1. Representar a la sociedad
1.1. ¿Quién cuenta?
1.1.1. Todos sentimos curiosidad por la sociedad en que vivimos. Necesitamos saber cómo funciona nuestra sociedad. ¿Qué normas rigen la organización en la que participamos? ¿Qué patrones de comportamiento siguen los demás?
1.1.1.1. Saber estas cosas nos ayuda a organizar nuestro propio comportamiento, descubrir qué queremos, cómo obtenerlo, cuánto costará y qué oportunidades de acción ofrecen las distintas situaciones.
2. Los hechos
2.1. Todo informe acerca de la sociedad supone cierta descripción de cómo son las cosas en un lugar específico en un momento determinado.
2.1.1. Los antropólogos fundan su análisis en relatos que procuran establecer hechos acerca de los modos en que estas personas hablan y se comportan.
2.1.2. Los profesionales de la demografía respaldan con los datos aportados por el censo su descripción de la población estadounidense.
2.1.3. En ambos casos los profesionales parten de la evidencia recopilada mediante métodos que sus pares suficientes para garantizar el estatus fáctico de los resultados.
3. Las interpretaciones
3.1. No es sencillo distinguir los hechos de las interpretaciones. Todo hecho, en su contexto social, supone e invita a diversas interpretaciones.
3.1.1. Por ende, un informe acerca de la sociedad es un artefacto que establece una serie de afirmaciones de hechos, basados en evidencia aceptable para determinado público, e interpretaciones de tales hechos también aceptables para ese público.