1.1. Comunicación efectiva: Saber transmitir ideas de manera clara y persuasiva.
1.2. Adaptabilidad: Capacidad para ajustarse a diferentes situaciones y aprender de ellas.
1.3. Gestión del tiempo: Organización eficiente para equilibrar trabajo, estudio y vida personal.
1.4. Negociación: Habilidad para llegar a acuerdos que beneficien a todas las partes.
2. Conocimientos
2.1. Marketing personal: Estrategias para promover tu imagen y tus talentos.
2.2. Estrategias de networking: Conectar y mantener relaciones clave para el desarrollo personal y profesional.
2.3. Desarrollo personal: Conocimiento en crecimiento personal, inteligencia emocional, etc.
2.4. Imagen profesional: Cómo presentar una imagen coherente con tus objetivos y valores.
3. Actitudes
3.1. Proactividad: Tomar la iniciativa para generar cambios y mejoras.
3.2. Perseverancia: Mantenerse enfocado en los objetivos, a pesar de los obstáculos.
3.3. Autoconfianza: Creer en tus habilidades y capacidades para afrontar desafíos.
3.4. Responsabilidad: Asumir las consecuencias de las decisiones y acciones propias.
4. Valores
4.1. Autenticidad: Ser genuino y fiel a uno mismo en todas las situaciones.
4.2. Ética: Seguir principios morales y actuar con integridad.
4.3. Compromiso: Mantener un sentido de dedicación a los proyectos y relaciones.
4.4. Respeto: Valorar a los demás, sus opiniones y tiempo.
5. Las habilidades alimentan y refuerzan las actitudes y los conocimientos. Por ejemplo, la habilidad de comunicación efectiva mejora la autoconfianza y contribuye al desarrollo personal.
6. Los conocimientos aplicados adecuadamente impulsan las habilidades de negociación y comunicación, así como las actitudes de proactividad y responsabilidad social.
7. Las actitudes como la resiliencia y la visión a largo plazo son esenciales para mantener una marca personal fuerte a lo largo del tiempo, incluso cuando surgen obstáculos.
8. Los valores de transparencia y justicia ayudan a mantener una imagen auténtica y ética que, a su vez, construye una marca personal confiable y sólida