La tesis del partido del cartel: una reformulación - Richard S. Katz y Peter Mair

1. 1990, la globalización económica comenzó a ser reconocida como una seria limitación a la capacidad de todos los gobiernos para administrar la economía. En 1989, se rompió el Muro de Berlín y terminó la Guerra Fría. Menos de tres años después, en febrero de 1992, los Estados miembros de la Unión Europea firmaron el Tratado de Maastricht. Y en enero de 1995, se estableció la Organización del Comercio Mundial.

2. Estos signos de movimiento hacia el estado representan una de las cosas más llamativas que el proyecto original identificó empíricamente, y sugirieron una serie de hipótesis o conclusiones que posteriormente fueron importantes en el argumento del cartel.

2.1. 1.- Los partidos estaban mucho más influenciados por el estado de lo que se pensaba. Si los partidos estaban más influenciados por el estado y se acercaban al estado, entonces, en nuestra metáfora, también era probable que se alejaran más de la sociedad 2.- Si los partidos estaban fuertemente influenciados por el estado y se habían acercado más a las instituciones del estado, entonces era probable que comenzaran a parecerse entre sí.Mucho más se compartiría entre partidos, incluidos sus medios de comunicación, sus principales fuentes de financiación, su forma organizativa interna y sus modos de adaptación a las leyes de los partidos, y su experiencia cada vez más común de ocupación de oficinas públicas. 3.- Las leyes y reglas que influyen en los partidos fueron aquellas que ellos mismos, como gobernadores, habían estado involucrados centralmente en la elaboración y redacción. Una vez que se reconoce este punto, las partes ya no se ven simplemente como objetos, sino que también son sujetos. Además, son únicos en el sentido de que tienen la capacidad de diseñar su propio entorno legal.

3. Implicaciones y preguntas de investigación

3.1. Existen factores de restricción que limitan el grado a que las partes siguen el camino que hemos identificado. Al mismo tiempo, sin embargo, parece improbable que las partes inviertan, o puedan, revertir su deriva hacia el estado, o que de alguna manera puedan revitalizar su presencia organizativa en el terreno.

3.2. También parece improbable que las partes, al menos dentro de la corriente principal, descubran una gran división o una nueva base para la polarización política, y cuando alguien recuerda el derramamiento de sangre frecuentemente asociado con preguntas polarizadoras de clase o religión, no está claro que sería deseable cambiar el himno. -derechos, el margen de maniobra es limitado o la capacidad de decisión se ha delegado en otra parte.

3.3. El medio ambiente ofrece un conjunto de problemas, la inmigración ofrece otro, el orden internacional ofrece un tercero.

3.4. A menos que los partidos puedan representar y gobernar, puede resultarles cada vez más difícil legitimar su comando de las instituciones gubernamentales y la apropiación de los recursos públicos.

3.5. El partido como activista intenta llegar al mayor número posible de votantes, pero los vínculos que establece con estos votantes son, en el mejor de los casos, contingentes, instrumentales y a corto plazo.

4. En 1992, prácticamente todo el énfasis en nuestra explicación del cambio de partido se basó en factores internos, ya sean sociales, políticos o institucionales. En retrospectiva, se dice que la influencia de los factores externos extraídos de los mundos de la política y la economía internacionales también debe tenerse en cuenta.

5. Desenredando la Tesis del Partido del Cartel

5.1. Aunque nuestro proyecto de recopilación de datos sobre la organización del partido no comenzó a partir de una hipótesis o teoría particular, nuestra atención se dirigió rápidamente a una serie de desarrollos del mundo real que parecían ser sorprendentes, razonablemente generalizados y que generalmente no se tenían en cuenta. El primer desarrollo de este tipo fue el evidente movimiento de los partidos hacia el estado La mayor parte de lo que se había teorizado o hipotetizado sobre organizaciones de fiestas y su desarrollo, y la mayoría de los escritos sobre la fiesta de masas y la fiesta general en particular, había considerado a la sociedad como la fuerza impulsora clave y como el lugar donde las explicaciones para el cambio de partido podrían buscarse mejor. por supuesto Estas influencias del estado y del gobierno incluyeron la práctica ahora bien documentada pero menos conocida de las subvenciones estatales A fines de la década de 1980, había muy pocos partidos notables que no hubieran disfrutado de una experiencia reciente en la oficina gubernamental a nivel nacional.

6. Dando sentido a la cartelización

6.1. Cada vez más, los partidos se veían y se veían a sí mismos como intermediarios entre grupos sociales y entre grupos sociales y el estado, en lugar de ser los brazos políticos de grupos específicos.

6.2. Los conflictos ideológicos se habían transformado en diferencias amorfas en la orientación general izquierda-derecha.

6.3. Un componente importante de la competencia electoral involucraba la provisión de servicios públicos, con los partidos que efectivamente solicitaban el apoyo de los votantes al prometer más servicios (especialmente a la izquierda) e impuestos más bajos.

6.3.1. Esta situación enfrentó a las partes con tres clases de problemas interrelacionados

6.3.1.1. 1. la moderación de clase y otros conflictos subculturales y la creciente homogeneidad de experiencias y expectativas de la gran mayoría de los ciudadanos asociados con el surgimiento de la sociedad de masas y el estado del bienestar redujo el valor de las apelaciones a la solidaridad cultural o clasista.

6.3.1.2. 2. En el modo más efectivo de hacer campaña, y con el consiguiente aumento de la necesidad de experiencia profesional, los costos económicos de la competencia restante aumentaron más rápidamente que la capacidad o la voluntad de pagar a la parte en el terreno.

6.3.1.3. 3. si se acepta la idea de que existe un límite real más allá del cual la provisión de bienes públicos no se puede expandir sin crear una crisis fiscal, entonces los gobiernos de muchos estados de bienestar parecen haberse respaldado en una esquina de la que solo se escapan, y potencialmente incluso con aumentos de impuestos insostenibles