1. Actuar como modelos de su papel, es decir, la maestra debe ser coherente entre lo que dice y hace dentro y fuera del ámbito escolar.
2. Dar a los niños un sentimiento de seguridad y pertenencia, es decir, los niños necesitan sentirse seguros, necesitan saber que la maestra es alguien que se preocupa por ellos, que los escucha, que los apoya y alienta.
3. Planear actividades que fomenten la independencia y el éxito, es decir, posibilitar el desarrollo de habilidades y sentimientos de bienestar con respecto a sí mismos.
4. Ayudar a los estudiantes a manejar los conflictos; en este sentido, la maestra no debe solucionar los problemas, sino que debe presentarles a los estudiantes las distintas alternativas para que pueda resolverlos por sí mismos. La maestra debe ayudar a que los niños hablen sobre el problema, comprendan qué lo provocó, y decidir entre los implicados cuál sería la solución.
5. Si disfrutan lo que hacen, los niños sentirán esto y será muy probable que disfruten lo que ellos hacen.
6. Demostrar que comprenden el desarrollo del niño, proporcionando actividades y materiales apropiados. • Tratar a cada niño como una persona única.