1. 3. ¿Qué es fácil y qué es difícil para los niños de primer grado?
1.1. En todas las propuestas tradicionales de alfabetización inicial (métodos sintéticos, analíticos y la mezcla de ambos) lo que se considera fácil o difícil para los niños está pensado desde los adultos.
1.1.1. Para vincular lo que se oye con lo que se escribe.
1.1.1.1. Se puede iniciar con juegos orales; luego escribir las propuestas de los niños, una debajo de la otra, para que adviertan las semejanzas gráficas. Seguramente ellos propondrán que lo igual, en el inicio de las palabras, se identifica con la sílaba inicial: maleta comienza como masa, mamá, manzana.
1.1.2. Para consolidar y luego desestabilizar la hipótesis silábica.
1.1.2.1. Lo fácil se relaciona con la lectura y escritura de palabras de más de dos sílabas y que comiencen de forma diferente (comida y morado) y en lo posible con sílabas simples (consonante-vocal).
1.1.3. Para estabilizar la hipótesis alfabética.
1.1.3.1. Lo fácil es la escritura y lectura de palabras con una, dos, tres o más sílabas simples. Se hace más difícil si se introducen palabras con sílabas complejas (consonante-vocal-consonante; y consonante-consonante-vocal). Primero en posición inicial y luego en cualquier posición al interior de la palabra.
1.1.3.1.1. Lo fácil y lo difícil dependerá de las oportunidades que se ofrezcan a los alumnos para pensar cómo se escribe, con qué letras y con cuántas, pero sobre todo para concluir que se escribe para comunicar algo a alguien.
1.1.4. ¿Y por qué no ahorramos tiempo y les explicamos cómo suena cada letra?
1.1.4.1. Los niños necesitan pensar y descubrir, por sí mismos, que nuestro sistema de escritura representa la oralidad y de qué forma la representa.
1.1.4.2. Esto es, que existe una relación entre lo que se escucha y lo que se escribe y que dicha relación es alfabética (a cada sonido del habla corresponde una grafía, aunque hay varias excepciones).
1.1.4.3. La tarea docente es acompañar y cuestionar esas hipótesis para que avancen hacia el conocimiento convencional.
2. 5. La evaluación formativa como elemento rector para la planeación
2.1. Evaluación diagnóstica o inicial
2.1.1. La evaluación inicial le ayudará a conocer qué saben o qué concepciones tienen los niños acerca de la escritura, es decir, cuáles son los puntos de partida de sus alumnos. Estos datos serán insumos valiosos para adaptar las actividades del libro del alumno y planear nuevas actividades en las que todos los niños puedan participar y aprender.
2.2. Evaluación del proceso o intermedia
2.2.1. La evaluación del proceso no se realiza en un momento determinado, sino a través de la recopilación sistemática de información durante el desarrollo de cada tipo de actividad para obtener datos sobre cómo se van transformando los saberes que poseen los niños acerca del lenguaje.
2.3. Evaluación sumativa o final
2.3.1. La evaluación final puede usarse al concluir un periodo (como el fin de cada bloque o al final del ciclo escolar) para valorar y comunicar el progreso de cada alumno respecto de los objetivos propuestos y aprendizajes esperados en el ciclo escolar.
3. 7. Alternativas para seguir aprendiendo como maestros
3.1. Es un hecho que la disposición de los maestros para socializar sus trabajos, avances y propuestas didácticas inicia con una cultura del trabajo colegiado en la propia escuela, es decir, entre colegas con quienes se comparten intereses, inquietudes, reflexiones y experiencias.
3.1.1. Con el paso del tiempo y a consecuencia de las innovaciones pedagógicas, el contexto de la práctica docente también se ha ido transformando; ello requiere fortalecerla con estrategias de formación continua (trabajo colegiado, asistencia a cursos, talleres y otras tareas de autoformación académica), puesto que socializar ideas, materiales y recursos resulta valioso para integrar y compartir un acervo común entre quienes guían el proceso de enseñanza, además de recuperar los saberes generados a partir de sus experiencias concretas.
