1. ¿Estamos haciendo lo que dijimos que haríamos?
1.1. Visitar las aulas con frecuencia.
1.1.1. Recuerda que hay cinco elementos clave para asegurarse que las visitas al aula formen parte de una rutina eficiente: Enfoque Observación Seguimiento Ajustes Continuar
1.2. Promueve la consistencia en lugar de la conformidad.
1.2.1. Lograr la consistencia en la instrucción es una labor ardua y que vale la pena
1.3. Adapta los planes de desarrollo profesional para atender las necesidades que emergen del trabajo diario.
1.3.1. Si estructuras el desarrollo profesional a modo que sea flexible y que provea oportunidades para que los maestros aprendan, ponlo a prueba, analízalo, obtén retroalimentaciones y refléjalo en las nuevas prácticas.
2. ¿Están aprendiendo más nuestros estudiantes?
2.1. Revisiones regulares de los resultados del aprendizaje con los maestros
2.1.1. Recabar datos sobre el aprendizaje del alumno provee evidencia directa e inmediata para saber si los estudiantes están aprendiendo.
2.2. Ayudar a los maestros a tener un panorama más amplio
2.2.1. implica estimularlos a pensar en la profundidad con que han explorado los datos y a reflexionar hasta qué punto tomaron en cuenta otros indicadores sobre el aprendizaje del alumno que tienen a su disposición en la escuela
2.3. Sé honesto al evaluar lo que está funcionando y lo que no
2.3.1. De esta forma puedes ayudar a tu escuela a invertir en el aprendizaje del estudiante y no en una estrategia en particular. A veces, los datos mostrarán que es tiempo de cambiar el rumbo.
3. ¿Estamos todos en la misma página?
3.1. comunicar el plan de acción
3.1.1. Una forma de comunicación efectiva es el uso creativo de documentos escolares.
3.2. Integrar el plan de acción al trabajo en proceso de la escuela
3.2.1. trabajar con tu colegiado para desarrollar un mapa curricular de la escuela y describir cómo podrían las nuevas estrategias ajustarse al plan general en curso.
3.3. Apoyarse en los equipos para mantener la responsabilidad interna
3.3.1. Estimular al colegiado para trabajar interdisciplinariamente para resolver cómo conectar algunas metas instruccionales de la escuela en sus clases cotidianas, puede llegar a ser una forma de asegurarse que la implementación se mantenga aterrizada, especialmente cuando se considera el aprendizaje de los estudiantes en riesgo y de los que batallan.
4. ¿Y ahora, a dónde vamos?
4.1. Celebrar el éxito.
4.1.1. forma auténtica de celebrar el éxito involucra la cuidada exhibición de aquellos trabajos escolares que claramente logran o exceden los estándares establecidos.
4.2. Repasar los criterios y elevar los parámetros.
4.2.1. Al mantener y propiciar conversaciones en las que los maestros intercambian sus prácticas y sus metas para lograr el aprendizaje del estudiante, se continuará profundizando en los criterios para lograr el éxito en el aprendizaje de los maestros.
4.3. Mantener el trabajo fresco y en curso.
4.3.1. Los maestros incrementan sus rangos de interés y responsabilidad, yendo así del salón de clases y el año escolar, a la preocupación de la escuela como un todo.