se parte de una premisa falsa que consiste en dar por sentado que cualquier individuo, por el simple hecho de ser profesor, está capacitado para evaluar el aprendizaje de los alumnos y que para ense.ar no se necesita tener una formación específica porque es algo sencillo y cualquiera que tenga buena disposición y entusiasmo puede hacerlo. esto

5.3. Tanto la enseñanza como la evaluación son procesos complejos, y para ense.ar y evaluar más o menos razonablemente se requiere el dominio de un conjunto de conocimientos propios del campo así como de capacidades personales.

5.4. La evaluación es una llave que cierra y abre oportunidades en la vida, por las profundas consecuencias que tiene para los individuos exige del docente –como evaluador–responsabilidad .tica y moral a toda prueba (House y Howe, 2001); si él no goza de autoridad moral, el proceso se desvirtuar. y no ser. cre.ble, poniendo los resultados bajo sospecha. Desafortunadamente, lo anterior ocurre en muchas de nuestras aulas, pues una queja bastante común entre los alumnos suele ser que algunos profesores muestran preferencias por algunos, lo que consideran influye en los resultados y las calificaciones que les otorgan.

6. Comentarios

6.1. Pese a que hoy en día contamos con enfoques de enseñanza y de aprendizaje más amplios e integrales, la rigidez de la evaluación –que sigue centrada en los exámenes y restringida a los resultados de los alumnos– se niega a ceder su paso a una evaluación formativa y continua, lo que evidencia que las tendencias teóricas y metodológicas actuales en este campo van por un sendero y las prácticas por otro muy distinto.

6.2. Hace falta más que cambios en el discurso y la legislación. En este escenario es difícil que la evaluación pueda ser empleada como un instrumento constructivo para la mejora y la innovación, pues continúan potenciándose sus rasgos menos deseables, como son la fiscalización y el control.

6.3. El examen tradicional sigue siendo la técnica de evaluación per excellence y aunque se incluyen otros elementos, en todo caso, estos tienen siempre un menor peso en la calificación global. El profesorado continúa empleando la evaluación en el aula como un mecanismo de control del comportamiento de los alumnos (lo que genera conflictos y enfrentamientos con ellos) quienes, en general, asumen una postura pasiva y poco crítica.

6.4. Si recocemos que la evaluación no es algo esporádico sino una práctica habitual del profesorado, la mejora de la evaluación, entonces, pasa necesariamente por prestar especial atención a la formación del docente para habilitar al profesorado con los conocimientos y capacidades que le permitan hacer de la evaluación un proceso sistemático, formativo y crítico. Pero también hay que reconsiderar la cultura escolar, los contextos y las condiciones laborales del profesorado, pues sus posibilidades de cambio dependerán de los apoyos y estímulos con los que cuente.

7. Formas de evaluación

7.1. Hoy todos los intentos pedagógicos en la educación se vuelcan por desarrollar una evaluación cooperativa, “...con lo cual se amplía el sujeto evaluador, en cuanto procura que participen en esta tarea todas las personas que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

7.1.1. Heteroevaluación

7.1.1.1. Es la evaluación que realiza el docente al estudiante. Es un proceso importante dentro de la enseñanza, rico por los datos y posibilidades que ofrece y complejo por las dificultades que supone el enjuiciar las actuaciones del estudiante, más aún cuando éstas se encuentren en momentos evolutivos delicados en los que un juicio equivocado, “injusto”, poco sopesado, puede crear actitudes de rechazo (hacia el estudio, hacia la sociedad) en el alumno

7.1.2. Coevaluación

7.1.2.1. “Es la que se realiza cuando un grupo expresa las valoraciones de los trabajos de alguno de sus miembros o del grupo en su conjunto” (Ramo y Gutiérrez, 1995). Esta forma evaluativa responde a la idea de que del mismo modo de que se potencian el trabajo en grupo y el trabajo en equipo, se deben buscar formas de evaluación grupal.

7.1.3. Autoevaluacón

7.1.3.1. Es la que se practica el propio agente, adoptando una actitud crítica personal” (Ramo y Gutiérrez, 1995). En otras palabras, es la forma de evaluación por medio de la cual el sujeto juzga sus propios conocimientos actitudes, habilidades y destrezas.

7.2. Según Santibáñez (2000), que los alumnos ejerciten su propia evaluación (autoevaluación) y la evaluación de sus condíscipulos (coevaluación) les permitirá verificar formativamente sus vacíos, errores, dificultades y progresos encontrados en el camino que deben recorrer para lograr los aprendizajes esperados. Así el estudiante aprenderá a no estar siempre dependiendo del docente para analizar, interpretar y juzgar los temas abordados en cada clase, sino que se capacitará para tomar conciencia, reconocer, aceptar y valorar, con argumentos fundados, honestos y responsables, la calidad y de su desempeño y el de sus pares.