3.1.1.1. Algunos ejemplos de preguntas relacionadas con aprender a aprender son:
3.1.1.2. ¿Qué es lo que más me motiva para aprender sobre el lenguaje como un objeto de conocimiento? ¿Cómo enseñar temas relacionados? ¿En qué contextos aprendo mejor? ¿Cuáles habilidades y estrategias de aprendizaje utilizo generalmente? ¿Necesito diversificar mis estrategias para seguir aprendiendo sobre temas de la escritura y la lectura en lengua materna? ¿Qué conocimientos y habilidades podría desarrollar, y cómo hacerlo?
3.2. Incluso, la colaboración entre docentes puede llegar a extenderse fuera del ámbito escolar, a través de redes y grupos de maestros interesados en temáticas particulares.
3.2.1. Ser maestro implica reconocerse como un profesional que requiere de un aprendizaje permanente para mejorar y renovar la práctica educativa cotidiana.
4. 6. El libro de texto del alumno
4.1. El libro de texto es un punto de partida que sirve para organizar las diferentes modalidades de trabajo pero requiere ser vinculado con diversidad de materiales: el libro de lecturas,el cuaderno, el fichero de palabras y otros materiales de la biblioteca.En las actividades del libro de texto se dan instrucciones para el uso de los otros materiales.
5. 1. Las prácticas sociales del lenguaje como enfoque para definir los contenidos
5.1. La concepción amplia de alfabetización que subyace en el Plan y programas de estudio de Lengua Materna. Español, y en el libro de texto, va más allá de la enseñanza aislada de las letras y su trazo.
5.2. Las investigaciones psicolingüísticas permitieron descubrir y evidenciar cómo los niños construyen ideas originales, lógicas y sistemáticas sobre la escritura y las ponen en acción cuando intentan interpretar y producir textos.
5.3. También mostraron que cada niño reconstruye la escritura, resolviendo problemas de orden conceptual y no únicamente perceptual, sensorial o motriz.
6. 2. El proceso de adquisición de la lengua escrita y las condiciones didácticas que lo favorecen
6.1. El conocimiento del lenguaje escrito es un proceso complejo que requiere tiempo y reflexión. Dependiendo de la experiencia de los niños al participar en una diversidad de actividades donde la lectura y la escritura desempeñan un papel importante, aprenderán más rápido o requerirán más apoyo.
6.2. El proceso de alfabetización y la estrategia didáctica
6.3. Aprender a leer y escribir es un proceso inteligente en el cual los niños gradualmente establecen las características del sistema de escritura.
6.3.1. Cuando los niños tienen oportunidad de “leer y escribir”, ponen en acción lo que piensan sobre la escritura y, con ello, reelaboran sus pensamientos, logrando concepciones cada vez más cercanas a lo convencional.
6.4. Etapa Presilábica
6.4.1. El niño no comprende lo simbólico de la escritura.
6.5. Etapa Silábica
6.5.1. -->Primera relación entre los aspectos sonoros del lenguaje y al escritura (relación entre sílaba y cantidad de letras necesarias) M P O pelota M S mesa -->Valor silábico de las letras (una letra por cada sílaba) M I O S ma ri po sa -->Letras comodines, sobre todo bisílabos, por la HIPÓTESIS DE CANTIDAD (cantidad de letras que debe tener una palabra para leerse: por lo menos 3 o 4, con 1 o 2 letras no dice nada) TO (son sólo letras, no hay palabra) TSU termo HIPÓTESIS DE VARIEDAD (para que pueda leerse, deben ser letras diferentes. Si son todas iguales, no dice nada) AAA (no dice nada) LMA muñeca
6.6. Etapa Silábico-alfabética.
6.6.1. La hipótesis silábica y la alfabética conviven en una misma palabra. MAO mano PTO pato
6.7. Etapa Alfabética.
6.7.1. Hay correspondencia entre fonema (lo que suena) y grafema (lo que se escribe)
7. :books: 4. Enfoque: principios generales de enseñanza de la lengua
7.1. ¿Qué intervenciones didácticas son deseables durante el desarrollo de las situaciones de lectura y escritura?
