1.1. Como primer etapa de la familia, aquí los grupos conyugales se clasificaban por generaciones, tanto así que los ascendientes como los descendientes carecen de los deberes y derechos del matrimonio, en esta forma de la familia, los ascendientes y los descendientes, los padres y los hijos, son los únicos que están excluidos entre sí de los derechos y de los deberes del matrimonio , dando por matrimonio a todo otro vínculo de sangre y esto conlleva a un comercio carnal recíproco por ejemplo de tal familia serían los descendientes de una pareja en cada una de cuyas generaciones sucesivas todos fuesen entre sí hermanos y hermanas y, por ello mismo, maridos y mujeres unos de otros.
2. Familia Punalúa
2.1. En ésta etapa se descarta a los hermanos del comercio sexual recíproco, implicando que este cambio fuera lentamente paso a paso, quizá comenzó con el aislamiento de los hermanos provenientes del mismo útero materno y proporcionalmente los generales. Se empieza a observar unas primeras formas de matrimonio pero cabe destacar que temporales. Esta forma de la familia nos indica ahora con la más perfecta exactitud los grados de parentesco, tal como los expresa el sistema americano.
3. Familia Sindiásmica
3.1. En ésta etapa apreciamos que vive un hombre con una mujer pero claramente aún subsiste la infidelidad ocasional y la poligamia como derecho para el hombre, pero por motivos y razones económicas la poligamia se observa en un grado menor, mientras tanto a las mujeres se les exige fidelidad total mientras dure su vida común. Además en ésta etapa identificamos que el matrimonio se disuelve con mucha facilidad por una parte u la otra, y los hijos solo pertenecen a la madre.
4. Familia Monogámica
4.1. Nace de la Sindiásmica en el período de la transición entre el estadio medio y el estadio superior de la barbarie; su triunfo definitivo es uno de los síntomas de la civilización naciente. Se funda en el predominio del hombre; su fin expreso es el de procrear hijos cuya paternidad sea indiscutible; y esta paternidad indiscutible se exige porque los hijos, en calidad de herederos directos, han de entrar un día en posesión de los bienes de su padre. La familia monogámica se diferencia del matrimonio sindiásmico por una solidez mucho más grande de los lazos conyugales, que ya no pueden ser disueltos por deseo de cualquiera de las partes. Ahora, sólo el hombre, como regla, puede romper estos lazos y repudiar a su mujer. También se le otorga el derecho de infidelidad conyugal, sancionado, al menos, por la costumbre (el Código de Napoleón se lo concede expresamente, mientras no tenga la concubina en el domicilio conyugal), y este derecho se ejerce cada vez más ampliamente, a medida que progresa la evolución social. Si la mujer se acuerda de las antiguas prácticas sexuales y quiere renovarlas, es castigada más rigurosamente que en ninguna época anterior
