Las bienaventuranzas

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Las bienaventuranzas 作者: Mind Map: Las bienaventuranzas

1. Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzaran misericordia.

1.1. Jesucristo enfatizó bienaventurados los misericordiosos, es decir, que aquellos que han aprendido a tener disposición para compadecerse y perdonar de corazón a los demás tendrán la misericordia de Dios.

1.2. Le he enseñado a mis padres a tener compasión y misericordia de quienes nos han traicionado para que nuestro corazón este limpio de toda maldad.

2. Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios

2.1. El cristiano puramente cristiano –limpio de corazón– es el que obra como cristiano en cualquier circunstancia. Es fiel a su palabra; llega hasta el límite de sus convicciones, sin dejarse trabar por ningún compromiso. Sus actitudes, sus decisiones, sus gestiones lo señalan, lo “caracterizan” como cristiano.

2.2. Mis padres me enseñaron a ser respetuoso con las personas y con el tiempo aprendí el significado de lealtad hacia algún familiar o amigo mío. Me ayuda y satisface hacerlo por cuestión de principios y a tener la conciencia limpia

3. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios

3.1. En este mundo en el que hay guerras, violencia, miedo etc. El que sigue a Dios debe trabajar por la paz, en contra del odio, las riñas, peleas, terrorismo y luchar por la reconciliación.

3.2. Acontecimientos que se han visto al inicio de este año con las naciones de EEUU e Iran por ideologías diferentes o por toma de poder que no termina bien para los inocentes que caen sin culpa alguna

4. Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque suyo es el Reino de los cielos

4.1. En este mundo en el que los poderosos imponen su ley, persiguiendo a los que no la cumplen, el que sigue a Dios tiene que defender la justicia y luchar y si es necesario sufrir para conseguirlo.

4.2. Muchas leyes que se camuflan como adecuadas para el pueblo e insinúan una ayuda hacia ellos es en algunas ocaciones para seguir ganando de forma inadecuada dinero a los que gobiernan y no ofrecen o establecen lo pactado en esas leyes siendo indiferentes con las personas de su nación

5. Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos.

5.1. Dios alienta y hace bienaventurados a los pobres en espíritu porque con humildad reconocen sus flaquezas y aceptan la ayuda de Dios. llenándolos de su gracia en la vida terrenal y a futuro disfrutaran de los dones preciados porque de ellos será el reino de los cielos

5.2. A mi corta edad puedo decir que lo material no me llena el alma, pues yo vivo de la mano de Dios, orando por todos y siendo feliz con que mis padres me puedan brindar

6. Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán en herencia la tierra.

6.1. Esta bienaventuranza se relaciona con un atributo del ser humano que brota como respuesta de la condición de pobreza espiritual, en la cual con el corazón humillado se recibe el perdón de los pecados y la consolación de Dios.

6.2. Por ejemplo yo soy feliz porque el Espíritu Santo está en mi corazón, evito las discusiones, la violencia, el atropello hacia el otro y más aún perdono al que me ofende.

7. Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados

7.1. Para encontrarse con Dios y recibir su misericordia, en este sentido, los que lloran reconocen que son pobres de espíritu, y por ello experimentan un dolor que hace posible tal encuentro

7.2. Yo experimento una sensación de gozo después que lloro ya que me quito un peso moral de encima, y como gratificación recibo la consolación, que es la bendición de Dios.

8. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados.

8.1. Cuando Jesucristo dice bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, se refiere a aquellos que claman por una justicia divina, que no se gana por un trabajo duro, por dinero, o por sacrificio, y mucho menos por conflictos penosos, pero si es concebida gratuitamente por Dios.

8.2. La justicia divina se consigue aceptando con fe a Jesucristo y cumpliendo la voluntad de la palabra de Dios, en este sentido, una persona que alcanza la justicia espiritual, obra con bondad, vive en la verdad y práctica la mansedumbre.