1. Múltiples Criterios
1.1. El objetivo central de esta perspectiva es el de intentar definir la salud mental a partir de múltiples criterios operativos y, a ser posible, para grupos de poblaciones concretas en contextos definidos.
1.2. El abordaje de la salud mental a partir de múltiples criterios surge ante el fracaso para localizar una definición “universal” o “teóricamente Irreprochable” de normalidad psíquica.
1.3. Las definiciones multicriteriales resultan menos operativas y concretas de lo que sus presupuestos teóricos pretenden.
2. Negativa
2.1. Esta perspectiva se corresponde fundamentalmente con el modelo clínico tradicional.
2.2. Define la salud mental tomando como referencia la enfermedad
2.3. ”Salud igual a ausencia de enfermedad"
2.4. Refleja la realidad asistencial actual basada en la curación de las personas enfermas
3. Positiva
3.1. La perspectiva positiva concibe la salud mental como el estado de funcionamiento óptimo de la persona
3.2. La perspectiva positiva intenta definir la salud mental a través de la salud
3.3. "Salud igual a algo más que ausencia de enfermedad"
3.4. La salud es el estado de bienestar físico, psíquico y social y no la mera ausencia de enfermedad o minusvalia
3.5. El mejor estado posible dentro de las condiciones existentes.
4. Normalidad
4.1. Salud mental desde esta perspectiva implica aceptar un paralelismo entre normal y sano
4.2. Seclasifica en:
4.2.1. Normalidad como promedio
4.2.1.1. Criterio Estadístico
4.2.1.1.1. Implica la existencia de unas normas o estándares que la mayoría acepta y, por tanto, son las medidas de tendencia central.
4.2.1.2. Criterio Sociocultural
4.2.1.2.1. implica que lo normal viene determinado por las pautas sociales
4.2.2. Normalidad clínica
4.2.2.1. Esta concepción se corresponde con la perspectiva negativa y se basa en el modelo médico tradicional
4.2.2.2. La mayoría de autores critican este tipo de definiciones porque:
4.2.2.2.1. Omiten algunos trastornos que cursan sin sintomatología aparente.
4.2.2.2.2. Invalidan o, al menos, dificultan la posibilidad de prestar servicios de tipo preventivo o profiláctico.
4.2.3. Normalidad utópica
4.2.3.1. Esta concepción de la normalidad está fundamentada en el modelo sicodinámico.
4.2.3.2. Sánchez (1991), indica que está basada en las corrientes psicológicas humanistas y la vinculan a los conceptos de potencial de crecimiento, actualización, o personalidad madura (Allport), como metas del desarrollo personal.
4.2.4. Normalidad como proceso
4.2.4.1. Es una perspectiva basada en la capacidad de adaptación de la persona y la madurez de sus sistemas de respuesta a lo largo del desarrollo
4.2.4.2. Mesa (1986) indica que las experiencias significativas de cualquier etapa de la vida pueden modificar o alterar el funcionamiento de la persona (tanto en sentido positivo como negativo
4.2.5. Normalidad jurídico-legal
4.2.5.1. El criterio forense valora la conducta en función del nivel de imputabilidad del acto y de su responsabilidad jurídica
4.2.5.2. El objetivo es determinar:
4.2.5.2.1. Cuando una persona será considerada mentalmente incompetente
4.2.5.2.2. Cuando una persona es o no responsable de sus actos.
4.2.5.2.3. Cuando una persona puede o debe ser hospitalizada debido a un trastorno mental.