El Asesinato Antón Chéjov (1860-1904)

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El Asesinato Antón Chéjov (1860-1904) por Mind Map: El Asesinato   Antón Chéjov (1860-1904)

1. Varka alegre y dichosa, se tiende en el suelo y se queda dormida en un sueño profundo.

2. Le atenaza con entrambas manos el cuello. El niño se pone azul, y a los pocos instantes muere.

3. Riéndose, guiñando los ojos con malicia, se acerca con tácitos pasos a la cuna y se inclina sobre el niño.

4. La llena de alegría el pensar que va a librarse al punto del niño enemigo. Le matará y podrá dormir lo que quiera.

5. Abre los ojos, tratando de inquirir qué fuerza, qué potencia es ésa, y no saca nada en limpio. En este momento oye gritar al niño y se dice: «Ese es el enemigo que me impide vivir.».

5.1. Varka se echa a reír. ¿Cómo no se le ha ocurrido hasta ahora una idea tan sencilla?

6. Por fin la visita se va. Se apagan las luces. Se acuestan los amos.

6.1. —¡Varka, abraza al niño! —es la última orden que oye.

7. —¡Varka, enciende el samovar! —grita el ama.

7.1. —¡Varka, ve por vodka! Varka, ¿dónde está el sacacorchos? ¡Varka, limpia un arenque!

8. Transcurre así el día. Llega la noche. Las tinieblas halagan sus ojos y hacen renacer en su alma la esperanza de poder dormir. Hay aquella noche una visita.

9. Varka, mece en la cuna al nene y le canturrea: Duerme niño bonito que viene el coco.

9.1. Una lamparilla verde encendida ante el icono alumbra con luz débil e incierta.

10. El niño llora. Está hace tiempo afónico de tanto llorar; pero sigue gritando cuanto le permiten sus fuerzas.

10.1. Varka tiene un sueño terrible. Sus ojos, a pesar de todos sus esfuerzos, se cierran y por más que intenta evitarlo da cabezadas.

11. Se oye el canto monótono de un grillo escondido en una grieta de la estufa. En el cuarto inmediato roncan el maestro y el aprendiz Afanasy. La cuna, al mecerse, gime quejumbrosa.

11.1. Varka no puede acostarse, y la musiquita la exaspera, pues le da sueño y ella no puede dormir; si se durmiese, los amos le pegarían

11.2. Varka ve entre sueños un ancho camino, lleno de lodo, por el que transitan, en fila interminable, coches, gentes con talegos a la espalda y sombras.

12. Momentos después sueña hallarse en casa de su padre. La casa es angosta y obscura. Su padre, Efim Stepanov, fallecido hace tiempo, se revuelca por el suelo.

12.1. Los señores han enviado al joven médico a ver al moribundo. Entra. No se le ve en la obscuridad, pero se le oye toser y abrir la puerta.

12.1.1. Las mejillas del moribundo están rojas, sus ojos brillan, sus miradas parecen hundirse extrañamente agudas en el doctor, en las paredes. El doctor dice que deben operarlo y que pedirá que manden un coche.

12.1.2. Media hora después se detiene un coche ante la casa; lo envían los señores para llevar a Efim al hospital. A los pocos momentos el coche se aleja, conduciendo al enfermo.

13. Su madre no tardo en volver. Se persigno y dijo: —¡Acaban de operarle, pero ha muerto! ¡Santa gloria haya!... El doctor dice que se le ha operado demasiado tarde; que debía habérsele operado hace mucho tiempo.

13.1. Varka siente de pronto un tremendo manotazo en la nuca. Se despierta y ve con horror a su amo, que le grita: —¡Mala pécora! ¡El nene llorando y tú durmiendo! Cuando su amo se va, torna a dormirse. Y empieza otra vez a soñar.

13.1.1. De nuevo ve el camino enlodado. Varka quiere acostarse; pero su madre, que camina a su lado, no la deja; ambas se dirigen a la ciudad en busca de trabajo. —¡Dame el niño! —grita de pronto una voz que le es muy conocida a Varka—. ¡Otra vez dormida, mala pécora!

13.1.2. Varka se levanta bruscamente, mira en torno suyo y ve a su ama, que ha venido a darle teta al niño. Mientras el niño mama, Varka, de pie, espera que acabe.

14. —¡Toma al niño! —ordena a los pocos minutos el ama, abotonándose la camisa. Varka coge al niño, lo acuesta en la cuna y empieza otra vez a mecerle.

15. —¡Varka, enciende la estufa! —grita el ama, al otro lado de la puerta. Es de día. Hay que comenzar el trabajo. Varka deja la cuna y corre por leña a la porchada.

15.1. —¡Varka, prepara el samovar! —grita el ama.

15.1.1. Varka empieza a encender astillas, mas su ama la interrumpe con una nueva orden: —¡Varka, límpiale los chanclos al amo!

15.1.1.1. Varka, mientras limpia los chanclos, sentada en el suelo, piensa que sería delicioso meter la cabeza en uno de aquellos zapatones para dormir un rato. De pronto, el chanclo que estaba limpiando crece, se infla, llena toda la estancia.

16. —¡Varka, ve a lavar la escalera! —ordena el ama, a voces. Varka lava la escalera, barre las habitaciones, enciende otra estufa, va varias veces a la tienda. Son tantos sus quehaceres, que no tiene un momento libre.

16.1. Lo que más trabajo le cuesta es estar de pie, inmóvil, ante la mesa de la cocina, pelando patatas.