1. Campo de controversias y paradojas o un nuevo lugar para la buena enseñanza.
1.1. La evaluación como campo de controversias: una cuestión didáctica
1.1.1. Se reconoce la evaluación integrando el campo de la didáctica, definida como la teoría acerca de las prácticas de la enseñanza.
1.1.2. Al enseñar un tema, se destaca su importancia mediante la evaluación.
1.1.2.1. Se estructura toda la situación de enseñanza por la situación de evaluación.
1.1.3. La evaluación formó parte de la agenda clásica de la didáctica aunque no tuvo un rango de centralidad.
1.1.3.1. Los debates acerca de la centralidad pueden modificarse si los docentes recuperan el lugar de la evaluación.
1.1.3.1.1. Lugar que genera información respecto de la calidad de su propuesta de enseñanza.
1.1.3.2. La evaluación sería tema periférico para informar respecto de los aprendizajes de los estudiantes, pero central para que el docente pueda recapacitar respecto de su propuesta de enseñanza.
1.2. Las paradojas de la evaluación de las prácticas de enseñanza o de la supervisión docente
1.2.1. La evaluación de las prácticas fue planteada como un tema de supervisión docente y tuvo la característica del control de la actividad.
1.2.1.1. No se la planteó como metodología para el mejoramiento de las prácticas.
1.2.1.2. La evaluación de las prácticas como problema didáctico es casi inexistente.
1.2.1.3. En los procesos de formación docente, las prácticas experimentales plantearon un lugar para su evaluación, asociados a los procesos preactivos, al diseño de las prácticas.
1.3. Algunas contradicciones en la evaluación de los aprendizajes.
1.3.1. En relación con la evaluación de los aprendizajes como campo y problema, esta estuvo relacionada con procesos de medición de los mismos, la acreditación o la certificación, y rara vez, con el proceso de toma de conciencia de los aprendizajes adquiridos o con las dificultades de la adquisición, de la comprensión o de la transferencia de algunos temas o problemas.
1.3.2. Otras de las cuestiones controvertidas de las prácticas evaluativas es el papel que cumplen las ideas que los docentes tienen acerca de los aprendizajes de los alumnos. Buenos y malos alumnos desde las representaciones de los docentes generan buenos y malos rendimientos.
1.4. La evaluación: análisis desde derivaciones de la psicología cognitiva.
1.4.1. Analizar la evaluación desde la perspectiva de una enseñanza que fomenta la reflexión y el pensamiento crítico, significa reconocer las posibles maneras de comprender de los estudiantes, tanto por parte de los docentes como de los propios alumnos.
1.4.1.1. Ese proceso de reconocimiento conformaría también un proceso de conocimiento que se integraría a la situación de enseñanza.
1.4.1.2. La evaluación es parte del proceso didáctico e implica para los estudiantes una toma de conciencia de los aprendizajes adquiridos y, para los docentes, una interpretación de las implicancias de la enseñanza en esos aprendizajes.
1.4.2. Los criterios son recursos muy potentes para evaluar las producciones de los estudiantes, pero son elaborados a partir de las experiencias. Sostiene como criterios la representatividad, la significación y la diferenciación cognitiva.
1.4.2.1. Reconocer estos criterios y su valor en el momento de la evaluación nos permite aceptar el lugar que ocupan y no utilizarlos solamente para reafirmar nuestras ideas frente a las valoraciones de los aprendizajes de algunos estudiantes.
1.5. La evaluación y la comunicación didáctica.
1.5.1. El primero consiste en que el o la docente entabla el diálogo con los alumnos para indagar lo que éstos desconocen e intentan ocultar.
1.5.2. El segundo se refiere al carácter de la pregunta que hace el docente, en tanto sólo la efectúa, cuando sabe la respuesta.
1.5.3. Las preguntas de los alumnos le permiten al docente reconocer las maneras en que aquéllos se interrogan respecto de un campo, la naturaleza de los errores o las falsas concepciones.
1.6. La evaluación en la buena enseñanza.
1.6.1. Gardner señala las características de un nuevo enfoque de la evaluación.
1.6.1.1. En primer lugar, sostiene que debiera ponerse el énfasis en la evaluación y no en el examen, en tanto la primera privilegia la obtención de información en los ámbitos más informales.
