1. El periodo entreguerras inicia al finalizar la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918, cuando los países vencedores (Francia e Inglaterra),
1.1. Los derrotados (Alemania y Austria) y el resto de naciones que participaron afrontaron las consecuencias de la devastación provocada por el conflicto y dedicaron sus esfuerzos a la reconstrucción de su infraestructura y su economía.
2. A finales del siglo XIX, Japón se convirtió en una potencia mundial gracias a la apertura de su economía, por lo que transitó de un modelo económico feudal a uno capitalista. Así comenzó su carrera imperialista y su desarrollo militar e industrial.
2.1. En 1904, Japón y Rusia se disputaron Corea, de lo que Japón resultó vencedor. Esta victoria marcó el inició de la expansión militar, que determinó su participación en la Primera Guerra Mundial como aliada de la Triple Entente.
2.1.1. Para 1919, el país construyó una poderosa marina de guerra y amplió sus territorios en China, Corea e Indochina. La crisis de 1929 agravó la situación interna y aceleró el expansionismo.
3. Mientras los países europeos se destruían entre sí durante la Gran Guerra, Estados Unidos se beneficiaba al proveerles armas y materias primas, además de otorgarles créditos para financiar su participación en el conflicto bélico.
3.1. Después de la guerra, Estados Unidos continuó su desarrollo económico con la producción en serie, la cual facilitó el aumento de los productos que se ofrecían en el mercado y que se exportaban a Europa.
3.1.1. También mantuvo una política exterior proteccionista que limitaba la exportación de los países europeos. Sin embargo, Inglaterra y Francia invirtieron en países latinoamericanos, entre ellos México, Argentina o Brasil.
4. La depresión mundial de 1929 a 1932 se originó en Estados Unidos y se transmitió a los países exportadores de materia prima, por medio de la reducción del comercio mundial, la deflación internacional y el reflujo de capital.
4.1. La producción excesiva y no planificada provocó el aumento desmedido de productos ofrecidos en el mercado. Los bancos ofrecían créditos de forma descontrolada a los consumidores para comprar estos productos y para invertir en la bolsa de valores por medio de la adquisición de acciones. Por otro lado, los grandes propietarios de las industrias acumularon el capital.
4.1.1. Llegó el momento en el que los consumidores se quedaron sin dinero para pagar las deudas o para adquirir productos. El día que reventó la burbuja de prosperidad, los inversionistas comenzaron a vender desesperadamente sus acciones. Ese día fue el jueves negro: 24 de octubre de 1929.
5. Al inicio de la década de 1920 parecía que las democracias iban a fortalecerse, porque nacieron Estados que adaptaron un gobierno constitucional. Sin embargo, la crisis de 1929 y la Gran Depresión propiciaron que la democracia también cayera en crisis, sobre todo en los países empobrecidos como Alemania, Italia y más tarde en América Latina.
5.1. El cierre de industrias generó desempleo y miseria, por lo que las masas de obreros y campesinos expresaron su inconformidad y su desconfianza en la democracia liberal y el sistema capitalista. Esto hizo un campo fértil para que germinaran líderes que despertaron la esperanza de la población, prometiendo la solución a esta crisis.
5.1.1. Una vez en el poder, estos líderes instauraron regímenes totalitarios, en los que el Estado controlaba todos los aspectos de la sociedad, la economía y la cultura, basándose en ideas nacionalistas, y reprimiendo a quienes se oponían al régimen. Tal es el caso de Adolf Hitler quien ascendió al poder en Alemania y de Benito Mussolini en Italia. De igual forma, en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se instauró el totalitarismo socialista con Iósif Stalin.
5.1.1.1. Los totalitarismos serían una de las causas de la Segunda Guerra Mundial, que daría inicio el 1 de septiembre de 1939, con lo que finalizaría el denominado periodo entreguerras.