1. Inicio del proceso restaurador
1.1. Alfonso XII se encontraba en el exilio en Gran Bretaña tras el fracaso de la Primera República, y Cánovas del Castillo desde el Partido Liberal-Conservador contactó con él para restaurar el orden monárquico en España.
1.1.1. Casanovas hace promesas a la clase política de que se tratará de la superación de la República, pero también de los modos y maneras del reinado de Isabel II, con la última de las guerras carlistas todavía sin finalizar.
1.1.1.1. Convencido el futuro rey, proclama el Manifiesto de Sandhurst el 1 de diciembre de 1874 en el que comunica que muchos son los que se han puesto en contacto con él para el establecimiento de una monarquía constitucional, considera huérfana a la nación y se considera legítimo heredero del trono por abdicación de su madre, Isabel II, poniéndose a disposición de los españoles.
1.1.1.1.1. El sistema político que se estableció fue bipartidista entre el Partido Liberal-Conservador liderado por Antonio Cánovas del Castillo y el Partido Liberal-Fusionista que encabezó Práxedes Mateo Sagasta aunque tuvo mucho más que ver en su creación Cánovas del Castillo.
2. El reinado de Alfonso XII (1874-1885) y la regencia de María Cristina (1885-1902)
2.1. La legitimidad del nuevo régimen se establece con la Constitución de 1876 que conforma el nuevo modelo de Estado con un poder legislativo dividido en dos cámaras: Congreso de los Diputados y Senado, con un sufragio censitario para elegir el Congreso y un Senado nombrado por el rey, y en donde el monarca conserva buena parte de las funciones de jefe del Estado y del poder ejecutivo.
2.1.1. Antonio Cánovas del Castillo es el artífice del proceso, que sigue las líneas marcadas por Alfonso XII años antes, en su exilio de Gran Bretaña y permite el fin de la guerra carlista.
2.1.1.1. Disuelta la República, los llamados "partidos dinásticos", conservadores y liberales, encabezados por Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasta se alternarán en el poder.
2.1.1.1.1. La muerte de Alfonso XII, dio paso a la regencia de María Cristina, periodo que se inicia con el gobierno de Sagasta caracterizado por la aprobación de la Ley de Asociaciones, la libertad de prensa, la extensión del sufragio universal a los hombres (1890) y la creación de la institución del jurado, entre otros avances,
3. Una sociedad cambiante
3.1. La Restauración lleva aparejada una profunda centralización administrativa y legal. Los nacionalismos catalán y vasco no tardan en reaccionar. El primero unido a su propia revolución burguesa y a la identidad cultural; el segundo, que había perdido los Fueros tras las guerras carlistas, buscaba definir su futuro. Aparece el Partido Nacionalista Vasco, la Liga de Cataluña y la Unión Catalanista.
3.1.1. El movimiento obrero se agrupa en torno al PSOE que propugna la lucha pacífica y la participación electoral, la UGT (fundada en 1888) y el anarquismo en la Federación de Trabajadores de la Región Española. La monarquía cuestionará estos movimientos con una fuerte represión, con especial virulencia contra el anarquismo. El territorio de muchos de estos enfrentamientos será Cataluña.
3.1.1.1. La Iglesia evoluciona, desde una primera posición de intransigencia, hacia la conciliación. En la aprobación de la Constitución de 1876, se plantea un duro conflicto en relación a la aplicación del artículo 11, que decía:
3.1.1.1.1. «La religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado. La Nación se obliga a mantener el culto y sus ministros. Nadie será molestado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral cristiana».
4. Gobiernos de la Restauración hasta 1898
4.1. La novedad importante de los sucesivos gobiernos de la Restauración fue el turno pacífico de la alternancia entre los dos partidos dinásticos, mediante el curioso sistema de realizar la transferencia de poder al partido contrario que procedía a la convocatoria de elecciones que legitimaran su gobierno, en una inversión del orden natural de dicho proceso.
4.1.1. Las primeras elecciones de la Restauración tuvieron lugar el 20 de enero de 1876, obteniendo la mayoría los liberal conservadores de Cánovas, con 333 escaños.
4.1.1.1. El ascenso al poder del general Martínez Campos condujo a una convocatoria de elecciones para el 20 de abril de 1879 que otorgó a los liberal-conservadores 293 escaños. Cánovas volvió al poder en diciembre del mismo año como resultado de la división en las filas conservadoras debido a la ley de abolición de la esclavitud en las Antillas.
