1. Supuestos básicos
1.1. Melanie Klein creía que los niños al comienzo de sus vidas no son una pizarra en blanco, tienen una predisposición heredada para reducir la ansiedad que sufren al experimentar conflictos por los instintos de supervivencia y muerte, como una acción o reacción del niño supone la existencia de una herencia filogenética.
1.1.1. Fantasía
1.1.1.1. Klein decía que los niños, incluso al nacer, poseen fantasías activas que son representaciones psíquicas de instintos inconscientes del ello, es decir imágenes inconscientes de "lo bueno" y "lo malo".
1.1.2. Objetos
1.1.2.1. Los niños desde su infacia temprana se relacionan con objetos externos, estas relaciones objetales son el rostro, pecho o manos.
2. Mecanismos de defensa
2.1. Los niños poseen fantasías que para él pueden llegara ser destructivas, ante esto Klein decía que el niño crea mecanismos de defensa para proteger su yo de sus fantasías.
2.1.1. Introyección
2.1.1.1. Los niños imaginan que tienen dentro de su cuerpo, las percepciones y experiencias que han tenido con el objeto externo. Los objetos introyectados no son representaciones exactas de los objetos reales, sino que están influidos por las fantasías de los niños.
2.1.2. Proyección
2.1.2.1. Los niños utilizan la proyección para librarse de los objetos, los sentimientos e impulsos propios que en realidad residen en otra persona y no dentro de sí mismo. La proyección permite creer que los puntos de vista son verdad.
2.1.3. Escisión
2.1.3.1. Los niños solo pueden controlar los aspectos buenos y malos de sí mismos y de los objetos externos mediante la escisión, es decir, separando los impulsos incompatibles, para separar los objetos malos de los buenos, el propio yo debe escindirse, es decir, los niños crean una imagen del “yo bueno” y el “yo malo” que les permite gestionar los impulsos agradables y destructivos dirigidos a objetos externos.
2.1.4. I. Proyectiva
2.1.4.1. Los niños separan las partes inaceptables de sí mismos, los proyectan sobre otro objeto y las introyectan dentro de sí mismos en forma modificada o distorsionada.
3. Internalizaciones
3.1. La persona asimila aspectos del mundo externo y organiza esas introyecciones en un marco psicológicamente relevante.
3.1.1. El yo
3.1.1.1. El yo es el sentido que cada individuo tiene de sí mismo, Klein afirmaba que aunque al nacer el yo es bastante desorganizado, es lo suficientemente fuerte como para sentir ansiedad y usar mecanismos de defensa.
3.1.2. El superyo
3.1.2.1. Para Klein el superyó aparece mucho antes de lo que decía Freud, no procede del complejo de Edipo sino que crece paralelamente a éste y es mucho más flexible y cruel.
3.1.3. Complejo de Edipo
3.1.3.1. Las y los niños viven de manera distinta el complejo de Edipo pero suple la misma necesidad para ambos géneros, Klein sostenía que éste comienza en los primeros meses de vida.
4. Posiciones
4.1. Los niños de manera natural prefieren las sensaciones gratificantes a las frustrantes, éstos clasifican sus experiencias en posiciones o modos de relacionarse con los objetos internos y externos.
4.1.1. Esquizoparanoide
4.1.1.1. Controla el pecho bueno y lucha contra sus perseguidores, posición desarrollada durante los primeros 3 a 4 meses de vida, se considera paranoide porque la sensación de persecución no se basa en ningún peligro real o inmediato del mundo exterior.
4.1.2. Depresiva
4.1.2.1. Posición que se desarrolla hacia el quinto o sexto mes de vida, el niño empieza a percibir los objetos externos como una unidad y a ver que una misma persona puede tener características buenas y malas. El yo puede madurar y los sentimientos de ansiedad ante la idea de perder un objeto amado, unidos a los sentimientos de culpa por desear destruir ese objeto, constituyen esta posición.