SIMPLIFICACIÓN DEL LENGUAJE COMO PROCESO DEMOCRÁTICO

1. Esa influencia de la educación y de la ética en la formación del hombre natural desapareció de la vida pública hacia el final del siglo v a. C., cuando la democracia se hundió en Atenas. Uno de los efectos de esto fue que en la asamblea democrática ya no se trató más de la exposición de las opiniones, sino de la expresión de actitudes despreciativas por los otros, agresivas y excluyentes. Poco a poco la discusión se convirtió en un combate abierto. El líder político antidemocrático buscaba polarizar al público, exigirle que escogiera entre los malos y los buenos. La argumentación entonces se paralizó.

2. En este momento de la vida democrática, ciertamente idealizado, se concretó la participación de los ciudadanos en la asamblea del pueblo, que es un cuerpo soberano, en el cual todos los ciudadanos tienen derecho a hacer uso de la palabra, cada voz tiene el mismo peso, y sobre todos se ejerce la presión moral de hablar con completa libertad. Podemos detenernos por un momento para pensar en las condiciones argumentativas, en la historia de la formación de la democracia, desde su inicio en el siglo VII a. C., hasta su expresión más madura en el siglo V a. C., cuando esta se hunde en la crisis, para preguntarnos: ¿qué hizo posible este proceso? Platón y Aristóteles argumentaron que lo que hizo posible la democracia fue la educación, la paideía, en el siguiente sentido: los griegos de la antigüedad pensaron que con el fin de formar al futuro ciudadano era necesario acompañar el proceso biológico, con otro proceso en el que esa naturaleza se debe preparar para ser un miembro del dominio de la cultura, de la sociedad, del lenguaje. El ámbito que se crea constituye precisamente el mundo ético o moral.

3. En la Grecia del siglo V a. C. se planteó por primera vez en la historia de la humanidad un concepto radical de democracia, que se basó en la idea de que la soberanía no es patrimonio del rey, ni de los aristócratas, sino del pueblo. Esa soberanía consiste en que sus ciudadanos son autónomos porque se dan a sí mismos sus leyes y no las reciben de otros, son independientes jurídicamente porque tienen sus propios tribunales, y, además, como miembros de la ciudad se autogobiernan.

4. Las condiciones que hacían posible la argumentación y la inclusión del ciudadano en el dominio de la cultura y la sociedad, fueron eliminadas por un régimen de gobierno que desconoció lo público, es decir, la vida activa del ciudadano que se entiende como un ser autónomo y libre. Así, podemos entender lo siguiente: bajo el uso del lenguaje con fines argumentativos florece la democracia, bajo su uso demagógico se esconde el deseo de dominación.

5. La democracia ha estado desde su origen entrelazada con el lenguaje. En los momentos de mayor expresión de la autonomía democrática, el derecho a hacer uso de la palabra en la asamblea del pueblo ha tenido el mismo valor para cada ciudadano. Por el contrario, en los momentos de hundimiento de la democracia el derecho a hablar con completa libertad ha sido eliminado.