4.1.1.1.1. El asesinato de Cánovas, junto al momento más crítico de la guerra de Cuba, además de las querellas internas en las filas conservadoras, precipitó el retorno al poder de Sagasta. Tras la habitual disolución de las Cámaras, las nuevas elecciones proporcionaron una cómoda mayoría a los liberales, con 284 escaños.ante un Partido .
5. Crecimiento Económico
5.1. La emigración a América, el débil crecimiento poblacional (España cuenta sólo con 18,5 millones de habitantes en 1900) y situaciones de hambrunas y epidemias, produjeron una desigualdad creciente entre España y el resto de los países europeos.
5.1.1. El desarrollo de la industria y de las comunicaciones es escaso. Mientras Europa vive plenamente la revolución industrial, solamente Cataluña (con la implantación del ferrocarril y la industria textil),
5.1.1.1. Zonas del País Vasco (siderurgia en Bilbao), y las explotaciones mineras en Andalucía (hierro, cobre y plomo) y Asturias (carbón) avanzan en el camino del progreso. Esto acentuará la desigualdad regional.
5.1.1.1.1. De todos los hechos expuestos nació una alianza de intereses entre los grupos industriales catalanes y los agricultores terratenientes cerealistas que mantenían intereses comunes proteccionistas.
6. Evolucion
6.1. La cultura se abre al mundo
6.1.1. El desarrollo industrial, la estabilidad institucional y la mejora de los intercambios con otros países europeos, da lugar a pequeños pero significativos cambios en la cultura española.
6.1.1.1. La Iglesia católica, apoyada por la política clásica y dinástica, sigue jugando un papel fundamental en la cultura popular de finales del siglo XIX cuando el 65% de la población española es analfabeta.
6.1.1.1.1. Sin embargo, empieza a mostrar su energía el movimiento obrero español con la apertura de ateneos libertarios y escuelas populares, muy ideologizadas pero que permiten a muchos hombres y mujeres de las zonas rurales acceder a unos mínimos conocimientos.
6.2. El desastre del 98
6.2.1. En 1898, dentro de un sistema político bastante estable, se pierden las posesiones de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, los últimos territorios españoles en América y Asia, en una guerra con Estados Unidos que resultó humillante para toda la sociedad española.
6.2.1.1. Este periodo es conocido como el del "desastre" y conmocionó todo el sistema social.
6.2.1.1.1. La política de Cánovas había sido la de contención frente a las demás potencias, incluidas las emergentes (Estados Unidos y Alemania).
6.3. El regeneracionismo
6.3.1. Tras la pérdida de las colonias, en España se producen movimientos que tratan de superar una crisis que es también de identidad. Surge lo que se ha denominado regeneracionismo, esto es, un proceso a través del cual poder superar los modos y políticas del pasado para encontrar un camino nuevo en todos los órdenes.
6.3.1.1. Tras el gobierno de Sagasta y su protagonismo en el Desastre, se impuso un cambio de gobierno, encargado a los conservadores, presidido por Francisco Silvela
6.3.1.1.1. Tras la pertinente disolución de las Cortes, se convocan elecciones el 16 de abril de 1899, con una tenue intervención del Ministerio de Gobernación, regentado por Dato.
6.4. La crisis del sistema del turno (1914-1922)
6.4.1. Tras unos gobiernos de transición de Manuel García Prieto y el conde de Romanones, se encargó el gobierno al conservador Eduardo Dato, quien convocó elecciones en marzo de 1914.
6.4.1.1. El artículo 29 seguía plenamente vigente, por lo que el gobierno volvió a ganar, aunque con una exigua mayoría de 188 escaños, que, por primera vez, no era lo suficientemente holgada para gobernar, si bien la oposición estaba bastante fragmentada.
6.4.1.1.1. Por ello, el gabinete datista buscó el apoyo de otras minorías conservadoras para mantenerse, de forma inestable, hasta diciembre de 1915.
6.5. La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
6.5.1. Con el apoyo del ejército, de la burguesía y del rey Alfonso XIII de Borbón, la dictadura de Primo de Rivera sólo fue contestada por los sindicatos obreros y los republicanos, cuyas protestas fueron inmediatamente acalladas con la censura y la represión.
6.5.1.1. Se creó un Directorio Militar con nueve generales y un almirante, cuya finalidad en sus propias palabras era "poner España en orden" para devolverla después a manos civiles. Se suspendió la Constitución, se disolvieron los ayuntamientos, se prohibieron los partidos políticos y se restableció el somatén como milicia urbana.
6.5.1.1.1. Los sistemas democráticos se tambalean también en Europa. El fascismo se implanta en Italia en 1925, se funda en Alemania el Partido nazi, Rusia queda sometida a la dictadura de Stalin y los regímenes totalitarios alcanzan a Portugal y Polonia.