1. El objetivo principal de las adaptaciones curriculares y la utilización de estrategias educativas específicas debe ser, ante todo, lograr una adecuada integración escolar de los niños con síndrome de Down en la escuela ordinaria.
1.1. Su paso por la escuela deben entenderse, así mismo, como un paso más en el proceso de inclusión social que comienza en la familia y culmina en la etapa adulta, con su participación en la sociedad como ciudadanos con idénticos derechos y deberes que el resto.
2. Síndrome de Down.
2.1. El síndrome de Down es una alteración genética producida por la presencia de un cromosoma extra entero o una parte de él en la pareja cromosómica 21.
2.2. Como hemos dicho, cada persona con síndrome de Down es diferente, con sus dificultades y habilidades. No obstante, podemos encontrar una serie de características bastante comunes que dificultan o retrasan el aprendizaje de estos niños y niñas.
2.2.1. Les cuesta cor relacionar y elaborar los conceptos aprendidos para tomar decisiones secuenciales y lógicas
2.2.2. Problemas para manejar diversas informaciones, especialmente si se les presentan de forma simultánea
2.2.3. Dificultades de abstracción y de conceptualización por sus limitaciones cognitivas.
2.2.4. Mayor facilidad para olvidar lo aprendido.
2.2.5. Escasa iniciativa y proactividad.
3. Problemas de Aprendizaje.
3.1. El problema al que se enfrentó esta comisión es el de determinar qué alumnos presentaban problemas o características mentales con cierto déficit. El psicopedagogo debería estudiar los problemas de los niños con dificultades inespecíficas.
3.1.1. Aunque cada intervención educativa es diferente, existen ciertos principios comunes a los que debe ajustarse todo proceso reeducador, independientemente de la naturaleza del problema. Estos principios son:
3.1.1.1. La intervención ha de fundamentarse en un bien diagnóstico previo.
3.1.1.2. La intervención debe atender a la valoración que el alumno hace de sí mismo.
3.1.1.3. La enseñanza reeducadora debe ser individualizada.
3.1.1.4. El programa correctivo debe ser estimulante y motivador.
3.1.1.5. El tratamiento debe atender a todas las circunstancias ambientales que rodean al alumno.
3.1.1.6. Se ha de mantener una evaluación continua sobre el progreso del alumno.
3.2. La intervención psicopedagógica establece la necesidad de la figura del psicopedagogo desde una orientación técnico-educativa. Esto significa que el psicopedagogo transcienda de una tarea psicotécnica y de orientación individual a ser un elemento esencial dentro del centro escolar ocupándose de una completa gama de áreas de intervención.
3.2.1. El nivel pedagógico de la clase por lo que respecta a los niveles medios de instrucción y las posibles deficiencias concretas en algunos campos (matemáticas, lenguaje).
3.2.2. Hacer un análisis psicológico de la clase problema (niveles de ansiedad, agresividad o pasividad).
3.2.3. Análisis sociométrico de una clase mal estructurada tratando de reforzar la cohesión del grupo para fundamentar un mejor rendimiento escolar.
4. Déficit de atención con hiperactividad.
4.1. El TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno neurobiológico de carácter crónico, sintomáticamente evolutivo y de probable transmisión genética que afecta entre un 5 y un 10% de la población infantil, llegando incluso a la edad adulta en el 60% de los casos.
4.1.1. El `ambiente preparado` consta de tres aspectos fundamentales: la guía, el niño y el material. El ambiente debe ser acorde a las características físicas del niño y propicio para la motivación y realización de actividades de desarrollo.
4.2. A continuación vamos a ver de qué manera podemos ajustar el método Montessori a las diferentes dificultades que suelen presentarlos niños con TDAH.
4.2.1. Relacionadas con la falta de autocontrol y la impulsividad.
4.2.2. Se levantan con frecuencia.
4.2.3. Molestan o interrumpen a los compañeros.
4.2.4. Corre por el centro escolar.
4.2.5. No termina la tarea propuesta.
4.2.6. Presentan dificultades a la hora de consolidar aprendizajes que sean más teóricos que experimentales.
4.2.7. Relacionadas con la atención y la memoria de trabajo.
4.2.8. Parece no escuchar.
5. Déficit de atención sin hiperactividad.
5.1. Los niños con déficit de atención o TDA, presentan en muchas ocasiones confusión e inatención, lo que les lleva a una pérdida importante de la información. Generalmente, presentan un tempo cognitivo lento.
5.2. Las características más destacables del déficit de atención o TDA son:
5.2.1. Tienen una gran dispersión mental y se distraen muy fácilmente.
5.2.2. Les cuesta entender las cosas de un modo claro y rápido. Parece que nunca entienden las órdenes al cien por cien.
5.2.3. El tipo predominantemente inatento o comúnmente llamado Trastorno por Déficit de Atención o TDA, involucra falta de atención y concentración, así como también un comportamiento de distracción.
5.2.4. Cualquier tarea que implique mucha atención o concentración les supone un esfuerzo titánico que no siempre son capaces de mantener hasta el final.
5.3. Las características más destacables de la hiperactividad son:
5.3.1. Normalmente es incapaz de acabar algo que le suponga un esfuerzo (a no ser que le motive especialmente).
5.3.2. Cuando habla se expresa con excesiva locuacidad. No puede esperar su turno e interrumpe con facilidad a los demás.
5.3.3. Es muy impaciente y le cuesta estar sentado de forma relajada.
5.3.4. Su impulsividad le lleva a precipitarse en la mayoría de sus acciones
6. Coeficiente intelectual menor de 70.
6.1. Una capacidad intelectual significativamente inferior al promedio se define como un CI situado alrededor de 70 o por debajo de 70.
6.1.1. De este modo es posible diagnosticar retraso mental en sujetos con cocientes intelectuales situados entre 70 y 75, pero que manifiestan déficit significativos de su comportamiento adaptativo.
6.2. La elección de instrumentos de evaluación y la interpretación de los resultados deben tener en cuenta factores que pueden limitar el rendimiento en los tests p. ej., el origen sociocultural del sujeto, su lengua materna y sus discapacidades sensoriales, motoras y comunicativas asociadas.
6.3. Este retraso se caracteriza en que el CI se situa entre 50-55 y aproximadamente 70. El retraso mental leve es equivalente en líneas generales a lo que se considera en la categoría pedagógica como «educable».
6.3.1. Este retraso se caracteriza en que el CI se situa entre 35-40 y 50-55 aproximadamente 70. El retraso mental moderado equivale aproximadamente a la categoría pedagógica de adiestrable.