Las relaciones entre América Latina y Estados Unidos: balance y perspectivas.

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Las relaciones entre América Latina y Estados Unidos: balance y perspectivas. por Mind Map: Las relaciones entre América Latina y Estados Unidos: balance y perspectivas.

1. AMÉRICA LATINA Y LA POLÍTICA DE CONTENCIÓN DURANTE LA GUERRA FRÍA

1.1. La etapa de la Guerra Fría entre 1945 y 1989 marca un segundo período en las relaciones, más cercano y decisivo para determinar el perfil y contenido de las políticas actuales

1.2. el término de la Segunda Guerra Mundial coincide con la época de mayor poderío alcanzado por EE.UU. en toda su historia. Habituado a la ventaja de no librar guerras en territorio propio y de hacer de ellas un factor de reforzamiento económico, EE.UU. tenía en 1945, con menos del 5% de la población del planeta, el 35% del PIB mundial, el 47% de la capacidad industrial total, el 22% de las exportaciones de la economía mundial y el 50% del stock de inversiones privadas

1.3. “Ministerio de Colonias de Estados Unidos para América Latina”

1.4. Un año antes, en septiembre de 1947, se había constituido en Río de Janeiro el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), la primera de las alianzas militares regionales constituidas por EE.UU., que precedió en dos años a la OTAN

1.5. los países latinoamericanos quedaban obligados de antemano a apoyar a EE.UU

1.6. Convención para la proscripción del comunismo en el hemisferio, acordada en la Conferencia de Caracas en 1954. Como nunca antes, América Latina se reconocía parte de un estrecho y sólido bloque de apoyo a la política exterior norteamericana.

1.7. Hasta 1939 existía una política exterior norteamericana que el Departamento de Estado coordinaba por completo. Desde 1945 en adelante opera, en cambio, una suerte de colección de estrategias externas manejadas por diversas agencias del gobierno.

1.8. La primera en manifestarse fue la política económica internacional que originó los principales diseños preparatorios de las reuniones de Teheran, Yalta y Postdam con las que los vencedores definieron las esferas de influencia y el nuevo orden mundial entre 1943 y 1945.

1.9. aparecieron otros numerosos campos específicos, como la política exterior agrícola para la colocación de sus enormes excedentes agropecuarios

1.9.1. la política exterior energética para garantizar el abastecimiento de petróleo y el control de sus fuentes en los países en desarrollo

1.9.1.1. la política exterior de transporte para asegurar la preeminencia de sus empresas en el campo aeronáutico y marítimo

1.9.1.2. Más tarde irrumpieron las políticas exteriores relativas al medio ambiente y al desarrollo social. En todas estas nuevas esferas, el Departamento de Estado tiene muy poco que ver, de tal forma que la aplicación de los intereses externos de EE.UU. corresponde ahora a un intrincado laberinto de departamentos, circuitos de toma de decisión y agencias donde operan en forma cruzada las dinámicas de colaboración y conflicto (Destler, 1974; Molineu, 1986).

1.9.2. A lo largo de las últimas décadas, en el área latinoamericana se aplicó en forma rigurosa la estrategia de contención que sirvió de base al diseño internacional norteamericano de la Guerra Fría.

2. EL CARIBE Y AMÉRICA CENTRAL EN LOS ORÍGENES DE LA EXPANSIÓN IMPERIAL NORTEAMERICANA

2.1. La asimetría entre las dos áreas tiene sus raíces en las fases finales del período colonial que conocieron la América anglosajona y la América latina

2.1.1. carácter individualista de la conquista y colonización de la América del Norte

2.1.2. Louis Hartz (1955) ha hecho célebre la expresión sociedad-fragmento para señalar que el poblamiento de las colonias del este de EE.UU.

