Libro: Los cuatro acuerdos Autor: Dr, Miguel Ruiz Realizado: Nicolas Vanegas

1. El camino tolteca hacia la libertad

1.1. Romper viejos acuerdos

1.1.1. De niño no tenemos miedo al futuro ni nos avergonzamos del pasado. Nuestra tenendica natural es disfrutar de la vida, jugar, explorar, ser felices y amar.

1.1.2. 1. Maestría de la conciencia: Ser conscientes de quienes somos realmente con todas nuestras posibilidades.

1.1.3. 2. Maestría de la Transformación: cómo cambiar, como liberarnos de la domesticación.

1.1.4. 3. Maestría del intento: el intento, es parte de la vida que hace que la transformación de la energía sea posible.

1.2. El arte de la transformación: El sueño de la segunda atención

1.2.1. Una manera de transformar tus creencias es concentrar tu atención en todos eso acuerdos y cambiarlos tú mismo. Al hacerlo, utilizas tu atención por segunda vez, y por consiguiente, creas el sueño de la segunda atención o el nuevo sueño.

1.3. La disciplina del guerrero: Controlar tu propio comportamiento

1.3.1. La manera en que ves el mundo depende de las emociones que sientes. Cuando estas enfadado todo esta mal. Aprende a controlar tus emociones para cuidar de tú energía disponible.

1.4. La iniciación a la muerte: Abrazar al ángel de la muerte

1.4.1. El ángel de la muerte nos enseña a vivir cada día como si fuese el último de nuestra vida, como si no hubiera de llegar ningún mañana.

2. John Lennon "Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve"

3. La domesticación y el sueño del planeta

3.1. Antes de que naciésemos, aquellos que nos precedieron crearon un enorme sueño externo que llamaremos el sueño de la sociedad o el sueño del planeta... el sueño del planeta incluye las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes, religiones, sus diferentes culturas y maneras de ser, sus gobiernos, sus escuelas, sus acontecimientos sociales y sus celebraciones.

3.2. El sueño externo capta nuestra atención, pero si no estamos de acuerdo, no almacenaremos esa información. Tan pronto como estamos de acuerdo con algo, nos lo creemos, y a eso lo llamamos "fe". Tener fe es creer incondicionalmente.

3.3. Nuestro sistema de creencias es como el Libro de la Ley que gobierna nuestra mente. No es cuestionable: cualquier cosa que esté en ese Libro de la Ley es nuestra verdad.

3.4. Necesitamos una gran valentía para desafiar nuestras propias creencias; por que, aunque sepamos que no las escogimos, también es cierto que las aceptamos. El acuerdo es tan fuerte, que incluso cuando sabemos que el concepto es erróneo, sentimos culpa.

3.5. Estar vivos es nuestro mayor miedo. No es la muerte; nuestro mayor miedo es arriesgarnos a vivir: correr el riesgo de estar vivos y de expresar lo que realmente somos. Hemos aprendido a vivir intentando satisfacer las exigencias de otras personas.

3.6. Los seres humano nos castigamos a nosotros mismos sin cesar por no ser como creemos que deberíamos ser.

3.7. Si quieres vivir con alegría y satisfacción, debes hallar la valentía necesaria para romper esos acuerdos que se basan en el miedo y reclamar tu poder personal.

4. El nuevo sueño: El cielo en la tierra

4.1. Imagínate que vives sin el miedo de amar y no ser correspondido. Ya no temes a que te rechacen y no sientes las necesidad de que te acepten.

4.2. Puedes verlo todo con los ojos del amor. Puedes ser consciente del amor que te rodea por todas partes. Cuando vives de esta manera, la bruma de tu mente se disipa.

5. Primer acuerdo: Sé impecable con tus palabras

5.1. Constituyen el poder que tienes para expresar y comunicar, para pensar y, en consecuencia, para crear los acontecimientos de tu vida.

5.2. Pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea.

5.3. La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. Las semillas son opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas una semilla, un pensamiento y este crece.

5.4. Las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian por entero, para bien o para mal nuestras creencias.

5.5. Impecable quiere decir sin pecado; Un pecado es cualquier cosa que haces y que va contra ti.

5.6. Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo. Si te veo en la calle y te llamo estúpido, puede parecer que utilizo esa palabra contra ti, pero en realidad la utilizo contra mí mismo, porque tú me odiarás por ello y tu odio no será bueno para mí.

6. Segundo Acuerdo: No te tomes nada personalmente

6.1. La importancia personal, o el tomarse las cosas personalmente, es la expresión máxima del egoísmo, porque consideramos que todo gira a nuestro alrededor.

6.2. Si alguien te da su opinión y te dice "oye estas muy gordo", no te lo tomes personalmente, porque la verdad es que se refiere a sus propios sentimientos, creencias y opiniones;Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te lo tomas personalmente, serás inmune a todo veneno.

6.3. Lo que pienses de mí no es importante para mi y no lo tomo personalmente. Ningún comentario ya sea positivo o negativo me afecta, porque yo sé lo que soy.

7. Tercer acuerdo: No hagas suposiciones.

7.1. Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan -no lo tomamos personalmente-, y después los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras.

7.2. Sólo vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír. No percibimos las cosas tal como son. Tenemos la costumbre de soñar sin basarnos en la realidad. Literalmente, inventamos las cosas en nuestra imaginación.

7.3. Hemos acordado que hacer preguntas es peligroso, y que la gente que nos ama debería saber qué queremos o cómo nos sentimos. Cuando creemos algo, suponemos que tenemos razón hasta el punto de llegar a destruir nuestras relaciones para defender nuestra posición.

8. Cuarto acuerdo: Haz siempre lo máximo que puedas

8.1. Independientemente del resultado sigue haciendo siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos. Si intentas esforzarte demasiado para hacer más de lo que puedes, gastarás más energía de la necesaria, y al final tu rendimiento no será suficiente. Cuando te excedes, agotas tu cuerpo y vas contra ti, y por consiguiente te resulta más difícil alcanzar tus objetivos. Por otro lado, si haces menos de lo que puedes hacer, te sometes a ti mismo a frustraciones, juicios ,culpas y reproches.

8.2. Siempre que haces lo máximo que puedes, actúas. Hacer lo máximo que puedes significa actuar porque amas hacerlo, no porque esperas una recompensa. La mayor parte de las personas hacen exactamente lo contrario: sólo emprenden la acción cuando esperan una recompensa, y no disfrutan de ella. Y ese es el motivo por el que no hacen lo máximo que puedes.