1. Vanessa Anaya Jácome A01021985
2. Hacer lo que es debido
2.1. Los filósofos y teólogos medievales creían que el intercambio de productos debía estar regido por el “precio justo”.
2.2. Los economistas decían que en una economía de mercado, los precios son dados por la oferta y demanda, o sea que no existe el “precio justo”.
2.3. Jeff Jacoby reconocía que las subidas de precios despiertan la ira, pero que la cólera de la gente no justifica que se interfiera en el libre mercado.
2.4. Mientras el fiscal general Crist, defendía la ley que prohibía las subidas de precios, rechazaba que tales precios correspondieran a un intercambio libre.
3. Bienestar, libertad y virtud
3.1. El debate gira alrededor de 3 ideas. Cada una apunta a una manera de concebir la justicia.
3.1.1. Maximizar el bienestar
3.1.2. Respetar la libertad
3.1.3. Promover la virtud
3.2. El argumento común en favor de los mercados sin restricciones tiene 2 afirmaciones:
3.2.1. El bienestar; los mercados promueven el bienestar de la sociedad al ofrecer incentivos para que los individuos trabajen y suministren a los demás.
3.2.2. Libertad: sostiene que los mercados respetan la libertad individual en vez de imponer un cierto valor a los bienes y servicios. Las personas pueden escoger por si mismas el que le dan a lo que intercambian.
3.3. La indignación contra quienes cobran precios abusivos remite a un argumento moral.
3.3.1. La indignación es ira contra la injusticia.
3.3.2. Crist llegaba al origen moral cuando se preguntaba “hasta donde debe llegar la codicia en el corazón de algunos para que pretendan aprovecharse de quienes están sufriendo”
3.3.2.1. Argumento de la virtud
3.3.3. La codicia es un vicio que una buena sociedad debe desalentar.
3.3.3.1. Las leyes contra los precios abusivos no pueden abolir la codicia, pero si pueden demostrar que la sociedad la desaprueba.
3.3.3.2. Al castigar la codicia, la sociedad expresa su adhesión a la virtud cívica del sacrificio compartido por el bien común.
3.4. Aristóteles señala que la justicia consiste en dar a cada quien lo que merece, y para saber lo que merecen se debe determinar qué virtudes son dignas de recibir recompensas.
3.4.1. Para él la ley no puede ser neutral en lo que se refiere a las características de una vida buena.