2.1.3. se hizo en base a contratos individuales realizados por modernas compañías de colonización que transportaron, a través del Atlántico, a colonos que traían el capitalismo en sus huesos y buscaban reproducir las condiciones de una Inglaterra que ya preparaba la primera revolución industrial

2.1.4. En la América española y portuguesa, en cambio, se mezclaron criterios de evangelización religiosa y dominio imperial que dieron origen a sociedades mucho más atrasadas y más distantes del espíritu capitalista

2.1.5. EE.UU. no tuvo a lo largo del siglo XIX una política de expansión imperial que buscara construir colonias o dominios lejos de su territorio.

2.2. La doctrina Monroe de 1823

2.2.1. que rechazaba toda presencia de las potencias europeas en suelo americano

2.2.2. “cláusula de reserva” para posibilitar operaciones futuras (Merk, 1966).

2.2.3. Todos los proyectos de invasión y anexión propuestos principalmente por los estados sureños para Cuba o Jamaica fueron descartados en un momento en que prevalecían las tensiones internas que sólo se resolvieron con la guerra civil y el triunfo del Norte en 1865

2.2.4. A partir de ese momento se empieza a edificar la política exterior de EE.UU. sentando las bases para la primera expansión imperial, que tendrá lugar a través de la guerra contra España de 1898

2.2.5. En 1933 el presidente Franklin Delano Roosevelt, bajo la presión de los efectos de la Gran Depresión y frente a un horizonte de tensiones que condujeron a la Segunda Guerra Mundial, buscó establecer una relación más cooperativa con los países latinoamericanos, que le asegurara un buen apoyo a EE.UU.

2.2.6. en América Latina constituyó la etapa más descarnada, testigo de la intervención política y económica más sistemática, que no excluyó, al menos temporalmente, la ocupación de países.

2.2.7. El fin de este período se caracterizó por una actitud más abierta en función de sus intereses globales y esto posibilitó que la mayoría de los países apoyaran efectivamente a los aliados, y en particular a EE.UU., durante el siguiente conflicto, entregando sus materias primas y productos estratégicos a precios preferenciales y, en el caso de los países más grandes como Brasil y México, incluso enviando a los frentes de guerra una pequeña cantidad de tropas.

3. EL CAMBIANTE ESCENARIO DE LA POST GUERRA FRÍA Y LA GLOBALIZACIÓN

3.1. A partir del término de la Guerra Fría, las relaciones entre EE.UU. y América Latina entraron en una tercera etapa, cuya racionalidad es también completamente distinta a las anteriores.

3.2. El tiempo de la post Guerra Fría y de la globalización originó ese “cambio de época” que tanto han subrayado los historiadores y trajo efectos enormes en el estilo y los contenidos de la política hemisférica.

3.3. Para una región subordinada como América Latina, el aumento en la sensación de poder de los gobernantes de Washington se ha hecho sentir con toda su fuerza.

3.4. El cambio de la imagen del mundo luego del fin de la URSS y el mundo comunista, y luego de las inmensas transformaciones científico-técnicas que han acompañado a la tercera revolución industrial, ha producido, por otra parte, un efecto de estupefacción en los núcleos dirigentes latinoamericanos, que han visto estos inmensos cambios como una mera crisis coyuntural esperando sin éxito que las cosas volvieran a la anterior normalidad.

3.5. El analista argentino Guillermo O’Donnell ha hablado con propiedad de “democracias de baja intensidad”, cuyos gobiernos, parlamentos y partidos políticos son calificados pobremente por la sociedad, generando un proceso de creciente abstención en las elecciones y una pérdida de legitimidad de su desempeño

3.6. 1980 había en los países latinoamericanos y del Caribe 130 millones de personas pobres

3.7. En 1990, luego de la llamada década pérdida y de los problemas ocasionados por el estallido de la crisis de la deuda externa, la cifra subió a 190 millones.

3.8. En 2002, pese a las expectativas iniciales de un mejoramiento de la situación en los noventa, la cantidad de pobres volvió a crecer hasta alcanzar los 210 millones. Esto hace que un 44% de los habitantes de América Latina hoy sean pobres.