1. La escucha de la fe.
1.1. La epifanía de la Palabra
1.1.1. El misterio pascual constituye tanto el objeto de la reflexión teológica como el trayecto
1.1.1.1. Aquella realidad que caracteriza necesariamente todo y cualquier camino cristiano
1.1.1.1.1. La curz
1.1.2. La revelación es la manifestación del Logos divino
1.1.2.1. Es también epifanía ante la razón
1.1.3. Descubre a la razón una vocación a participar de la intimidad de Dios
1.1.3.1. El método teológico al acoger la fe se encuentra en acción
1.2. La Sagrada Escritura
1.2.1. Alma de la teología
1.2.1.1. Debe ser acogida como el lugar de encuentro con el Cristo, vivo y actuante en la fuerza del Espíritu
1.2.2. Tiene vida
1.2.2.1. No se puede estudiar como cualquier otro libro
1.2.3. Usó varios métodos para determinar los diferentes sentidos de la Escritura
1.3. La Sagrada Tradición
1.3.1. Encuentra su origen en el seno de la Santísima Trinidad, o sea en la entrega plena que el Padre hace de si al Hijo en el Espíritu Santo
1.3.1.1. «todo cuanto aporta para la vida santa del Pueblo de Dios y para el aumento de su fe»
1.3.2. «progresa en la Iglesia bajo la asistencia de Espíritu Santo»
1.3.3. Teólogo
1.3.3.1. Confrontar sus afirmaciones con los diferentes testimonios de la Tradición, confiriéndoles su justo peso.
1.3.4. Los dogmas
1.3.4.1. Deben ser interpretadas tal como ocurre con la Sagrada Escritura
1.3.4.2. Poseen una intención salvífica y se encuentran relacionados con la Sagrada Escritura
2. La comprensión de la fe
2.1. La Palabra de Dios acogida por el creyente nunca deja de interrogar y de constituir una invitación para su pensamiento
2.1.1. Continúa hoy hablando al hombre y ofreciéndole la participación en su intimidad.
2.2. Teólogo
2.2.1. Al expresar humanamente
2.2.1.1. Con el máximo rigor científico posible
2.2.2. Pensar y comunicar la fe no puede dejar de interrogar constantemente
2.2.3. No puede dejar de tener presente los otros modos de expresión eclesial de la fe y, en particular, el magisterio
2.2.4. Sentire ecclesiam
2.2.5. Contestar las cuestiones que la razón propone en el acto creyente y a mostrarlo como portador del sentido último de la existencia humana
2.2.6. Posibilitando el rigor científico, permite también expresar en cada cultura el misterio de la Palabra de Dios que viene al encuentro del hombre de todos los tiempos y lugares