1. Antes de la emergencia de la escritura, el saber estaba depositado en la comunidad viva, cuando morían las personas, morían con ellos, se perdía así parte del saber social.
2. A partir de la invención de la escritura, el saber comienza a materializarse en los libros. Pero sólo una pequeña élite sabía leer y escribir.
3. Con la llegada de la imprenta, surgen las enciclopedias como dispositivos de saber estructurado e indexado, en las que pretendían abarcar de modo sistemático y acabado los distintos campos de conocimiento.
4. Con la emergencia el ciberespacio, hoy vuelven a ser las comunidades humanas vivas quienes llevan el saber –y no una minoría erudita-, sólo que no portan directamente el saber en su memoria carnal, sino que lo hacen a través del ciberespacio. Los saberes se encuentran “codificados en bases de datos accesibles en línea, en mapas alimentados en tiempo real por los fenómenos del mundo y en simulaciones interactivas” (Lévy, 2007: 139).