1. Entre las características formales del juego la más importante era la abstracción especial de la acción del curso de la vida corriente.
2. El juego es concebido como fenómeno cultural y no biológico. En ella se emplean los recursos del pensar, biológico-cultural.
2.1. El juego es algo más que un fenómeno meramente fisiológico.
2.2. Es una función llena de sentido. En el juego, "entra en juego" algo que rebasa el instinto inmediato de conservación y que da un
3. El juego es más viejo que la cultura, pues cuando hablamos de ella, presupone al humano, y los animales no han esperado a que el hombre les enseñe a jugar.
3.1. Podemos decir que la civilización humana no ha añadido ninguna característica esencial al concepto del juego.
4. Ningún análisis biológico explica la intensidad del juego, en ésta intensidad radica lo primordial, su esecencia.
4.1. La razón lógica nos ofrece el juego con toda su tencion, son su alegría y su broma.
4.1.1. La "broma del juego, resiste a todo analisis, a toda interpretación lógica.
5. La realidad del juego abarca, el mundo animal y el mundo del humano. Por lo tanto no puede basarse en ninguna conexión de tipo racional, puesto que el hecho de fundarse a la razón, lo limitaría al mundo de los hombres.
5.1. No es posible ignorar al juego, lo sserio se puede negar, el juego, no.
6. Al conocer el juego, se conoce el espíritu. Sólo la irrupción del espíritu, hace posible la existencia del juego, lo hace pensable y comprensible.
6.1. Los animales puede jugar y son, por lo tanto, algo más que cosas mecánicas. Nosotros jugamos y sabemos que jugamos, por lo tanto, somos algo más que Sres de razón, puesto que el juego es IRRACIONAL.
6.1.1. Jugando fluye el espíritu creador del lenguaje constantemente de lo material a lo pasado.
6.1.1.1. El juego está fuera de la distinción, sensatez y necesidad; pero fuera también del contraste de verdad y falsedad, bondad y maldad .
6.1.1.2. Aunque el jugar es actividad espiritual, no es, por sí, una función moral, ni da en la virtud
7. Mediante el mito, el hombre primitivo trata de explicar lo terreno, y, mediante él, funde las cosas en lo divino.
7.1. En cada una de éstas caprichosas fantasías, con que el mito reviste lo existente, juega un espíritu inventivo, al borde la seriedad y la broma.
7.1.1. En lugar de decir: "el juego no es lo serio", decimos; "el juego no es cosa seria".
7.1.2. El juego se cambia en cosa sería y lo serio en juego.
8. El objeto de ésta investigación consiste en hacer ver que el empeñarse en considerar la cultura significa más que un alarde retórico.
8.1. Ésta idea no es del todo nueva, fue muy general y aceptada en el siglo XVlll, cuando surgió el gran teatro secular.
8.1.1. Trata de mostrar que el juego auténtico, puro, constituye un fundamento y un factor de la cultura.
9. ¿Dominio Estético?. La cualidad de ser "bello", no es inherente al juego como tal, pero éste propende a hacerse acompañar de toda clase de elementos de belleza.
9.1. Ya en las formas más primitivas del juego, se engarzan, la alegría y la gracia. La belleza del cuerpo humano en movimiento encuentra su expresión más bella en el juego.
9.1.1. Múltiples y estrechos vínculos enlazan el juego a la belleza.
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9.2. Múltiples y estrechos vínculos enlazan el juego a la belleza.
10. El juego es una ACTIVIDAD LIBRE. El animal y El Niño, juegan porque encuentran en ello gusto, y en ello consiste la libertad.
10.1. Se juego en ienol de ocio. El juego no es la vida "corriente". Más bien consiste en escaparse a una esfera temporarea de actividad que posee su tendencia propia.
10.2. El juego se desenvuelve en su propio campo.
11. Dentro del campo del juego existe un orden propio y absoluto. He aquí un rasgo positivo del juego: crea orden.
11.1. El juego está lleno de las dos cualidades más nobles que el hombre puede encontrar en las cosas y expresarlas: ritmo y armonía.
11.1.1. Elnu
11.2. El juego tiene sus reglas propias. Paul Valéry ha dicho, frente a las reglas de un juego no cabe ningún escepticismo
11.2.1. En cuanto se traspasan las reglas se deshace el mundo del juego y pone en marcha, por un momento, el mundo habitual.