1.1. Se refiere a la capacidad de una persona para comprender, expresar y usar palabras y símbolos para comunicarse de manera efectiva. Involucra tanto la comprensión (lo que la persona puede entender de lo que escucha o lee) como la expresión (su capacidad para hablar, escribir o usar gestos).
2. Pensamiento
2.1. Se refiere a los procesos mentales involucrados en la generación de ideas, resolución de problemas, toma de decisiones y creación de juicios. Se evalúa tanto el contenido del pensamiento (qué piensa la persona) como su forma o proceso (cómo organiza sus pensamientos). Algunas alteraciones del pensamiento incluyen: - Pensamiento desorganizado - Ideas delirantes
3. Percepción o sesopercepción
3.1. Se refieren a la forma en que una persona procesa e interpreta la información sensorial recibida del entorno. - Percepción: Es el proceso mental mediante el cual se interpreta y da significado a los estímulos sensoriales (lo que vemos, escuchamos, sentimos, etc.).
3.2. - Sensopercepción: Es la capacidad de recibir estimulos sensoriales a través de los órganos de los sentidos.
4. Afecto
4.1. Es la expresión observable de las emociones de una persona en un momento determinado. Es cómo una persona manifiesta externamente lo que siente, ya sea a través de expresiones faciales, tono de voz, gestos o postura corporal. Se diferencia del estado de ánimo en que este último es una experiencia emocional interna más duradera, mientras que el afecto es inmediato y visible. Algunos tipos de afecto evaluados clínicamente incluyen: - Afecto apropiado - Afecto aplanado o plano
5. Conducta motora o motricidad
5.1. Se refiere a las habilidades motoras y a la capacidad de una persona para realizar movimientos físicos. Esto incluye tanto la motricidad fina (movimientos pequeños y precisos, como escribir o abotonarse) como la motricidad gruesa (movimientos más grandes y coordinados, como caminar o saltar).
6. Sueño
6.1. Se refiere a los patrones de sueño y su impacto en la salud mental y el bienestar general. Los trastornos del sueño son condiciones que afectan la calidad, cantidad y temporización del sueño, y pueden tener efectos significativos en la salud física y mental. Algunos trastornos del sueño reconocidos en el DSM-5 incluyen: - Insomnio - Hipersonmia - Apnea del sueño - Trastornos del ritmo circadiano del sueño - Parasomnias