Joan Scott
por Valentina Navarro Gaytan

1. A pesar de tener la misma formación que la mayoría de historiadores, y de que se sientan supuestamente más a gusto con la descripción que con la teoría, seguir buscando otras formulaciones teóricas más adecuadas.
1.1. Primera, la proliferación de los estudios de casos en la historia de las mujeres parece apelar a una perspectiva sintetizadora que podría explicar las continuidades y discontinuidades, la constitución de desigualdades persistentes y las experiencias sociales radicalmente diferentes.
1.2. Segundo, la diferencia existente entre la alta calidad de los recientes trabajos en historia de las mujeres y su continuo estatus marginal en el conjunto de este campo señalan las limitaciones de los enfoques descriptivos, los cuales no manejan los conceptos dominantes de la disciplina o, al menos, no los manejan de forma que puedan debilitar el poder de éstos y así, quizá, puedan transformarlos.
2. Los enfoques empleados por la mayoría de historiadores pueden agruparse en dos categorías distintas.
2.1. La primera es esencialmente descriptiva; se refiere a la existencia de fenómenos o realidades sin que se les atribuya ningún tipo de interpretación, explicación o causalidad.
2.2. La segunda categoría es de carácter causal; teoriza sobre la naturaleza de los fenómenos o realidades y busca comprender cómo y por qué éstos se manifiestan del modo en que lo hacen.
3. El término género, como sustituto de las mujeres, también se emplea para sugerir que la información sobre las mujeres es, necesariamente, información sobre los hombres, y que lo uno implica el estudio de lo otro.
3.1. Este empleo insiste en que el mundo de las mujeres forma parte del mundo de los hombres, que ha sido creado dentro de éste, y por éste. Tal empleo desecha la utilidad interpretativa de la idea de las esferas separadas, y sostiene que el estudio separado de las mujeres contribuye a perpetuar la ficción de que una esfera, o la experiencia de un sexo, poco o nada tiene que ver con el otro sexo.
4. Las historiadoras del feminismo han utilizado una gran variedad de enfoques para el análisis del género, pero tales enfoques se vinieron abajo al tener que elegir entre tres posiciones teóricas.
4.1. La primera representa el feminista por explicar los orígenes del patriarcado.
4.2. La segunda se ubica a sí misma en la tradición marxista y busca un consenso con las críticas feministas.
4.3. La tercera está fundamentalmente dividida entre los teóricos posestructuralistas franceses y angloamericanos del objeto "relaciones", y recurre a estas distintas escuelas de psicoanálisis para explicar la producción y la reproducción de la identidad de género del sujeto.
5. Los teóricos del patriarcado han tratado acerca de la desigualdad de los machos y las hembras de muy importantes maneras pero, para los historiadores, sus teorías plantean algunos problemas.
5.1. En primer lugar, mientras presentan un análisis interno del sistema del género en sí mismo, declaran l mismo tiempo la primacía de este sistema en la organización social en su conjunto.
5.2. En segundo lugar, si la dominación se manifiesta mediante la apropiación masculina de la labor reproductiva femenina, o bien a través de la objetualización sexual de las mujeres de parte de los hombres, el análisis está basado en la diferencia física.
6. El principio de la masculinidad se basa en la necesaria represión de los aspectos femeninos -de la potencial bisexualidad del sujeto-- y crea un conflicto en la oposición de lo masculino y lo femenino.
6.1. Los deseos reprimidos están presentes en el inconsciente y representan una constante amenaza para la estabilidad de la identificación del género, al negar su unidad y al subvertir necesidad de seguridad.
7. Las feministas han empezado a emplear el término "género" en un sentido más literal y serio, como una forma de referirse a la organización social de las relaciones entre los sexos.
8. En el campo gramatical se entiende que el género es una forma de clasificar fenómenos, un sistema convencional de distinciones más que una descripción objetiva de los rasgos inherentes al mismo.
8.1. La palabra denotaba el rechazo al determinismo biológico implícito en el empleo de términos como sexo o diferencia sexual.
9. El empleo de género hace hincapié en todo un sistema de relaciones que puede incluir el sexo, pero que no está directamente determinado por éste ni tampoco es directamente determinante de la sexualidad.
10. La fuente de la liberación de las mujeres reside en la comprensión adecuada del proceso de reproducción", en la apreciación de la contradicción existente entre la naturaleza del trabajo reproductivo de las mujeres y las mistificaciones ideológicas (masculinas) del mismo.
11. El punto central de la teoría lacaniana; es la clave para instalar a menos el orden simbólico. A través del lenguaje se construye la identidad de genero.
11.1. Según Lacan, el falo es el principal símbolo de la diferencia sexual. Pero el del falo ,debe leerse metafóricamente. Para los niños, el drama edípico expone los términos de la interacción cultural, puesto que la amenaza de castración encarna el poder, las normas de la ley del padre.
11.1.1. La relación del niño con la ley depende de la diferencia sexual, de su identificación imaginativa (o fantástica) con la masculinidad o la femineidad.