7.1.1. La intervención docente es fundamental para propiciar el aprendizaje de los alumnos.
7.2. Dictar al maestro
7.2.1. Al dictarle al maestro los niños se pueden concentrar en otros aspectos de la escritura como el estilo de redacción, el contenido del mensaje o las características del tipo de texto.
7.3. Leer por sí mismo
7.3.1. Promover la búsqueda y selección de textos de manera independiente, pero orientada. Así como la búsqueda de pistas que le permitan anticipar dónde dice lo que busca.
7.4. Leer con otros niños
7.4.1. Permite compartir interpretaciones sobre los textos y reflexionar sobre las características del lenguaje escrito.
7.5. Escribir con otros
7.5.1. Al escribir por sí mismos o con pares, el niño tendrá la oportunidad de reflexionar sobre el sistema de escritura. Qué letras, cuántas y en qué orden, y con qué direccionalidad.
7.6. Escribir por sí mismo
7.6.1. Aun cuando los niños no escriban convencionalmente para que enfrenten y poco a poco resuelvan los retos que plantea la escritura.
7.7. Escuchar leer al adulto
7.7.1. Escuchar leer al docente posibilita que los niños conozcan comportamientos de lectores expertos, como ajustar la forma en que se lee dependiendo del contenido.
7.8. El trabajo con el lenguaje oral y las condiciones didácticas que lo favorecen
7.8.1. El trabajo con las distintas prácticas sociales del lenguaje, abre oportunidades para que los niños amplíen su experiencia como hablantes y oyentes.
7.8.1.1. Negociar.
7.8.1.2. Narrar.
7.8.1.3. Dar voz a la escritura y escribir eventos orales.
7.8.1.4. Comentar lecturas.
7.8.1.5. Dar y recibir información
7.8.1.6. Discutir temas especializados y exponerlos para otros.
7.9. ¿Cómo trabajar con grupos heterogéneos, donde los conocimientos previos de los niños son muy diversos?
7.9.1. La diversidad es una realidad. En cualquier grupo de niños habrá algunos que sepan más que otros, habrá niños con mayores habilidades para ciertas tareas y otros con capacidades diversas para resolver retos.
7.9.2. El papel del docente no debe centrarse en solicitar la respuesta correcta y validarla, sino en propiciar que los niños piensen sobre la escritura y resuelvan retos mediante las intervenciones didacticas
7.10. Modalidades para la organización del trabajo didáctico en el aula
7.10.1. Proyectos
7.10.1.1. Esta modalidad resulta idónea para trabajar a partir de prácticas sociales del lenguaje, ya que contribuye a preservar el sentido social de la lectura y la escritura.
7.10.2. Actividades puntuales
7.10.2.1. Las actividades puntuales de primer grado están asociadas a los ámbitos de Literatura y Participación social.
7.10.3. Actividades recurrentes
7.10.3.1. Son actividades que contribuyen a instalar el ambiente alfabetizador que se requiere para que los niños se apropien del sistema de escritura y tengan oportunidades cotidianas para leer y escribir, y así avanzar en la construcción de su conocimiento sobre el sistema de escritura y sobre la lengua escrita.
7.10.3.1.1. Aprendamos a leer y escribir
7.10.3.1.2. Tiempo de leer
7.10.3.1.3. Secuencias didácticas específicas
7.10.4. Actividades alternativas
7.10.4.1. Las escuelas realizan diversas actividades que permiten articular diferentes campos del saber, a la vez que propician el desarrollo de habilidades de expresión y comprensión oral y escrita.
7.10.4.1.1. Diario del grupo
7.10.4.1.2. Correspondencia escolar
7.10.4.1.3. Club de conversación
7.10.4.1.4. El periódico
7.10.4.1.5. Buzón de sugerencias
7.10.4.1.6. Tertulia literaria
7.10.4.1.7. El Fichero de palabras y expresiones
7.10.5. Otros recursos didácticos
7.10.5.1. La biblioteca escolar
7.10.5.2. Consulta en internet con fines educativos
7.10.5.3. El Cuaderno de palabras