1. 13-15
1.1. Las tropas que se elijan deben velar por el bien del principado. Es necesario destacar sus diferencias. Auxiliares: pueden ser útiles para sus amos, pero pueden llegar a ser traicioneras, pues, si ganan pueden llegar a abusar de su poder. Mercenarias: son fieles a su líder y son unidas, pero no garantizan el triunfo. Por ello se considera que es mejor perder o ganar con armas propias que utilizando armas ajenas.
1.1.1. Un príncipe no debe pensar en algo más que en el arte de la guerra, pues es todo lo que compete a su cargo. Un príncipe sin conocimientos sobre la guerra puede ser fácilmente despreciado por no saber defender a su pueblo.
1.1.1.1. Es necesario que todo príncipe que quiera mantenerse en su cargo, aprenda a no ser bueno y a practicarlo o no de acuerdo a la necesidad.
2. 16-18
2.1. Presenta dos posturas. Practica la generosidad con todos aquellos a quienes no quita, y practica la avaricia con todos aquellos a quienes no da. En ambos casos, gana seguidores y es amado por el pueblo.
2.1.1. Vale más ser amado que temido o temido que amado, declaro entonces que es más seguro ser temido que amado. Los hombres olvidan el amor, pero nunca el temor y por esto, disminuye la posibilidad de ser sustituido. Aunque debe generar ambos sentimientos al mismo tiempo para proteger su posición.
2.1.1.1. En el poder, es bueno e importante poseer virtudes, pero es más importante aparentarlas. Como el valor de la palabra dada, donde plantea estrategias para que quien gobierna siga y, que, en todo momento cumpla con lo dicho, o no quedar como mentiroso al no cumplir lo prometido.
3. 19-21
3.1. Los único que debe evitarse es que nazca un sentimiento de menosprecio y odio hacia él, ya que llegan a ser defectos que pueden llevar a que el pueblo vaya en contra su propio gobernante y/o que lo ataquen las potencias extranjeras. Se debe tenerlos contentos y satisfechos.
3.1.1. Que tan útiles o no son las cosas que hace un gobernante diariamente, si es beneficioso dar armas al pueblo para que se conviertan en las suyas o desarmarlos, fomentar resistencias para aplastarlas y que así aumente su poder.
3.1.1.1. El príncipe debe ingeniarse por parecer grande e ilustre en cada uno de sus actos. Así será digno de ser amado por sus seguidores y los que forman parte del gobierno, debe saber manejar bien la política interna y mostrarse como ejemplo al pueblo con sus acciones.
4. 22-26
4.1. La primera opinión que se tiene del juicio de un príncipe se funda en los hombres que lo rodean. Saber escoger y manejar a las personas que acompañaran al mandatario en su ejercicio del poder, deben ser capaces y fieles para evitar traiciones.
4.1.1. Que los buenos consejos vengan de quien vinieren, nazcan de la prudencia del príncipe y no la prudencia del príncipe de los buenos consejos. Por esto es necesario que se aleje de los aduladores, porque para quedar bien le mentirán. Debe rodearse de hombres de buen juicio, que sea libres para decirle la verdad.
4.1.1.1. Los hombres se ganan con las cosas presente que con las pasadas, y si en las presentes hay beneficio, las gozan sin buscar nada. El príncipe tendrá la doble gloria de haber creado un principado nuevo y de haberlo mejorado.
4.2. La fortuna se manifiesta con todo su poder ahí donde no hay virtud preparada, pero no todo debe dejarse en manos de esta. Los hombres procederán de manera distinta, pero hay que prepararse para las adversidades para poder hacerles frente.
4.2.1. Expone las causas por la cuales los príncipes de Italia han perdido sus Estados, y menciona la falta de militares, la mala relación con el pueblo, también la falta de previsión y de decisión en la toma de decisiones.
5. 1-3
5.1. Los Estados son los que a través del tiempo han ejercicio soberanía entre los hombres; siendo repúblicas o principados. En este apartado se habla de principados que, pueden ser hereditarios (antiguos), nuevos y con miembros agregados (mixtos). Cada uno de estos principados son concebidos por armas propias o ajenas; suerte o virtud.
5.1.1. Gobernar un principado heredado (antiguo) es mucho más fácil que gobernar bajo otro tipo de principado; pues, no es necesario sustituir leyes o generar mayores cambios. Basta con cumplir con lo que previamente se estableció y que funcionó a lo largo del tiempo. Sin embargo, aunque no se está exento del rechazo de los súbditos, es todavía menor que el rechazo de un nuevo gobernante.
5.1.1.1. El principado nuevo y el principado mixto están destinados al rechazo de sus súbditos que, al inicio buscaron sustituir a su anterior gobierno, pues, cuando experimentan nuevos cambios se dan cuenta que el nuevo principado no podrá satisfacer sus expectativas, no estando conformes con sus nuevas imposiciones; obligando al nuevo principado a mantener su gobierno de la misma forma en que fue adquirido: usando la fuerza.
6. 4-6
6.1. Los principados siempre han sido gobernados de dos formas distintas: Por un príncipe que elige sus siervos que, lo son todos los habitantes quienes le reconocen como único soberano. O por un príncipe asistido por nobles que, deben su cargo a su linaje y que tienen autoridad y sus propios súbditos en diferentes sectores.
6.1.1. Solo hay tres formas de conservar un Estado que, antes de ser adquirido, estaba acostumbrado a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad: primero, destruirlo; después radicarse en él; por último dejarlo regir por sus leyes, obligarlo a pagar un tributo y establecer un gobierno compuesto por un corto número de personas para que también se encargue de velar por la nueva conquista.
6.1.1.1. Si un principado se adquiere por la fuerza, se debe estar convencido de que solamente por la fuerza podrá mantenerse. “Todos los profetas armados han vencido; desarmados se han arruinado”. “Como los pueblos son inconstantes y volubles, hay que saber usar la fuerza para convencerlos”.
7. 10-12
7.1. Medir las fuerzas de los principados es esencial para su supervivencia, pues, hay que tener presente la riqueza y las armas con las que se cuenta para defenderse de quienes invadan su territorio.
7.1.1. Los principados eclesiásticos son juzgados por la forma en que son elegidos sus gobernantes, sin embargo, son considerados los únicos principados seguros y únicos por dos leyes que les rigen: Ley humana y Ley Divina.
7.1.1.1. Es necesario que un príncipe demuestre su poder a través de nuevos cimientos: leyes y buenas tropas que puedan y quieran defenderle. Estas son propias, mercenarias o mixtas.
8. 7-9
8.1. Quienes se convierten en príncipes por suerte o riqueza, poco esfuerzo necesitan para serlo, pues han sido colocados en un puesto por otros que, teniendo presente su falta de preparación los lanzan al arte del mando, teniendo presente su falta de preparación que -a diferencia de muchos que han llegado al cargo por su linaje, han estado preparados al llegar su momento
8.1.1. También existe otra forma de llegar al poder: desde un camino de crueldades; estas pueden ser bien practicadas: necesarias para consolidar el gobierno. Malas crueldades: buscan generar malestar y miedo ciudadano.
8.1.1.1. Es la llegada al poder por la permisión del pueblo que, no se opone ante la llegada de un nuevo príncipe. “Debe pues, aquel que llega a príncipe por el favor popular conservarlo amigo, lo cual le es fácil, pues el pueblo pide de él no ser oprimido”.