ANÁLISIS DE LAS DIFICULTADES DE LOS UNIVERSITARIOS EN LA LECTURA Y ESCRITURA

1. UTFHTFHFHGFGH

1.1. JHGFHFHFHFHG

1.2. YTUYTTUYTUYTUY

1.3. HGHGFGFDGDGFG

2. Los universitarios cuando revisan sus textos escogen o se inclinan por conservar las ideas que ellos contienen desde el principio, y aunque los revisen, sólo modifican aspectos de superficie. Este punto es bastante similar al tercer punto, ya que radica en el mismo problema, en la construcción de un único texto por parte del estudiante y que solo se corrige someramente para cambiar aspectos como la ortografía, la puntuación o algunos sinónimos, en ningún caso consideran la revisión como una actividad en la cual es posible modificar y desarrollar perspectivas y nociones. Lo consideran solo un proceso de corrección para subsanar errores.

2.1. la unidad de análisis que perciben los estudiantes al revisar su escritura son las palabras o las frases, pero no el texto en su conjunto

2.2. Para los estudiantes escribir es traducir: el pensamiento en lenguaje, el habla en prosa escrita. En este intento de traducción, “existe un texto original que no necesita ser descubierto o trabajado, sino simplemente comunicadO

2.3. Keith Hjortshoj se refiere a la prematura solidificación de los escritos estudiantiles, manifestando que desde la perspectiva del que escribe, todo texto “fragua” en algún punto del proceso, endureciéndose como cemento, Los escritores más experimentados dilatan este punto de solidificación y reconsideran y revisan a fondo su trabajo antes de dar por terminado un primer borrador, sin embargo, los estudiantes tienden a “fraguar” su texto desde que este “toca el papel”. Este endurecimiento temprano de un texto inmaduro es lo que lleva al que escribe a revisarlo y a cambiarlo sólo en su superficie y línea a línea, no globalmente

3. RTHRHRRHGRHGRG

3.1. UGFGHFJHGFJH

3.2. HGFHHFH

3.3. TRTYRYY

4. En general los universitarios recopilan bibliografía y leen hasta casi el último momento, sin empezar a poner por escrito sus primeros pensamientos, sus ideas emergentes, o las distintas perspectivas desde las cuales se producirá su texto. Finalmente al llegar la fecha de entrega, ya no hay tiempo de repensar lo escrito para independizarse de lo leído, por lo que a falta de un enfoque propio, escriben basándose de acuerdo al punto de vista de las fuentes consultadas. Por lo que el “problema” radica en el manejo de tiempo, ya que el error va orientado hacia el espacio que dedican los estudiantes a la escritura de su texto y a la constante postergación de este hecho. El estudiante dedica mucho más a la investigación y lectura, acumulando conocimientos sin plasmar nada en el papel, y en el momento de empezar a escribir, disponen de tan poco tiempo y de tanta confusión de ideas y pensamientos que terminan basando su producción en notas textuales de diferentes autores. Que en una escritura más personal y con ideas propias

4.1. Dilación del momento en que se empieza a escribir. Muchos universitarios recopilan bibliografía y leen, sin empezar a poner por escrito sus pensamientos, ideas o perspectivas emergentes

4.2. La dilación ha sido descrita como producto de la angustia paralizante frente a la página en blanco. Rienecker (2003) plantea entenderla también como muestra de la inseguridad acerca de los estándares que se esperan del escrito, del desconocimiento de los criterios con los que será tratado, es decir, como resultado de una representación de la tarea, equivocada, vaga o ausente.

4.3. El estudiante dedica mucho más a la investigación y lectura, acumulando conocimientos sin plasmar nada en el papel.

5. Los alumnos no suelen escribir con conciencia del lector, revisar sustantivamente lo escrito transformando el saber de partida, darse tiempo para armar y desarmar textos y pensamientos, tolerando la angustia de la indefinición por lo que todavía no está construido, postergando la fragua de lo escrito pero empezando temprano a ensayar y a descartar ideas con ayuda de la escritura.

5.1. Las dificultades de la enseñanza universitaria no corresponden a dificultades de escritores inmaduros, entendiéndose como inmaduros a jóvenes no adultos, faltos de inteligencia o malos alumnos (Williams y Colomb, 1990). Estas dificultades suelen aparecer en la mayoría de los universitarios de los primeros años, pero también aparecen en estudiantes más avanzados o incluso en profesionales que cursan posgrados

5.2. Los estudiantes se encuentran con una cultura desconocida, tanto en lo que hace a las prácticas de escritura, como con respecto a los marcos conceptuales de las disciplinas que cada cátedra universitaria quiere transmitir. Aunque sus escritos parezcan sólo “decir el conocimiento” ajeno, ellos como aprendices quizá están empezando a transformar el propio.

5.3. Como muchos otros diagnósticos, que se han hecho respecto a las dificultades de aprendizaje en el proceso de escritura de los estudiantes, se debe considerar que sea útil a los docentes para repensar sus propuestas de escritura y, a las instituciones para diseñar sus políticas. Que las propuestas no se vean como una queja que responsabiliza a los alumnos por lo que nadie les ha enseñado a hacer. Replantearse las preguntas ¿Saben los docentes escribir con conciencia del lector, sacar provecho de la potencialidad epistémica de la escritura, revisar lo escrito sustantivamente y empezar a escribir sin dilación? ¿Saben cómo enseñarlo a los estudiantes? ¿Saben las universidades, como instituciones, que pueden hacer algo al respecto? Por lo tanto estas no son solo dificultades de los estudiantes sino de origen de nuestra cultura académica, universitaria y preuniversitaria, que ha tendido a usar la escritura sólo en forma instrumental pero no a reflexionar sobre ella ni a darle un lugar para el aprendizaje y la producción del conocimiento