Neurología del envejecimiento

Clase 1

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Neurología del envejecimiento por Mind Map: Neurología del envejecimiento

1. Funciones y disfunciones cerebrales:

1.1. - Mantener un equilibrio entre las funciones y disfunciones cerebrales es crucial para prevenir enfermedades.

1.2. El objetivo es promover un envejecimiento saludable en lugar de discapacidad o mortalidad.

1.3. Mejorar la funcionalidad del paciente y reducir la mortalidad implica mantener la disfunción bajo control.

1.4. El desequilibrio puede llevar a procesos patológicos como la mortalidad o discapacidad, generando problemas para el paciente y su familia.

1.5. Cambios estructurales durante el envejecimiento cerebral:

1.6. - Intervenciones específicas incluyen modificaciones del estilo de vida y el mantenimiento de la competencia funcional del paciente. El cerebro humano experimenta profundos cambios estructurales durante el envejecimiento.

1.7. Los cambios incluyen la extensión de lesiones y su impacto funcional.

1.8. - La atrofia es uno de los primeros cambios significativos.

1.9. - La atrofia afecta principalmente a la sustancia gris del cerebro.

1.10. - Se observa una disminución global o difusa del volumen de la sustancia gris, especialmente en el manto cortical.

1.11. - Atrofia cerebral y cambios estructurales:

1.11.1. - Aumento de surcos y cizuras, disminución del manto cortical.

1.11.2. - Compensación con agrandamiento de ventrículos y cizuras.

1.11.3. - Hidrocefalia compensatoria como consecuencia.

1.11.4. - Patrones comunes de atrofia varían según la localización.

1.11.5. - Gradiente antero-posterior de atrofia, afectando primero la corteza prefrontal.

1.11.6. - Hipótesis del último al entrar y el primero al salir: las últimas áreas en desarrollarse son las primeras en atrofiarse.

1.11.7. - Secuencia de afectación: corteza prefrontal, óvulo temporal medial, corteza parietal, seguidas por áreas motoras y sensitivas primarias.

1.12. - Cambios atróficos en estructuras cerebrales:

1.12.1. - Afectan tanto a la sustancia gris como a las estructuras subcorticales, como el cerebelo y el núcleo caudado.

1.12.2. - En el cerebelo, se observa un aumento de la profundidad de los surcos y cizuras, afectando primero la corteza y luego la parte interna.

1.12.3. - Cambios también en la funcionalidad de las células cerebrales.

1.12.4. - En la sustancia blanca, la disminución del volumen es más lenta que en la sustancia gris, pero la progresión es más rápida.

1.13. - Hipótesis del último en entrar y el primero en salir:

1.13.1. - Las últimas estructuras en desarrollarse embriológicamente son las primeras en atrofiarse.

1.14. - Declive funcional simétrico en espejo de los fascículos a lo largo del tiempo.

1.15. - Progresión de la atrofia:

1.15.1. - En la sustancia gris y estructuras subcorticales, la degradación sigue una dirección anterior o posterior.

1.15.2. - Ejemplos incluyen el óvulo temporal hacia la región occipital y el núcleo caudado.

1.16. - Pérdida neuronal:

1.16.1. - Menos neuronas conducen a menos arborización dendrítica y sinapsis.

1.16.2. - Menos mielinización debido a la disminución de fibras.

1.17. - Ejemplo con neuronas del hipocampo:

1.17.1. - Importancia de la arborización dendrítica para la conexión neuronal.

1.17.2. - Identificación de la célula clave en la comunicación neuronal: las dendritas.

1.18. - Pérdida de conexiones neuronales:

1.18.1. - Disminución de arborización dendrítica en el proceso de envejecimiento fisiológico.

1.18.2. - Importancia de las dendritas para la comunicación interneuronal.

1.18.3. - Sinapsis disminuida con la pérdida de conexiones.

1.18.4. - Consecuencia: muerte celular debido a la falta de comunicación y compartición de mecanismos y energía.

1.19. - Diferencias entre paciente sano y con Alzheimer:

1.19.1. - En el Alzheimer, se pierden por completo las conexiones horizontales.

1.19.2. - Clínicamente, el cuadro gráfico del paciente con Alzheimer está más afectado.

