MANUALES DIAGNÓSTICOS Y ESTADÍSTICOS DE TRASTORNOS MENTALES

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MANUALES DIAGNÓSTICOS Y ESTADÍSTICOS DE TRASTORNOS MENTALES by Mind Map: MANUALES DIAGNÓSTICOS Y ESTADÍSTICOS DE TRASTORNOS MENTALES

1. DSM-I (1952)

1.1. apareció como una recopilación del IDC-4 (1948) y de la mano de dos personalidades Meyer (psiquiatra organicista) y Menninguer (psicoanalista) además de la colaboración de los psiquiatras del Ejército y los médicos del NIMH

1.1.1. El primer DSM tuvo una acogida fría y un uso limitado. Un estudio, sobre el consenso diagnóstico de los que lo utilizaban, mostró que era alto para las psicosis con base orgánica, pero malo en otras categorías (Smith y Fonda, 1952).

1.1.1.1. Las críticas menudearon desde la Psicología, por ausencia de criterios y el uso de etiquetas diagnósticas sin que hubiese una identidad en los conceptos, tal como señalaron H.J.Eysenck (1952) y R.B.Cattell 1957).

1.1.1.1.1. Spitzer & Endicott que trabajaban en DIAGNO, (1968), un sistema de diagnostico informatizado encontraron graves problemas en el uso del DSM y así Endicott, Guze, Klein, Robins and Winokur asumieron la tarea de revisar el manual del DSM-I para mejorar la siguiente edición

2. DSM-II (1968)

2.1. Un año después del IDC-8 (1967). La revisión limitó la influencia de Meyer, mientras creció la influencia del psicoanálisis y los neokrapelianos que juntos podían extender su uso por profesionales. Supuso la novedad de aplicar el modelo médico a los síndromes mentales haciendo clusters sintomáticos.

2.1.1. Se intentó confluir con el IDC-8, pero, lejos de conseguirse, las diferencias se ahondaron; de hecho el DSM-II incluyó 39 categorías más que el IDC-8. Hubo también discusiones sobre terminología especialmente en esquizofrenia. Nadie quedó satisfecho. Así que un año después de su aparición comenzó su revisión.

3. DSM-III (1980)

3.1. Los objetivos eran: a) expandir el uso del DSM a todos los profesionales, b) diferenciar los niveles de severidad de los trastornos, c) mantener la compatibilidad con ICD-9, editado en1978, d) establecer criterios diagnósticos con bases empíricas e) evaluar las quejas emitidas por profesionales y pacientes representativos (Millon, 1996). Entre 1977 y 1979 el borrador fue enviado a expertos y profesionales para su estudio, en orden a considerar la necesidad o conveniencia de incorporación de sugerencias.

3.1.1. Los ejes incorporados han sido los siguientes: I Síndromes clínicos, II Problemas de desarrollo infantil y trastornos adultos, III Trastornos con causa orgánica, IV Intensidad y severidad de los estresores psicológicos, y V Adaptación del paciente en el último año.

3.1.1.1. A pesar de que el DSM-III continuó siendo a teórico, se mantuvo muy fiel al fisicalismo, aunque se notó la participación de los psicólogos en su confección. Se le criticó el haber incluido demasiadas categorías (265) y especialmente los psicoanalistas protestaron por la ausencia de un eje que incluyese mecanismos de defensa y funciones del ego. Se produjo un cambio de la terminología: las «neurosis» pasaron a llamarse «trastornos de ansiedad»

4. V. DSM-III-R (1987)

4.1. Esta revisión la hizo también el grupo de Spitzer y consistió en la reorganización de algunas categorías (trastornos afectivos, hiperactividad). y mejoras en el Eje IV y la inclusión en el Eje V de un índice que permite precisar el grado de adaptación del paciente (Global Assessment of Relational Functioning, GARF) . Esta revisión logró un gran impacto y el uso del DSM se generalizó

5. DSM-IV (1994)

5.1. En esta ocasión, el grupo de trabajo lo dirigió Allen Frances en colaboración con muchos grupos internacionales que cuidaron su compatibilidad con el IDC (Widigeret al., 1994).

5.1.1. Los objetivos de la revisión fueron: a) brevedad de criterios; b) claridad de lenguaje; c) declaración explícita de constructos; d) recolección de datos empíricos recientes (Spitzer et al., 1994); e) coordinación con ICD-10.

5.1.1.1. El DSM-IV hace cambios los trastornos mentales orgánicos desaparecen y se incorporan nuevos como ‘trastornos de la alimentación’, ‘delirio’, ‘demencia’ y ‘amnesia’,‘trastornos cognitivos’ y ‘trastornos del desarrollo severos’, (síndrome de Rett, síndrome de Asperger’). También fueron remodelados los trastornos sexuales infantiles.

5.1.1.1.1. En el eje IV, se incluyeron muchos más acontecimientos estresantes, y se transformo en el V, el número de escalas para evaluar la desadaptación (Social and Occupational Functioning Assessment Scale, SOFAS) y Global (Assessment of Relational Functioning, GARF).

6. DSM-IV-TR (2000)

6.1. La última edición del DSM ha sido llevada a cabo por un grupo de trabajo liderado por A. Frances y un prestigioso grupo de expertos para cada una de las secciones del manual. Las secciones permanecen y se han añadido párrafos de clarificación, como el uso del juicio diagnóstico, y las categorías diagnósticas. Se ha aumentado las instrucciones para cumplimentar el GAF.

