Depresión y trastornos alimenticios Stefanía bedoya v. Tomás bedoya p.

1. ¿en que personas se presentan más estos trastornos?

1.1. Los trastornos alimentarios en niñas empiezan comúnmente entre las edades de 14 y 17 años, pero también se ven en niños adolescentes y en niños más pequeños. En general, las niñas que sufren trastornos alimenticios superan en número a los niños en una relación de aproximadamente 10 a 1.

2. ¿Cómo darse cuenta si se sufre este trastorno?

2.1. Comer cantidades inusualmente grandes de alimentos en un período de tiempo específico, como un período de 2 horas. Comer incluso cuando está lleno o no tiene hambre. Comer rápido durante los episodios de atracones. Comer hasta que esté incómodamente lleno. También aplica de manera inversa

3. ¿De qué manera se evidencia estos comportamientos?

4. ¿Cómo tratarlos una vez ya se tiene?

4.1. El tratamiento de un trastorno de la alimentación depende del trastorno en particular y de tus síntomas. Por lo general, comprende una combinación de terapia psicológica («psicoterapia»), educación sobre alimentación, supervisión médica y, algunas veces, medicamentos.

5. ¿En que consiste la depresión?

5.1. La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento.

6. ¿Cómo se puede llegar a generar un trastorno alimenticio?

6.1. Se desconoce la causa exacta de los trastornos alimenticios. Los investigadores creen que estas afecciones son causadas por una interacción compleja de factores, incluyendo genéticos, biológicos, conductuales, psicológicos y sociales.

7. ¿Cómo se puede evitar?

7.1. Recomendaciones para prevenir trastornos de la conducta alimentaria

7.2. Educar y fomentar una alimentación saludable, sin caer en extremos (dar el ejemplo).

7.3. Promover una actividad física moderada, que idealmente involucre socialización.

7.4. Favorecer la construcción de una autoestima adecuada.

8. Su relación

8.1. La depresión y los trastornos de la alimentación a menudo se mantienen juntos y pueden reforzarse mutuamente, lo que dificulta la salida de la enfermedad.

8.2. Comer en exceso calma y llena el vacío interior, sin embargo, después llega la hora de combatirlo, ya sea mediante la provocación del vómito (bulimia) o pasar varias horas sin comer

8.3. Comer en exceso, vomitar y pasar hambre, junto con todos los pensamientos sobre el peso y la figura te distraen del dolor emocional a corto plazo.

8.4. Otras personas ya no tienen apetito y pierden peso de forma involuntaria.