Componentes del Hardware

1. Placa madre o placa base

1.1. Aquí lo primero que hay que mirar es si está diseñada para AMD o para Intel, es lo que se conoce como el socket(es el zócalo o conexión de la placa base donde se instala el procesador). Para AMD se suele acompañar de un “AM3” y para Intel de un “LGA 1150”. Por otro lado, y dependiendo de la máquina, deberemos mirar el máximo de RAM que es capaz de soportar, la mayoría en los modelos actuales y más o menos recientes llegan hasta los 16 o 32 GB de RAM sin problema. Más detalles adicionales a observar: ¿Tiene WiFi integrado? ¿Con cuántos slot de RAM cuenta? ¿Tiene gráficos integrados (menos potentes, pero sirven para la mayoría de tareas ligeras)? ¿Qué tamaño tiene (según eso deberemos comprar una caja u otra?. Buenas marcas: Asus, Gigabyte, MSI. Más baratas: Asrock y Biostar.

2. RAM:

2.1. a más RAM, más aplicaciones abiertas podrá ejecutar la máquina sin que se detenga o se haga lenta. Para juegos lo ideal es quedarse entre 8 y 16 GB. Para edición de vídeo normalmente querremos ir lo más arriba posible. Se venden en distintas configuraciones, así que según los slots o “huecos” que tenga la placa madre para la RAM podremos combinar unas u otras. Si tiene 4, por ejemplo, podremos comprar 4 de 2GB (8 en total) o 4 de 4 (16). etc. Sobre la tecnología, la mayoría de las RAMs estándar de hoy en día utilizan DDR3 (tienen 240 pines), con algunas DDR4 (tienen un total de 288 pines) aquí y allá que, obviamente, son más caras. Si realmente vamos a realizar tareas que dependan mucho de la RAM, podemos optar por una DDR4 pero hay que ver que la placa lo soporte. Por último, la velocidad es importante en una RAM, sí, pero no tanto. Lo mejor es comprar la velocidad más alta dentro de nuestro presupuesto particular para la RAM. Marcas recomendables: Crucial, Corsair, Kingston.

3. Procesador:

3.1. Aquí realmente sólo hay dos marcas relevantes: Intel y AMD. Las ventajas y las desventajas van opuestas según uno y otro: los AMD suelen ser más baratos, pero los Intel suelen ser tener mejor rendimiento y tecnologías más avanzadas. Por otra lado, hay otros dos detalles que debemos tener en cuenta, la velocidad y el procesamiento multihilo (múltiples hilos de ejecución). A más velocidad el procesador puede realizar, operaciones más rápido, con tecnología multihilo aumenta la eficiencia. Como regla muy general: para juegos es mejor más velocidad, para edición de vídeo y otras tareas, mejor mirar el threading (consiste en crear dos núcleos virtuales a partir de un núcleo real). Sea cual sea el que elijas asegúrate de que la placa sea compatible.

4. La caja:

4.1. Aquí el factor principal es la estética, es lo que va a “envolver” el pruyecto, así que es aconsejable elegirla con cuidado. Elementos a tener en cuenta son: el número de ventiladores, el número de bahías para disco duro y número de puertos en la parte frontal. Dónde comprar Esto varía enormemente según el país, pero lo más importante es comprar en tiendas de informática especializadas y lugares establecidos donde e ofrezcan asesoría, garantía y sobre todo que puedas realizar algún cambio en caso de necesitarlo, de las tiendas en línea la más recomendable sería Amazon por su experiencia en el ramo y ofertas frecuentes.

5. Disipador:

5.1. : la mayoría de procesadores, cuando los compramos, suelen venir con su propio disipador de serie. El problema es que no son de buena calidad. Mejor comprar un disipador externo y dejar el procesador siempre lo más fresco posible. Además, los disipadores básicos, que son más que suficientes, son baratos. El principal problema con los disipadores que se acompañan de un ventilador es que, sobre todo a la larga cuando se llenan de polvo, hacen más ruido. Para los obsesionados del silencio y usuarios avanzados puede optarse por refrigeración líquida. No suena y además es más efectiva, pero se acompaña de dos problemas importantes: son bastante más caras y requieren algunos conocimientos avanzados. En general, y para la mayoría de casos, con un disipador normal todo correcto. Buenas marcas: Cooler Master.

6. La gráfica o tarjeta de video:

6.1. si la PC es para juegos, esta es una de las partes más complejas.. Si vas a querer jugar todo al máximo, lo mínimo por lo que tienes que optar, a día de hoy, es por tarjetas con 2GB de VRAM y unos $250 o $300 dólares. Va a ser el “alma” de tu experiencia gaming, así que elígela bien. Hay dos fabricantes fundamentales aquí, Nvidia y AMD. Las gráficas a su vez las manufacturan y venden otras marcas: Asus, EVGA o MSI. Al contrario de lo que ocurre en procesadores con Intel y AMD, la carrera aquí está mucho más empatada. Las gráficas overclockeadas de fábrica generalmente son muy sencillas o para tareas simples salvo casos concretos. Lo importantes es que luego la puedes cambiar por tu cuenta si lo necesitas. Una vez más, lo mejor es ver para cada caso particular.

7. Fuente de alimentación o fuente de poder

7.1. cuanto más “poderosa” sea tu máquina, más energía va a necesitar y más vatios va a necesitar la fuente. Esta calculadora, bastante conocida, te permite seleccionar todos los componentes de tu placa y ver el resultado final. Como regla general, añádele 100 o 200 vatios sobre esa base por si amplías el poder de tu PC en un futuro. Algunas fuentes son modulares, lo que implica que puedes conectar y desconectar solo los cables que necesites, eliminando el interior de la caja de cables innecesarios y dándole a todo un aspecto mucho más ordenado. Es útil si la carcasa es transparente, si accedemos frecuentemente al interior de nuestra PC. Buenas marcas: Corsair.

8. Dico duro

8.1. : tres cosas a mirar aquí. Por un lado el tamaño, pueden ser de 3,5” pulgadas (más grandes, pero en una PC de torre eso no suele importar) y 2,5” pulgadas (más pequeños). Por otro lado, y lógicamente, cuanto más almacenamiento mejor. Por último, tendremos que elegir entre un disco de estado sólido (SSD) y uno tradicional. En general, casi siempre vamos a preferir un SSD por encima de uno tradicional, elimina cuellos de botella a la hora de leer/escribir en disco, reducen los tiempos de carga y en general hacen que todo el sistema vaya más fluido. Dicho eso, también suelen ser sensiblemente más caros. Una de las cosas en las que más merece la pena invertir, pero es una elección muy personal. La última opción es montar un sistema híbrido, y colocar la instalación del sistema (Windows o Linux) en el SSD acompañada de los archivos más importantes (vídeos con los que estemos trabajando, por ejemplo, o los juegos con los que más solemos jugar) unido a un disco duro tradicional con más capacidad para guardar el resto de información (otros juegos, películas, fotos, etc). Buenas marcas: Western Digital, Seagate.