1. Universalidad. Existe en cualquier grupo social y es susceptible de aplicarse lo mismo en una empresa industrial que: en el ejercito, en un hospital, en un evento deportivo, etcétera.
2. Valor Instrumental. Dado que su finalidad es eminentemente práctica, la administración resulta ser un medio para lograr un fin y no un fin en sí misma, mediante esta se busca obtener determinados resultados.
3. Unidad temporal. Aunque para fines didácticos se distingan diversas fases y etapas en el proceso administrativo, esto no significa que existan aisladamente, sus partes existen simultáneamente.
4. Flexibilidad. Se adapta a las necesidades propias de cada grupo social en donde se aplica.
5. Amplitud del ejercicio. Se aplica en todos los niveles o subsistemas de una organización formal.
6. Especificidad. Aunque la administración se auxilie de otras ciencias y técnicas, tiene características propias que le proporcionan su carácter específico, es decir no puede confundirse con otras disciplinas.