LA TRASCENDENCIA DE LO ÉTICO DESDE EL CURRÍCULO Y EL ROL DE SUS ACTORESpor López Cuarenta Margarita
1. El currículum
1.1. El currículum es un conjunto organizado de intenciones educativas que responde al qué, cuándo, cómo, dónde, para qué, por qué enseñar y aprender.
1.2. Está al servicio del aprendizaje, no solo factual sino procedimental y actitudinal.
1.3. El currículo considera los componentes del modelo de mejora continua con base en estándares para la educación básica como son los estándares curriculares, de gestión escolar y de desempeño docente.
2. La ética y el currículo
2.1. La ética y el currículo no pueden ser separados
2.2. Es un reto incluir de forma fehaciente el ámbito ético en el currículo para que transversalmente trascienda en la integralidad educativa.
2.3. La incorporación de los ejes transversales al currículo ha atraído la atención en las instituciones educativas como una opción para desarrollar en los estudiantes, de manera paralela, conocimientos, actitudes y valores alternos y complementarios a los objetivos del plan de estudio.
2.4. Si bien la escuela hace un esfuerzo por hacer explícita la misión y visión incluso con acreditaciones y/o certificaciones externas que den prueba de tal trabajo, sigue siendo necesario hacerlo de forma sistematizada e intencionada desde la planeación del currículo.
3. Los actores del currículo y los valores que oferta la escuela
3.1. El ser humano por naturaleza es un ser social, toda convivencia humana tiene que ver con las conductas, el hombre necesita de habilidades, destrezas, conocimientos, actitudes y valores que le permitan encarar su realidad. Los encargados de esta tarea somos todos, pues directa o indirectamente educamos en valores.
3.2. El rol apremiante de los actores del currículo y por ende de la oferta valoral expresada en un ideario educativo. Cada actor y su historia con su contexto, que se encuentran en un nuevo contexto para recrearlo; esto es el diario vivir de una escuela, el diario ser y hacerse del currículo.
4. Los estudiantes y profesores como actores del currículo
4.1. Tanto en el currículo explícito, como en el implícito e incluso en el oculto, el rol del docente es primordial. En cuanto a este rol, Ramírez (2011) manifiesta que la postura ético-valoral que asuma el docente, manifestada a través de sus actitudes, es determinante. La función del docente se concreta en un compromiso ético que sería el detonante de un conjunto de procesos de cambio, en congruencia con las demandas sociales y con las necesidades de los estudiantes (p. 5).
4.2. La escuela tiene como fin el desarrollo integral del educando. El docente es un elemento medular en este proceso, pues tiene la responsabilidad de que todos sus alumnos logren los propósitos educativos.
4.3. En una planeación curricular están intereses de calidad, integralidad y trascendencia a lograr del educando, pero también de los docentes y de todos los que forman parte del proceso educativo.
4.4. Por ello también es trascendente comprender la tarea de los estudiantes en sus trayectorias escolares, la formación e identificación profesional y su postura ante las reformas e innovaciones curriculares; ellos serán los promotores del cambio.
5. La promoción y seguimiento de los valores por la comunidad escolar
5.1. García Matilla (1999) lo expresa diciendo que La escuela debería crear unos mínimos cimientos para la formación de individuos autónomos, que supieran desenvolverse en su entorno social y cultural. Personas que pudieran tener unos sólidos valores cívicos, que supieran ser críticas y, a su vez, estuvieran preparadas para desenvolverse en un mundo profesional y laboral que cada vez hace nuevos requerimientos a sus ciudadanos y ciudadanas (p. 108).
5.2. La escuela no se circunscribe a unas paredes o a un grupo segmentado de personas: la escuela ha de abarcar en su planeación curricular a un abanico contextualizado de situaciones sociales, políticas, ideológicas, culturales y éticas que atender de forma gradual y paulatina.
5.3. La escuela debe contar con maestros moralmente ejemplares. Se considera que el maestro es el currículo y que la escuela debe presentar a los estudiantes situaciones en las que perciban que los valores pertenecen al campo de la acción humana y que puedan observar acciones valorales y vivirlas.