IMAGO DEI
por Jeferson Alejandro Lopez Marin
1. Las personas y la comunidad según Juan Pablo II: Las personas creadas a imagen de Dios son seres corpóreos cuya identidad, masculina o femenina, los destina a un tipo especial de comunión con los otros.
1.1. El pecado, en cuanto ruptura de la relación con Dios, ofusca la imago Dei. Es posible comprender las dimensiones del pecado a la luz de las dimensiones de la imago Dei que resultan dañadas por el pecado.:
2. También se puede definir como:
2.1. . Para la biblia: La imago Dei constituye casi una definición del hombre: el misterio del hombre no se puede comprender separado del misterio de Dios.
2.1.1. La imagen perfecta de Dios es Cristo mismo (2 Cor 4,4; Col 1,15; Heb 1,3), el hombre debe ser conformado con él (Rom 8,29) para llegar a ser hijo del Padre mediante el poder del Espíritu Santo (Rom 8,23).
2.2. Para San Agustín:- la imagen de Dios en el hombre tiene una estructura trinitaria, que refleja la estructura tripartita del alma humana (espíritu, conciencia de sí y amor) o los tres aspectos de la psique (memoria, entendimiento y voluntad).
2.3. Según Tertuliano, Dios ha creado al hombre a su imagen y le ha comunicado su soplo vital en cuanto a su semejanza. Mientras la imagen nunca podrá ser destruida, la semejanza puede ser perdida por el pecado (Bapt. 5,6.7).
2.4. Según el concilio vaticano II: la imago Dei consiste en la orientación fundamental del hombre hacia Dios, Fundamento de la dignidad humana y de los derechos inalienables de la persona humana. Puesto que todo ser humano es una imagen de Dios.
3. otras aplicaciones del imago Dei
3.1. -La imagen de Dios es un concepto y una doctrina teológica en el judaísmo, cristianismo y el islam, que señala que los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios, interpretándose de diferente maneras, desde una alegoría hasta de forma literal.
3.2. Hombre y mujer: «Dios creó el hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; macho y hembra lo creó» (Gén 1,27; cf. 5, s). Según la Escritura, la imago Dei se manifiesta, desde el principio, en la diferencia entre los sexos.
3.2.1. Ciertamente la amistad originaria entre el hombre y la mujer ha quedado seriamente comprometida por el pecado. Mediante el milagro realizado en las bodas de Caná (Jn 2,1ss), nuestro Señor muestra que ha venido a restablecer la armonía querida por Dios en la creación del hombre y de la mujer.