Libro: El hombre en busca de sentido Escritor: Viktor Frankl By: Nicolas Vanegas

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Libro: El hombre en busca de sentido Escritor: Viktor Frankl By: Nicolas Vanegas by Mind Map: Libro: El hombre en busca de sentido Escritor: Viktor Frankl By: Nicolas Vanegas

1. Nietzche "El que tiene un porque para vivir, puede soportar casi cualquier cómo"

2. El hombre puede conservar un reducto de libertad espiritual, de independencia mental, incluso en aquellos crueles estados de tensión psíquica y de indigencia física. Los supervivientes de los campos de concentración aún recordamos a algunos hombres que visitaban los barracones consolando a los demás y ofreciéndoles su único mendrugo de pan. Quizá no fuesen muchos, pero esos pocos representaban una muestra irrefutable de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la ¿última de las libertades humanas . la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino.

3. Mi mente se aferraba a la imagen de mi mujer. De pronto me asaltó una inquietud: no sabía si aún vivía. Sin embargo, ahora estaba convencido de una cosa,algo que había aprendido demasiado bien: el amor trasciende la persona física del ser amado y encuentra su sentido más profundo ene l ser espiritual del otro, en su yo íntimo. Que este o no presente esa persona, que continúe viva o no, de algún modo pierde importancia.

4. Esta unicidad y singularidad que diferencian a cada individuo, y confieren un sentido a su existencia, se fundamentan en su trabajo creador y su capacidad de amar. Cuando se acepta a la persona como un ser irrepetible, insustituible, entonces surge en toda su trascendencia la responsabilidad que el hombre asume ante el sentido de su existencia. Un hombre consciente de su responsabilidad ante otro ser humano que lo guarda con todo su corazón, o ante una obra inconclusa, jamás podrá tirar su vida por la borda. Conoce el porqué de su existencia y será capaz de soportar casi cualquier cómo.

5. El hombre que se dejaba vencer interiormente ante la ausencia de metas futuras ocupaba y llenaba sus pensamientos de recuerdos. Ye me he referido con anterioridad a esa tendencia a refugiados en el pasado como un recurso para apaciguar los horrores del presente, al mostrarlos así con menor sensación de realidad. Pero despojar al presente de su genuina realidad entraña ciertos riesgos. Si se dejaban inundar por ese tono de irrealidad, el prisionero se desentendía con facilidad de aprovechar las ocasiones de realizar las acciones positivas que el campo le brindaba, y esas oportunidades existían de verdad, eran reales. Considerar nuestra existencia profesional como algo irreal constituía un factor primordial para que la vida se les fuese entre las manos a las prisioneros, porque todo se revestía como carente de sentido. Tales personas olvidaban que, en multitud de ocasiones, son las circunstancias excepcional mente adversas o difíciles la que otorgan al hombre de oportunidad de crecer espiritualmente más allá de si mismo. En vez de aceptar las dificultades del campo como una prueba de su entereza humana, juzgaban su situación como un error o un paréntesis del destino, como algo privado de cualquier consistencia existencial. Preferían cerrar los ojos y refugiarse en el pasado. Para esas personas se oscurece el sentido de la vida, la vida pierde todo sentido.

6. Los que conocen la estrecha relación entre el estado de ánimo de una persona -su valor y su esperanza, o su falta de ambos- y el estado de su sistema inmunológico comprenderán cómo la pérdida repentina de la esperanza y el valor pueden desencadenar un desenlace mortal. La causa última de la muerte de mi amigo fue la honda decepción que le produjo no ser liberado en el día señalado. De pronto se debilitó la resistencia de su organismo y sus defensas disminuyeron, dejándole a merced de la infección tifoidea latente. Su esperanza en el futuro y su voluntad de vivir se paralizaron, y su cuerpo sucumbió víctima de la enfermedad. Después de todo, la voz de sus sueños se hizo realidad.

7. Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud frente a la vida. Debemos aprender por nosotros mismos, y también enseñar a los hombres desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros.