1. El que Kant formule la posibilidad de la libertad como un imperativo, señala el lugar especial que en la totalidad de su pensamiento ocupa la reflexión sobre el hombre.
2. Vista así la crítica es el autoconocimiento y aseguramiento de la razón puesta sobre sí misma y ante sí misma.
3. A su vez, la razón pura es, desde Descartes, la facultad de conocimiento propia de un ser racional en general, de un ser cognoscente cualquiera, capaz de cualquier conocimiento, de un conocimiento en general.
4. Kant circunscribe dicha razón a la razón, y es esta razón, nuestra razón, la que somete a crítica.
5. Aquí parece que llegamos al tema central, que ha de permitir ver claramente el lugar en que la mencionada y problemática libertad se hace real. La ciencia es la tarea del entendimiento.
6. Toda libertad comienza con el uso del propio entendimiento: “¡Sapere aude!”.
7. La razón nos libera en cuanto nos hace asequible todo cuanto pueda constituirse en interés para un ser cognoscente en general.
8. Es así que en cuanto la razón, como facultad, es posesión común para todos los hombres, bastará guiarse por su uso natural para lograr sus propósitos.
9. Las reflexiones anteriores nos llevaron a la conclusión de que para Kant la naturaleza es asunto del saber. Pero, no de todo saber sino precisamente de aquel que, como tarea del entendimiento, resulta un saber riguroso y bien fundado.
10. Nuestro propósito actual es mostrar cómo un pensar filosófico concreto, el de Kant, enfrenta la problemática de una época histórica también concreta, la Ilustración, desde un punto de vista determinado.
11. Libertad ésta que sólo es real en los actos libres, para los cuales hay que ganar previamente un principio suficiente.
12. Kant encuentra dicho principio-fundamento en un uso específico de la razón, el uso práctico.
13. Kant entiende así la Crítica de la facultad de juzgar como la tarea destinada a fundar el proyecto que permita la inclusión, o la construcción, del saber propio.
14. Si ahora tomamos como punto de referencia el hecho de que para Kant todo saber práctico, en cuanto Idea, permanece en el terreno de la metafísica, comprenderemos más fácilmente el afán del filósofo por conquistar dicho dominio para la ciencia.
15. Vista así, la Antropología kantiana deja de ser un mero estudio del hombre.
16. Kant se inscribe en esta tarea e intenta realizar la consumación de la Ilustración de la razón. Esta pretensión se cumple en la Crítica.