6.1.1. Se han añadido algunas precisiones en los trastornos infantiles como en el Trastorno de Déficit de Atención/ Trastorno de Hiperactividad respecto a sus subtipos, sobre la prevalencia de los Trastornos de Comunicación, Separación, Alimentación y Pica, sobre el comienzo del Autismo y algunas alteraciones genéticas del de Rett y aspectos diferenciales del de Asperger. Se añaden varios retoques sobre los Tics.

6.1.1.1. En esta edición se recogen 404 códigos diferentes, lo que indica una remodelación hacia el alza. Hay nuevos códigos para la Demencia. En general se han añadido en todas las perturbaciones los nuevos datos sobre causas físicas que aparecen en la investigación reciente. En una parte de los trastornos se han hecho precisiones sobre prevalencias y se han añadido subgrupos en casi todas las categorías, es decir se siguen incorporando datos de la investigación.

7. 10 DATOS SOBRE LA SALUD MENTAL

7.1. Se calcula que aproximadamente el 20% de los niños y adolescentes del mundo tienen trastornos o problemas mentales

7.1.1. Cerca de la mitad de los trastornos mentales se manifiestan antes de los 14 años. En todas las culturas se observan tipos de trastornos similares. Los trastornos neuropsiquiátricos figuran entre las principales causas de discapacidad entre los jóvenes. Sin embargo, las regiones del mundo con los porcentajes más altos de población menor de 19 años son las que disponen de menos recursos de salud mental. La mayoría de los países de ingresos bajos y medios cuenta con un solo psiquiatra infantil por cada millón a cuatro millones de personas.

7.2. Los trastornos mentales y los trastornos ligados al consumo de sustancias son la principal causa de discapacidad en el mundo

7.2.1. Los trastornos mentales y los trastornos ligados al consumo de sustancias son la causa de cerca del 23% de los años perdidos por discapacidad.

7.3. Cada año se suicidan más de 800 000 personas

7.3.1. Cada año se suicidan más de 800 000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad. Hay indicios de que por cada adulto que se suicida hay más de 20 que lo intentan. El 75% de los suicidios tienen lugar en países de ingresos bajos y medios. Los trastornos mentales y el consumo nocivo de alcohol contribuyen a muchos suicidios. La identificación precoz y el tratamiento eficaz son fundamentales para garantizar que estas personas reciben la atención que necesitan.

7.4. La guerra y las catástrofes tienen efectos importantes en la salud mental y el bienestar psicosocial

7.4.1. La incidencia de los trastornos mentales tiende a duplicarse después de las emergencias.

7.5. Los trastornos mentales figuran entre los factores de riesgo importantes de otras enfermedades y de lesiones no intencionales o intencionales

7.5.1. Los trastornos mentales aumentan el riesgo de contraer otras enfermedades como la infección por VIH, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes, y viceversa.

7.6. La estigmatización y la discriminación de que son víctimas los enfermos y sus familiares disuaden a los pacientes de recurrir a los servicios de salud mental

7.6.1. La ignorancia y la estigmatización que rodean a las enfermedades mentales están muy extendidas. Pese a disponer de tratamientos eficaces, existe la creencia de que no es posible tratar los trastornos mentales, o de que las personas que los padecen son difíciles, poco inteligentes o incapaces de tomar decisiones. Esa estigmatización puede dar lugar a malos tratos, rechazo y aislamiento, y privar a las personas afectadas de atención médica y apoyo. Dentro del sistema de salud, es muy frecuente que esas personas reciban tratamiento en instituciones que se parecen más a almacenes humanos, que a lugares para curarse.

7.7. En la mayoría de los países son frecuentes las denuncias de violaciones de los derechos humanos de las personas con discapacidad mental o psicológica

7.7.1. Esas violaciones incluyen la coerción física, la reclusión y la privación de las necesidades básicas y la intimidad. Pocos países cuentan con un marco legal que proteja debidamente los derechos de las personas con trastornos mentales.

7.8. Existen grandes diferencias en el mundo en la distribución de profesionales competentes en atención de salud mental

7.8.1. La escasez de psiquiatras, enfermeras psiquiátricas, psicólogos y trabajadores sociales son algunos de los principales obstáculos que impiden ofrecer tratamiento y atención en los países de ingresos bajos y medios. Los países de ingresos bajos cuentan con 0,05 psiquiatras y 0,42 enfermeras psiquiátricas por cada 100 000 habitantes, mientras que en los países de ingresos altos la tasa de los psiquiatras es 170 veces mayor y la de las enfermeras es 70 veces mayor.

7.9. Para que aumente la disponibilidad de servicios de salud mental, hay que superar cinco obstáculos clave

7.9.1. Para que aumente la disponibilidad de servicios de salud mental, hay que superar cinco obstáculos clave: la no inclusión de la atención de salud mental en los programas de salud pública y las consiguientes consecuencias desde el punto de vista de la financiación; la actual organización de los servicios de salud mental; la falta de integración de la salud mental en la atención primaria; la escasez de recursos humanos para la atención de salud mental; y la falta de iniciativa en el terreno de la salud mental pública.

7.10. Los recursos financieros que se necesitan para que aumenten los servicios son relativamente modestos

7.10.1. Los gobiernos, los donantes y los grupos que representan a los agentes de salud mental, los enfermos mentales y sus familiares tienen que trabajar de consuno para que aumenten los servicios de salud mental, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios. Los recursos financieros que se necesitan son relativamente modestos: US$ 2 por persona y año en los países de ingresos bajos y US$ 3 a 4, en los de ingresos medios.