Condiciones necesarias para la innovación.

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Condiciones necesarias para la innovación. por Mind Map: Condiciones necesarias para la  innovación.

1. 1. Apropiarse del sentido de la innovación.

1.1. Solo puede esperarse que las personas hagan un esfuerzo cuando comprenden y comparten el para qué del proceso de innovación; cuando han podido hacer suya la meta. En ocasiones se ponen en marcha procesos muy interesantes, cuya finalidad y naturaleza están claras para quienes los lideran, pero no para el resto. Es un mal comienzo. El tiempo que se emplea en compartir el porqué del cambio permite establecer una base sólida que dará sustento al esfuerzo que conlleva una innovación y guiará el proceso durante su desarrollo. Se trata por tanto de una condición necesaria que, no obstante, no tiene que venir dada. Construir el sentido del proyecto es una tarea en sí misma, que deben planificar y poner en marcha quienes lo impulsan.

2. 2. La escuela como unidad de innovación.

2.1. La calidad de una institución escolar no depende tanto del buen hacer de cada profesor cuanto de la coherencia del conjunto del equipo docente. Un buen centro escolar es aquel en el que existe un proyecto común que armoniza la forma de enseñar de todos los profesores. No se busca la homogeneidad, que no es en sí misma ningún valor, pero sí la coherencia. Los cambios, por tanto, también deben realizarse con la perspectiva del conjunto de la institución. La innovación que lleva a cabo un docente es muy valiosa, pero no producirá una mejora cualitativa en el centro a no ser que suponga el comienzo de una transformación generalizada. Lo importante es pues dinamizar innovaciones que impliquen al conjunto de los docentes que comparten una misma práctica educativa (un curso, un ciclo, un departamento, un determinado programa, etc.). No todos tendrán el mismo nivel de partida ni de compromiso, pero sí deberían participar desde el principio en el proceso. Esto implica garantizar tiempos de trabajo en común y personas que lideren estos espacios de reflexión.

3. 3. Comprender los fundamentos teóricos de la innovación.

3.1. Los docentes tienen que entender los mecanismos que explican por qué la nueva forma de actuar que se les propone va a permitir que los alumnos y alumnas aprendan mejor. En muchos casos, se adopta un cambio que el profesor ejecuta sin comprenderlo en profundidad, con los riesgos que ello conlleva. El aprendizaje cooperativo puede servirnos de ejemplo. Sabemos que dos mentes piensan mejor que una sola, siempre que se den unas condiciones que no son sencillas. La cooperación funciona porque implica que el alumno tienen que explicitar su pensamiento para poder compartirlo, lo que le ayuda a tomar conciencia de sus ideas; debe argumentar su posición; contrastarla con otras que el resto del grupo plantea; sus compañeros están en el mismo proceso de aprendizaje que ellos y cuando les explican lo que ellos no entienden lo hacen una manera más próxima a la que suele utilizar un docente, y eso hace que muchas veces les entiendan mejor; por otra parte, a un compañero se le puede discutir una idea, a un profesor se le atribuye que tiene razón y este principio de autoridad hace que seas menos participativo; es preciso establecer una interdependencia que haga que el éxito de un miembro del grupo dependa de que el resto también lo logre. Estas y otros mecanismos explican por qué las metodologías cooperativas tienen más probabilidad de promover un aprendizaje significativo; no es magia. Pero si el docente no maneja todos estas variables, poner a trabajar juntos a los alumnos no garantiza por sí mismo la mejora. Si uno de los miembros del grupo, incluso con la mejor intención, toma todas las decisiones y responde todas las preguntas, el resto no aprenderá más que si realizara la tarea de forma individual. Cuando el profesor comprende estos procesos, puede regularlos deliberadamente.

4. 4. Promover un proceso de reflexión sobre la acción.

4.1. Los cambios profundos y no meramente cosméticos son lentos y complejos y tienen su origen en la acción. No se trata de explicar a los docentes lo que tienen que hacer y que luego ellos y ellas lo apliquen. No sería esta la relación entre nuestras concepciones y nuestras acciones. Es importante partir de la práctica, introducir cambios en ella e ir reflexionando sobre lo que va sucediendo: identificar todos los aspectos relevantes; atribuir a qué creemos que se deben; planificar los siguientes pasos; tomar conciencia de nuestras resistencias y de las condiciones externas que nos faltan… La reflexión sobre la acción, es decir el análisis de la práctica, irá modificando progresiva y lentamente la manera de entender qué es enseñar y qué es aprender. Dinamizar innovaciones supone tomar la práctica de los docentes como el ingrediente fundamental del cambio. Es ingenuo pretender instaurar nuevas formas de hacer que no se incardinen en la actividad anterior del profesor para transformarla. También lo sería creer que la mera modificación de la práctica, sin reflexión, permite una mejora autónoma y duradera. La reflexión sobre la acción se dibuja entonces como el mecanismo clave del cambio.

5. 5. Contar con la colaboración de expertos.

5.1. Los actores del cambio son los docentes, pero necesitan apoyo para llevarlo a cabo. No es fácil que la reflexión a la que se acaba de aludir resulté muy enriquecedora si solo se lleva a cabo entre los profesores. Al ponerles a trabajar en equipo sin nuevos recursos se corre el riesgo de provocar un proceso poco estimulante que genera desánimo. Se precisa de la ayuda de personas más expertas, si bien su apoyo será más valioso en la medida en la que su acompañamiento se prolongue a lo largo de todo el proceso. El énfasis no puede estar, por tanto, en ofrecer cursos u otros procedimientos para dar información, sino en contar con profesionales que ayudan a definir el sentido de la meta, crean un compromiso de grupo, contribuyen a analizar la práctica, a planificar los cambios, sugieren recursos, respetan la diversidad de ritmos y estilos de los distintos docentes y van evaluando y reajustando el proceso con la participación de todos los implicados. En último término, personas expertas no solo en un contenido específico de innovación, sino sobre todo en cómo gestionar cambio.