1.1. La erosión: Desgaste y modelación de la corteza terrestre causados por la acción del viento, la lluvia, los procesos fluviales, marítimos y glaciales, y por la acción de los seres vivos.
1.2. La pérdida de carbono orgánico: Almacenado en el suelo afecta a su fertilidad y capacidad de regulación del clima.
1.3. La salinización: Es un proceso químico de origen natural o inducido por las actividades antrópicas mediante el cual ocurre el aumento, ganancia o acumulación de sales solubles en el suelo, lo cual tiene implicaciones negativas sobre los servicios y las funciones ecosistémicas y ambientales que ofrecen los suelos.
1.4. La compactación: Es el proceso por el cual un esfuerzo aplicado a un suelo causa densificación a medida que el aire se desplaza de los poros entre los granos del suelo.
1.5. La acidificación: Es el proceso por el cual el suelo absorbe cationes de hidrógeno, reduciendo su pH.
1.6. La contaminación química: La industria, la minería, las actividades militares, la gestión de desechos —aquí entra la basura tecnológica— y aguas residuales, la agricultura, la ganadería y la construcción de infraestructuras urbanas y de transportes.
2. Consecuencias
2.1. Daños a la salud Los contaminantes de la tierra pasan a nuestro organismo a través de la cadena trófica, propiciando la aparición de enfermedades. Además, la propagación de los antibióticos por el medio ambiente favorece la resistencia de los patógenos a estos fármacos.
2.2. Peores cultivos Los agentes de la contaminación del suelo comprometen la seguridad alimentaria de la población mundial al disminuir la cantidad y la calidad de las cosechas.
2.3. Cambio climático La degradación del suelo liberó entre 3.600 y 4.400 millones de toneladas anuales de CO2 a la atmósfera en la primera década del siglo XXI.
2.4. Contaminación de agua y aire El deterioro de la superficie terrestre repercute en la calidad del agua y del aire, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
2.5. Desplazamientos de población La degradación del suelo y el cambio climático obligarán a emigrar a entre 50 y 700 millones de personas para el año 2050.
2.6. Desaparición de especies La contaminación del suelo es una de las principales causas que podrían desencadenar la sexta extinción masiva de la historia —la población terrestre de vertebrados ya se redujo un 38 % entre 1970 y 2012—.
2.7. Desertificación El número de habitantes de las zonas más áridas del planeta podría suponer el 45 % de la población mundial en 2050, mientras los humedales del mundo han perdido el 87 % de su área en los últimos tres siglos.