1.20. - No todos los pacientes con Alzheimer presentan angiopatía amiloide, aunque está asociada.

1.21. - Factores que pueden predisponer a la enfermedad de Alzheimer:

1.21.1. - Mayor desorganización neuronal que en otros casos de degeneración.

1.21.2. - Predisposición genética que puede faltar en pacientes sanos.

1.21.3. - Mutaciones genéticas que pueden estar ausentes en personas sanas.

1.22. - Reconocimiento de que la predisposición genética no es una regla absoluta y que existen casos idiopáticos cuya causa genética no está identificada.

1.23. - Posibilidad de que pacientes sanos tengan un código genético que los predisponga al Alzheimer en el futuro.

1.24. - En neurología, no existen reglas absolutas y pueden ocurrir cambios en el cerebro envejecido sin desarrollar enfermedades como Alzheimer.

1.25. La mutación silenciosa que puede estar presente en pacientes sanos y manifestarse en el futuro.

1.26. - Mecanismos compensatorios en el cerebro que pueden evitar la pérdida excesiva de neuronas.

1.27. - Plasticidad neuronal como un mecanismo de defensa compensatorio.

1.28. - La dendrita es la parte de la neurona más plástica y está involucrada en el proceso de neuroplasticidad.

1.29. - Importancia de la dendrita en la conexión interneuronal.

1.29.1. - Comparación entre imágenes de pacientes seniles y con enfermedad de Parkinson muestra diferencias en la extensión de las dendritas.

1.29.2. - Las dendritas se extienden para contactarse con neuronas sin conexión debido a la pérdida de compañeras cercanas.

1.29.3. - En el Alzheimer, hay una predisposición a la pérdida de dendritas por diversos factores.

1.29.4. - La dendrita es fundamental para la conexión interneuronal y se ve afectada en diversas patologías cerebrales.

1.30. Enfermedad de vaso pequeño

1.31. - Introducción a la enfermedad de pequeño vaso como una afección neurológica común.

1.31.1. - Asociación con factores predisponentes como el accidente cerebrovascular.

1.31.2. - Afectación de vasos de pequeño calibre, incluyendo arteriolas, capilares y venas pequeñas.

1.31.3. - Relevancia en el deterioro cognitivo y la discapacidad funcional.

1.32. - Relación entre demencia vascular y enfermedad de Alzheimer, sugiriendo mecanismos fisiopatológicos compartidos.

1.33. - Los tratamientos como los parches de rivastigmina podrían beneficiar tanto la demencia vascular como el Alzheimer.

1.34. - Importancia de la arterioloesclerosis como un factor de riesgo significativo, especialmente la arterioloesclerosis hialina.

1.35. - Descripción de la arterioloesclerosis hialina como la pérdida de músculo liso y depósito de material fibro yalino, lo que lleva a la estrechez del vaso y disminución del flujo sanguíneo.

1.36. - Comparación con la arterioloesclerosis hiperplásica, que afecta principalmente la íntima y se caracteriza por depósitos grasos dispuestos como aros de cebolla.

1.37. - La angiopatía amiloide se caracteriza por la presencia de proteínas amiloides en las paredes arteriales.

1.38. - Manifestaciones clínicas incluyen hemorragias lobares, microinfartos y hemorragia subaracnoidea.

1.39. - Las hemorragias lobares pueden confundirse con tumores y suelen asociarse con la angiopatía amiloide.

1.40. - La presencia de hemorragia subaracnoidea y siderosis cortical superficial son indicativos de angiopatía amiloide.

1.41. - Los criterios de Boston modificados incluyen hemorragias lobares, microinfartos y hemorragia subaracnoidea para diagnosticar angiopatía amiloide en imágenes de resonancia magnética.

1.42. - En la enfermedad de pequeño vaso y el envejecimiento normal se producen cambios estructurales y alteraciones proteicas.

1.43. - Factores proteicos alterados se observan en varias enfermedades neurodegenerativas y en el envejecimiento fisiológico.

1.43.1. - Proteínas como la TAU, beta-amiloide, alfa-sinucleína y TNP43 están presentes en el cerebro de adultos mayores cognitivamente normales.

1.43.2. - Estas proteínas tienen funciones normales y protectoras en el cerebro, pero pueden malplegarse y malagregarse, causando enfermedades neurodegenerativas.

