Jugábamos sin mirar nada más que nuestros pies.

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Jugábamos sin mirar nada más que nuestros pies. by Mind Map: Jugábamos sin mirar nada más que nuestros pies.

1. Éramos la Maga y yo, en una tarde lluviosa de invierno. En el parque, decidimos jugar a seguir a nuestros pies, cabizbajas, bajo su paraguas. La regla? Seguirlos sin mirar nada más.

1.1. Nuestros pies nos llevaron a una heladería. Pasamos, y oímos un ruido extraño.

1.1.1. Estaban robando detrás del mostrador. Salimos huyendo y no regresamos jamás

1.1.2. Estaba lleno de ratas, pero como la Maga era amiga de los animalitos, nos quedamos a contemplarlos en su apresurado andar de aquí para allá.

1.1.3. Era un niño que sollozaba detrás de unas mesas porque se había perdido de su familia. Decidí alejar a la Maga de esa situación que la tensaría.

1.2. Caminando llegamos a un bosque oscuro

1.2.1. Perdí a la Maga ese día, y jamás volví a verla. Pienso que sólo se alejó de mi jugando, pero se entretuvo con otras cosas y me olvidó. Así era la Maga.

1.2.2. Un oso nos atacó a ambas. Ella pudo huir, yo tuve que lidiar con el animal. Perdí la noción de lo que sucedía y desperté en este extraño hospital.

1.3. Fuimos a parar a la casa de un peligroso narcotraficante.

1.3.1. La Maga me había llevado ahí engañada. Sólo lloró y me pidió perdón. Aún sigo sin entender como salí de ese horrible lugar.

1.3.2. Nos dimos cuenta de que seguir a nuestros pies no era el mejor juego que habíamos inventado. Explicamos lo que sucedía a las miradas inquietantes que se dirigían a nosotras, y quien sabe como logramos que nos dejen salir.

1.4. Entramos al viejo cementerio del pueblo

1.4.1. Ella se entristeció, recordando a su hijo. Él no estaba ahí, pero el entorno le dejaba ese sabor amargo en la garganta, ese mismo sabor que había sentido cuando perdió a su criaturita.

1.4.2. Oímos ruidos muy extraños. Un punzante escalofrío recorrió mi cuerpo y en una cuestión de segundos comencé a llorar. La Maga me calmó, y salimos cuanto antes.

1.4.3. Visitamos la tumba de una vieja vecina. Recordamos las historias que nos contaba de pequeñas cuando pasábamos por su jardín. Olía a jazmín, la señora siempre olía a jazmín.