De la dificultad de usar un paraguas

1. 1. Camino bajo la lluvia como paseando, sin un rumbo fijo. Me paro en una Plaza que está casi vacía; la mayoría de los paseantes se resguardan de la lluvia en cafés y bares. Me siento en el banco menos mojado que encuentro.

2. 2. Un hombre con un piloto beige se acerca, y veo cómo los ojos se hacen chiquitos detrás de unos lentes grandes y cuadrados. De su bolsillo, saca una edición de Rayuela con unas manos exageradamente prolijas y me lo regala. Lo invito a sentarse y a compartir el paraguas, pero me dice que no, gracias. Insisto, pero en el fondo los dos sabemos que no puede quedarse: lo esperan un viaje a Brasil, un casamiento frustado, unos fumadores amigos... Se va.

3. 5. Me doy cuenta que ya hace un rato largo que estoy en la plaza, debería volver a mi casa. Empiezo a caminar y dos o tres calles más allá veo morir al hombre que me preguntó si le prestaba el paraguas. No puedo evitar sentirme culpable, y vuelvo a la plaza porque, en realidad, no sé qué hacer frente a la muerte. Mientras, la gente se amontona y llama a la policía.

4. 6. Me pregunto, ¿se hubiera salvado con mi paraguas? No creo que este plástico pare puñaladas. ¿Y si estaba escrito? Quizás sea eso, que no hay paraguas que valga. Que nos la jugamos igual todos los días. Encima ni siquiera me gustan los paraguas, son incómodos y suelo clavarselos a las personas en los colectivos. Y ya está un poco roto. Decido dejarlo en la Plaza de la Concorde, quizás alguien lo encuentre y le dé mejor uso.

5. 3. Se acerca otro hombre y me pregunta si puede sentarse. Pienso

5.1. 3.1 Si le digo que sí, va a empezar a contarme cosas que seguro pensó mientras meditaba si preguntarme si se podía sentar conmigo o no. Como si no hubiera más lugares en la plaza. Además, este paraguas es muy chico y no me gusta que la gente se me encime. Y ya le pregunté al hombre del piloto y me dijo que no.

5.2. 3.2 Si le digo que no, se va. Como si no hubiera techitos para refugiarse de la lluvia, o vendedores de paraguas.

6. 4. Le digo que no. Se va.