1.1. No requiere de ninguna condición externa para ser buena
1.2. No depende de los resultados o efectos de las acciones
2. Todos los bienes están condicionados por una buena voluntad
2.1. La felicidad (satisfacción en el propio estado) no es un fin propio de un ser dotado de razón práctica, sino un fin instintivo.
2.2. La felicidad, la riqueza, el poder, la moderación (virtudes éticas), el dominio de sí, etc., pueden convertirse en males si su uso no está orientado por una buena voluntad.
3. La buena voluntad es el fin de la razón práctica
3.1. La naturaleza dotó al ser humano de una razón con influencia sobre sus acciones: razón práctica.
3.2. La naturaleza conforma a los organismos de acuerdo con el concepto de finalidad, de manera que cada órgano o facultad cumple una función esencial e insustituible
3.3. El fin del ser humano, en tanto ser dotado de razón práctica por la naturaleza, no puede consistir en la felicidad, pues para dicho fin la razón resulta superflua, incluso contraproducente.
3.4. El fin de la razón práctica es constituir una voluntad buena, es decir, una voluntad dirigida hacia los fines universales que sólo la razón puede establecer.
