1. Si refieren al buen obrar, las virtudes se llaman morales. Son aquellas encaminadas a llevar una vida moral o buena, aquellas que nos permiten tratar a las personas y a las cosas correctamente.
1.1. Morales
2. Si se refieren al entendimiento, las virtudes se llaman intelectuales; dentro de las que se distinguen las que se relacionan con el entendimiento especulativo y las que refieren al entendimiento práctico.
2.1. Intelectuales
3. La virtud constituye un término medio entre dos extremos: el exceso y el defecto. Esto quiere decir que un sujeto puede tener diferentes formas de comportarse ante un mismo hecho, pero que en ciertos casos le faltará algo para hacerlo adecuadamente y, por el contrario, en otros habrá sobrepasado la medida
4. Las virtudes fundamentales o cardinales:
4.1. La templanza es la virtud moral que modera la atracción de los placeres sensibles o deseos, y procura un equilibrio en el uso de los bienes. La fortaleza es la virtud moral que asegura, en las dificultades, la firmeza y constancia en la búsqueda y práctica del bien. Es la actitud de superar los obstáculos, de obrar pese a las dificultades.
4.2. La justicia es el hábito que inclina a la voluntad a dar a cada uno lo suyo. Inspirado en esto, Santo Tomás de Aquino dice que es “la virtud permanente y constante de la voluntad que ordena al hombre en las cosas relacionadas al otro a darle lo que le corresponde.” De ahí viene “ajustar”, lo que denota cierta igualdad en relación a otro.
4.3. La prudencia es la primera y más importante virtud cardinal, puesto que las otras dependen de ella.