1.6.1.2. La segunda debate respecto de los mejores instrumentos para ámbitos neutros o descontextualizados.
1.6.1.3. Reconocemos que el principal desafío a la hora de pensar en la evaluación consiste en construir criterios que nos permitan obtener información válida y confiable.
1.6.2. El mejor trabajo obtendría la nota máxima y desde esa construcción comparativa evaluamos al resto del grupo.
1.6.2.1. La construcción de criterios, el análisis de progreso de los estudiantes o la construcción de la calificación desde el rendimiento máximo en un grupo, constituyen las maneras habituales de calificar.
1.6.2.2. Con esto queremos expresar que no negamos la posibilidad de incorporar criterios diferentes de manera coherente, sino que rechazamos toda forma de evaluación que implique la búsqueda confirmatoria de nuestras suposiciones.
1.6.2.3. Compartir con los estudiantes la construcción de criterios evaluativos para las evaluaciones, reconociendo en todos los casos su valor frente al conocimiento, genera un auténtico desafío a la hora de evaluar y recuperar la evaluación como un nuevo lugar posibilitador de la buena enseñanza.
2. La evaluación de las prácticas docentes y la autoevaluación.
2.1. El lugar de la evaluación.
2.1.1. El fenómeno educativo como un fenómeno complejo obliga a dar cuenta de los múltiples entrecruzamientos que lo constituyen, no sólo en un aquí y ahora, sino atendiendo al proceso histórico a partir del cual se construye una práctica o suceso educativo.
2.2. Marco sociohistórico.
2.2.1. Haciendo un rastreo del concepto de evaluación, pueden encontrarse distintas concepciones de él, pero el que deviene de la Revolución Industrial es el que aparece con más fuerza. Desde esta perspectiva la evaluación se articula entre el sistema productivo y el sistema escolar.
2.2.2. Esta evaluación que se relaciona con el proceso de industrialización de Estados Unidos, se refiere al desarrollo de los conceptos vinculados al «manejo científico del trabajo» de Tylor. Estas consideraciones aportan elementos para plantear que «evaluación» es un término polisémico que tiene su origen en procesos sociales e históricos particulares.
2.3. Dimensión política e ideológica.
2.3.1. La evaluación es una actividad neutra que legitima la acción pedagógica, puede distribuir poder dependiendo de quién sea el destinatario y el uso que se le da a esta.
2.4. La evaluación en el aula.
2.4.1. La acreditación que da la evaluación en el aula evidencia los resultados logrados en un tiempo y nivel de escolaridad determinados. Concibe el conocimiento como un proceso de construcción en un intercambio de significados, enseñar y aprender
2.5. La acreditación y los vínculos con el conocimiento.
2.5.1. Según Elliot, los exámenes son anti educativos, porque remplazan la motivación intrínseca natural por la motivación de corto plazo que aparece solo para aprobar
2.5.2. Halo y Estereotipia son modos de tener opiniones y percepciones sobre el alumno, que afectan el proceso evaluativo
2.6. Concepto de proyecto y su relación con evaluación
2.6.1. La evaluación cuenta con:
2.6.1.1. Apertura conceptual: para dar cabida a acontecimientos impredecibles
2.6.1.2. Apertura de enfoques: recolección de datos, sobre procesos y productos
2.6.1.3. Apertura metodológica: incluir procedimientos informales
2.6.1.4. Apertura ético política: toma en cuenta a todos los participantes incluidos en un proyecto educativo
2.7. Autoevaluación
2.7.1. Tiene dos condiciones para funcionar:
2.7.1.1. Capacidad de objetivar las acciones realizadas
2.7.1.2. Responsabilidad y compromiso
2.7.2. Docente: no solo debe saber sobre su disciplina, sino también tener la capacidad de evaluarse y reflexionar sobre su practica
2.8. Condiciones institucionales que propician la autoevaluación:
2.8.1. No hay autoritarismo
2.8.2. Hay respeto y valoración
2.8.3. Existe la confianza
2.8.4. Se acepta la imperfección
2.8.5. Se discute con sinceridad y civilización
2.8.6. Integra a la comunidad sin generar competencias
2.9. Autoevaluación del alumno
2.9.1. Esta se toma a partir del compromiso y la construcción colectiva. La autoevaluación requiere que el alumno sea consiente de los procesos internos y se reconozca.
2.9.1.1. Entre estos procesos se encuentra el monitoreo mental y la reflexión, ya que los alumnos pocas veces son conscientes de sus estilos y formas de aprendizaje.