1. Mejor expresión, nos ayuda a referirnos con otros términos, mejora nuestro conocimiento a nivel lingüístico
2. Sencillez, demostrar a lo que nos referimos sin tener que explicarlo repetidas veces ni de formas incomprensibles.
3. Adecuación al ámbito para el que redactamos, saber que términos utilizar dependiendo del propósito que tenga el texto.
4. Buena imagen de uno mismo, cuando nos expresamos le damos una percepción a la otra persona de quien somos, si nos expresamos de la forma correcta dejamos una buena imagen.
5. Ahorro de tiempo, si escribimos un texto con el propósito de enviárselo a alguien, y esa persona no lo comprende perderemos tiempo en explicar lo que realmente quisimos decir.
