DESARROLLO CEREBRAL Y ASUNCIÓN DE RIESGOS DE LA ADOLESCENCIA

Desarrollo cerebral y asunción de riesgos de la adolescencia.

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DESARROLLO CEREBRAL Y ASUNCIÓN DE RIESGOS DE LA ADOLESCENCIA por Mind Map: DESARROLLO CEREBRAL Y ASUNCIÓN DE RIESGOS DE LA ADOLESCENCIA

1. Implicaciones prácticas

1.1. Los primeros años de la adolescencia son una etapa de mucha vulnerabilidad frente a las conductas de riesgo a las que se ven impulsados los adolescentes y la carencia de una madurez en las estructuras asociadas con la autorregulación de la conducta.

1.2. Debido a la poda neuronal de esta etapa, las experiencias personales son muy importantes en el desarrollo del adolescente ya que reestructuran al cerebro en función del uso que se le esté dando.

1.3. El consumo de sustancias durante esta edad puede generar deterioros estructurales que no se presentan si el consumo empieza en la edad adulta.

1.4. La parentalidad afectuosa durante la infancia y la adolescencia contribuyen a un adecuado desarrollo de la corteza prefrontal y con ello el control de la conducta.

1.5. Los efectos negativos duraderos del estrés también influyen en la hiperexcitabilidad de las regiones del circuito mesolímbico como la amígdala, el hipocampo o el córtex prefrontal medial.

1.6. A pesar de lo expuesto, la toma de riesgos en la adolescencia también puede acarrear ventajas desde un punto de vista evolutivo, que se convierten en un requisito para el logro de la identidad, la aceptación en un grupo o el aumento de la autoestima.

1.7. Por esto resulta importante proporcionar a los jóvenes actividades estimulantes adecuadas que no presenten las consecuencias de conductas negativas como el consumo de drogas, como la actividad física y deportiva.

1.8. los adolescentes no son sujetos maduros e incompetentes. A partir de los 15-16 años, sus capacidades cognitivas no se diferencian mucho de las de los adultos, y en situaciones de calma y baja activación socio-emocional sus decisiones suelen tan ser sensatas y racionales como las de las personas mayores.

2. Desequilibrio entre el circuito motivacional y el cognitivo

2.1. Como consecuencia de los diferentes ritmos de maduración de estos dos circuitos, se produce un desequilibrio entre ambos.

2.2. El motivacional se encuentra muy influido por las hormonas sexuales y los cambios de la pubertad, mientras que el cognitivo es de maduración más lenta y no se ve afectada por los cambios hormonales; se desarrolla hasta la adultez temprana.

2.3. Durante la adolescencia temprana la activación del circuito motivacional y la falta de madurez en el circuito autorregulatorio, llevan a una dificultad en el control inhibitorio de la conducta impulsiva.

2.4. Se observa una regresión comportamental, caracterizada por descensos en la ejecución de ciertas tareas de emparejamiento de estímulos, asunción de perspectivas o reconocimiento de rostros.

3. La corteza prefrontal y la regulación de la conducta adolescente

3.1. La inmadurez en el lóbulo frontal en los adolescentes los hace más susceptibles a fallos en el proceso cognitivo de planificación y formulación de estrategias, influyendo también en errores de perseverancia típicos en adolescentes.

3.2. La mayor impulsividad y la implicación en conductas de riesgo se relacionan también con la falta de madurez del lóbulo frontal, que desempeña un importante papel en la toma de decisiones.

3.3. Se han encontrado relaciones entre la corteza prefrontal y capacidades relacionadas con la cognición social, como la autoconsciencia, la empatía, adopción de perspectivas, teoría de la mente.

3.4. Se ha observado en los estudios con adolescentes que aunque su procesamiento cognitivo y toma de decisiones empieza a mejorar su desarrollo rápidamente hasta la adolescencia media y tardía, estos suelen mantener por un periodo más prolongado su deseo de nuevas sensaciones y la implicación en conductas de riesgo.

3.5. Esta aparente paradoja se puede explicar desde la metodología de los estudios: en una situación de laboratorio, predominará más una sensación de ansiedad ante la situación de riesgo hipotética por lo que será más fácil evitar la conducta de riesgo; a diferencia de una situación real en la que predominaría la euforia en lugar de la ansiedad, favoreciendo la aparición de la conducta de riesgo.

4. La maduración del cerebro

4.1. El número de neuronas no presenta cambios significativos a lo largo del desarrollo

4.2. En los primeros años después del nacimiento se da una proliferación sináptica, un proceso de arborización o sinaptogénesis (creación de nuevas conexiones sinápticas), proceso que termina al final de la infancia con la eliminación de las conexiones que no se utilizan fortaleciendo las conexiones restantes con la mielinización.

4.3. Este proceso se ve influido por las experiencias vividas por el sujeto, (plasticidad cerebral)

4.4. se ha demostrado que ciertas áreas de cerebro aún continúan su proceso de desarrollo hasta la adolescencia y adultez temprana, tal es el caso especialmente de la corteza prefrontal, mejorando la realización de tareas cognitivas.

4.5. La corteza prefrontal tiene un papel importante en las funciones ejecutivas y la autorregulación de la conducta; de esto se surge una relación entre estos cambios cerebrales y las conductas de riesgo y búsqueda de sensaciones en los adolescentes.

4.6. El fortalecimiento de las conexiones entre el lóbulo prefrontal y algunas estructuras límbicas como la amígdala, el hipocampo y el núcleo caudado.

4.7. Las actitudes impulsivas y acciones irracionales características en adolescentes se podrían explicar por la falta de conexión entre las áreas subcorticales que regulan la conducta a partir de la emoción y el lóbulo prefrontal, que aporta la regulación desde lo racional.

5. Si la inmadurez en el lóbulo frontal fuera el único factor asociado con las conductas de riesgo, estas serían mucho mayores en los niños que en los adolescentes. Sin embargo, no es así, y esto puede explicarse debido a los cambios que ocurren en la adolescencia en el circuito mesolímbico asociado con la motivación y la recompensa. Este circuito utiliza la dopamina para dotar al adolescente de sensaciones de euforia frente a situaciones de riesgo que generan placer como el sexo, la comida, el abuso de drogas.

6. La adolescencia como etapa conflictiva

6.1. Algunos autores han descrito a la adolescencia desde una perspectiva: -negativa -etapa conflictiva -llena de problemas -sensaciones de estrés y perturbación

6.2. Durante esta etapa aumentan los problemas en tres áreas: -Los conflictos con los padres. -La inestabilidad emocional. -Las conductas de riesgo.

6.3. Se ha asociado estos cambios con los cambios hormonales de la pubertad. Sin embargo, se ha encontrado que las hormonas influyen poco en estos comportamientos, y los cambios cerebrales serían los responsables más directos.

7. Circuitos cerebrales relacionados con la motivación y la recompensa

7.1. La activación del núcleo accumbens representa los procesos de recompensa y las conductas de aproximación, mientras que la amígdala representa el aprendizaje evitativo ante situaciones aversivas y asociadas a emociones negativas.

7.2. Ambas estructuras forman un circuito cerebral afectivo o socioemocional.

7.3. La menor activación en los circuitos de recompensa en el adolescente lo llevaría a implicarse en conductas más arriesgadas, como intento de compensar el déficit dopaminérgico; aunque diversos estudios han arrojado resultados contradictorios respecto a esta hipótesis, siendo la explicación de algunos un aumento en la actividad mesolímbica y los niveles de dopamina la responsable del aumento de las conductas de riesgo en adolescentes.