1. El encuentro con el rostro del otro es un llamado ético. Nos interpela y nos exige una respuesta.
2. La responsabilidad no es opcional; es inherente a nuestra existencia en relación con los demás.
3. No podemos permanecer indiferentes ante esa mirada. Surge una obligación moral de cuidado y consideración.
4. La conexión entre seres humanos a través del rostro
4.1. La alteridad (la otredad) nos desafía a trascender nuestro egoísmo y reconocer al otro como un igual.
4.2. La ética comienza en este reconocimiento: “Tú eres tú, y yo soy yo, pero también somos nosotros”.
5. el “rostro del otro” nos llama a una ética de la responsabilidad y nos recuerda que somos parte de una comunidad interconectada
6. La ética como práctica cotidiana basada en la presencia concreta del otro.
7. La obligación moral de cuidado y consideración.
8. Camilo Andrés Gutiérrez Niño- 11C
9. El rostro como puerta hacia la alteridad.
10. La mirada del otro como un llamado a la responsabilidad.
11. La conexión entre seres humanos a través del rostro.
12. Subtemas
12.1. Significación del rostro
12.1.1. El rostro va más allá de la apariencia física. No es solo una imagen estática, sino un símbolo cargado de significado.
12.1.2. Lévinas sugiere que el rostro del otro es significativo por sí mismo, independientemente del contexto. No es simplemente un objeto capturable o una representación visual.
12.2. Responsabilidad ética
12.2.1. El rostro del otro impone responsabilidad. Al mirar a alguien a los ojos, reconocemos nuestra conexión con esa persona y nuestra obligación hacia ella.
12.2.2. La relación ética surge cuando asumimos la responsabilidad por el otro. No es solo una cuestión de empatía, sino de acción concreta.
12.3. Justicia y protección
12.3.1. Lévinas plantea que la necesidad de justicia surge de esta responsabilidad ética. Las instituciones y el estado existen para proteger y defender a los demás.
12.3.2. La justicia no es solo un concepto abstracto; es una respuesta práctica a nuestra responsabilidad hacia los demás.