La eutanasia debe ser permitida, toda vez que el principio de la dignidad humana debe materializa...

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La eutanasia debe ser permitida, toda vez que el principio de la dignidad humana debe materializarse incluso en el momento de la muerte garantizando a la persona una muerte digna cuando está sometida a sufrimientos irremediables. por Mind Map: La eutanasia debe ser permitida, toda vez que el principio de la dignidad humana debe materializarse incluso en el momento de la muerte garantizando a la persona una muerte digna cuando está sometida a sufrimientos irremediables.

1. Dado que la eutanasia es un tema que está impactando directa e indirectamente a la sociedad y que además está generando polarización en las personas se ha vuelto común que genere debate ideológico. El punto central del debate radica en la forma relativa de definir la vida en esencia, es decir, para algunos la vida es un valor absoluto que no depende de nadie ni está limitado por nada, para estas personas lo importante es encontrar un corazón palpitante, un cerebro con actividad eléctrica o unos pulmones con aire pero la vida debe ligarse con calidad de vida básica, entendiendo esta como bienestar en su salud física y emocional; cuando no se cumple esta premisa básica y la calidad de vida es degradada más allá de los limites se debe tener el derecho a renunciar del contexto actual de vida al que esté sometido.

2. "Es un tema interdisciplinario, donde concurren aspectos médicos, éticos, jurídicos, filosóficos, incluso estéticos. El debate, a menudo, más que ideológico es de enfrentamiento de sensibilidades. Hay quien percibe, y hay quien no, el carácter intolerable de un ser humano reducido a la condición de piltrafa vegetativa en contra de su voluntad. El caso es que muchos pensamos que la vida no es un valor absoluto; que la vida debe ligarse con calidad de vida y que, cuando esta calidad se degrada más allá de ciertos límites, uno tiene el derecho a dimitir. Este derecho a dimitir, el derecho a una muerte digna, a una muerte sin dolor y sin angustia, se inscribe -como he dicho antes- en el contexto de una sociedad secularizada y de un estado laico, donde ya nadie cree que el sufrimiento innecesario tenga sentido alguno".

2.1. Pániker, S. (1998).Universidad de Barcelona. El derecho a morir dignamente, Pg.86, 83-90. Recuperado de https://www.raco.cat/index.php/AnuarioPsicologia/article/viewFile/61502/88349.

3. "Morir no es un acto; es un proceso. Quienes defendemos la eutanasia voluntaria entendemos el derecho a morir con dignidad como el derecho a decidir racionalmente en el uso de la libertad personal, y con el respeto de los demás, sobre el proceso final de la propia vida. La mayoría de las personas desean tener una muerte pacífica y sin sufrimientos. Hoy en día, este deseo puede verse amenazado por la existencia de técnicas y medios clínicos cada vez más poderosos. Estos medios han logrado un espectacular alargamiento de la vida, impensable hace pocos años. Pero, en ocasiones, ese alargamiento no va acompañado de una deseable calidad de vida. Muchas personas sienten que la degeneración física, los sufrimientos físicos y psíquicos les han conducido a una situación que consideran indigna. En tales circunstancias, pueden llegar a contemplar la muerte como un mal menor; el fin de su agonía y de sus penalidades. Para ello necesitan, normalmente, la ayuda de otras personas. El verdadero respeto a la dignidad humana implica el respeto a la voluntad humana, incluida la de alcanzar la muerte cuando ya nada se puede hacer por devolver a la vida la calidad a la que todo ser humano tiene derecho".

3.1. Pániker, S. (1998).Universidad de Barcelona. El derecho a morir dignamente, Pg.90, 83-90. Recuperado de https://www.raco.cat/index.php/AnuarioPsicologia/article/viewFile/61502/88349.

3.2. Podemos observar que la dignidad humana en la actualidad señala que el valor de una persona debe medirse por su capacidad para desarrollar las mesmedades de su condición humana y el hecho de no contar con esta condición le da derecho al paciente a elegir de manera individual y con plena libertad lo que desea hacer con su vida, es natural en el ser humano el no querer tener dolor ni sufrimientos y menos cuando ya se tiene el conocimiento de que se va a morir, pero en la actualidad la ciencia sigue avanzando y buscando la manera de alargar la vida al paciente impidiendo que puedan elegir morir sin sufrir, alargar la vida mientras el paciente se va desintegrando físicamente y moralmente en contra de su voluntad, es un acto de crueldad no solo para él, sino también para su familia considerando esto como un acto indigno, el respeto y la libertad están ligadas al derecho de poder elegir que se hace con la vida que es perteneciente de cada individuo.

4. "Es verdad que el dolor es un semáforo que ha puesto la evolución para que no perezcamos. Si, por ejemplo, no me doliera la mano cuando la aproximo al fuego, me quemaría. Pero no hablamos de ese dolor regulador de la supervivencia. Hablamos del dolor de la enfermedad, de la vejez, de lo que castiga nuestros cuerpos por causa de algún accidente genético o externo, y que minimiza nuestra existencia. En estos casos toda lucha contra el dolor es poca. Y ahí se instala la eutanasia. Porque lo que importa no es la vida sino la calidad de la vida".

4.1. Sádaba, J. (2015). Eutanasia y Ética. Bioética y Derecho (Extra), Pg. 244, 237-246. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/783/78343122025.pdf

4.2. La calidad de la vida y con ella el dolor es propio, me explico, la calidad de vida que se quiere tener o el dolor que se siente es diferente al de cualquier persona. Es así como no se puede juzgar la decisión que se quiere tomar con su propia vida, pues ya que si una persona ajena ve las cosas desde afuera aquella hasta puede pensar de que se trata de un dolor natural, un dolor de la supervivencia pero no se da cuenta de que aquel dolor va mucho más allá pasando a un dolor intolerable para la persona que lo padece y ya no sería la calidad de vida que esta persona quiere tener. Así hasta llegar a vivir pero en condiciones que parecen muerte (sea física o moral).

5. "Dignidad, por el contrario, funciona como un participio, "ser digno de". Tener dignidad es ser digno de algo. Concretamente ser digno de respeto y, en cuanto tal, ser sujeto de derechos. Es ésta la correcta visión de dignidad. Y aplicada a la eutanasia, significa que mi dignidad hace que los demás deban respetar el derecho a mi propia muerte. Todavía más. Acostumbra a relacionarse la dignidad con otras dos notas. Una es la singularidad de todo individuo. Éste, y me hago eco de las palabras de Kant, no es intercambiable por nadie; o, para ser más exactos, no es un objeto al que se le pone precio. Su singularidad le confiere ser él mismo y no otro. La consecuencia que se sigue es que no se le puede forzar a que, por muchas que sean las razones que se aporten o los consejos que se le den, cambie su punto de vista respecto a su vida si él no está convencido de ello".

5.1. Sádaba, J. (2015). Eutanasia y Ética. Bioética y Derecho (Extra), Pg. 243, 237-246. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/783/78343122025.pdf

5.2. La dignidad es una característica, un valor, un derecho, un principio fundamental del ser humano y esta no se debe ver amenazada por la decisión propia de morir o seguir viviendo con lo que atormenta. Puesto que la vida no es de nadie excepto mía y yo como dueño de mi propio ser debería tener y ser respaldado por todas aquellas decisiones que tengan un efecto solo en mí. ¿Quién mejor que decidir morir que el dueño de su vida?