1. Su uso excesivo contribuye por un lado, al aumento del estrés y la sensación de soledad y por otro, a la disminución del sentimiento de felicidad.
2. Algunos estudios han relacionado la adicción a las redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter con una baja autoestima.
2.1. El autoestima también se ve afectada de manera negativa cuando, para impresionar a los demás, se inventa una vida que no tiene.
3. El estado afectivo depresivo favorece el acceso a Internet en un intento de disminuir los síntomas depresivos con el fin de mejorar su relación social a través de este medio virtual.
4. Las redes sociales han cambiado la forma de relacionarnos y han llegado a influir, en algunos casos, en nuestro comportamiento.
5. Cada persona utiliza las redes sociales con una finalidad: difundir su trabajo, dar a conocer una empresa, vender productos y servicios o contactarse con sus amigos.
6. Las redes sociales no son malas ni peligrosas, sino el uso que hacemos de ellas.