1.43.3. - La malagregación de la alfa-sinucleína, por ejemplo, puede dar lugar a enfermedades como el Parkinson o la demencia por cuerpos de Lewy.

1.43.4. - La malplegación y malagregación de la alfa-sinucleína es un componente patológico clave en enfermedades como el Parkinson y las demencias por cuerpos de Lewy.

1.43.5. - Los agregados de alfa-sinucleína pueden estar presentes en un porcentaje significativo de pacientes cognitivamente sanos, sin desarrollar enfermedad.

1.43.6. - Estos agregados inertes no desencadenan respuestas proinflamatorias en el cerebro, lo que sugiere que podrían ser un hallazgo común del envejecimiento.

1.44. - El beta-amiloide, involucrado en el Alzheimer, también tiene funciones normales beneficiosas, como protección contra el estrés oxidativo y actividad antimicrobiana.

1.44.1. - Aproximadamente el 30% de los adultos mayores pueden tener agregados de beta-amiloide sin desarrollar deterioro cognitivo.

1.44.2. - El beta-amiloide está presente en situaciones de envejecimiento fisiológico y puede encontrarse en pacientes que nunca desarrollarán demencia.

1.44.3. - Los estudios neuropatológicos han revelado la presencia de beta-amiloide en cerebros de pacientes de alto rendimiento cognitivo, incluso en etapas avanzadas.

1.44.4. - La deposición de beta-amiloide es común en el envejecimiento y puede estar asociada con un deterioro cognitivo leve en algunos casos.

1.44.5. - Aunque el beta-amiloide está implicado en el Alzheimer, también juega un papel importante en la biopatía amiloide.

1.45. - La proteína beta-amiloide se distribuye principalmente en las cortezas temporales y otras áreas corticales, y puede tener un papel en el transporte axonal y la unión de microtúbulos.

1.46. - La proteína TAU está implicada en varias patologías cerebrales, incluyendo la enfermedad de Alzheimer, la demencia frontotemporal, la parálisis supranuclear progresiva, entre otras.

1.46.1. - Los agregados de TAU también se observan en taupatías no primarias y son parte del envejecimiento fisiológico.

1.46.2. - La taupatía primaria relacionada con la edad se caracteriza por la presencia abundante de ovillos neurofibrilares (ONF) en el cerebro, similares a los encontrados en la enfermedad de Alzheimer.

1.46.3. - La presencia de ONF en ausencia de placas amiloides sugiere que el paciente puede no desarrollar Alzheimer.

1.46.4. - La proteína de unión al ADN (DTP43) está implicada en enfermedades graves como la demencia frontotemporal y la esclerosis lateral amiotrófica, pero también tiene funciones positivas para el cerebro, como la regulación del ADN.

1.46.5. - Las proteínas asociadas a enfermedades neurodegenerativas, como TAU y beta-amiloide, pueden acumularse en el núcleo y cuerpo celular de las células, generando enfermedades como Alzheimer, ELA y Parkinson.

1.46.6. - Estas proteínas no están limitadas a una sola enfermedad, y a menudo se observan copatologías en un mismo individuo.

1.47. - Identificar una enfermedad neurodegenerativa basada en la acumulación de proteínas requiere observar el comportamiento de múltiples proteínas en conjunto.

1.48. - La agregación proteica desorganizada puede resultar de la acumulación de múltiples proteínas, no solo una.

1.49. - La presencia de copatologías es común y representa la regla más que la excepción en enfermedades neurodegenerativas.

1.50. - La variabilidad genotípica y las mutaciones pueden coexistir en diferentes enfermedades neurodegenerativas, lo que subraya la complejidad del diagnóstico y tratamiento.

1.51. - Las mutaciones genéticas no son suficientes por sí solas para causar enfermedades neurodegenerativas, ya que intervienen otros factores como el ambiente, el estilo de vida y factores de riesgo modificables y no modificables.

1.52. - Se recomienda realizar más estudios neurobiológicos para identificar biomarcadores de enfermedades neurodegenerativas, lo que puede requerir biopsias de pacientes.

1.53. - Es necesario estandarizar y hacer más accesibles los biomarcadores en la práctica médica para mejorar el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades.