1. Son evaluaciones que las personas hacen respecto a lo que les rodea, incluidas personas, ideas o cosas (Eagly y chaiken, 1993, petty y cacioppo, 1986).
1.1. Modelo meta cognitivo de las actitudes: mantiene que un mismo objeto de actitud puede tener una asociación evaluativa en la memoria. Se trata de dos evaluaciones, una positiva y una negativa, asociadas con el mismo objeto de actitud.
1.1.1. Lo más característico de este enfoque es la idea de que las personas pueden aceptar o rechazar cada una de esas asociaciones evaluativas de forma independiente.
1.2. Las actitudes se consideran estados internos relativamente estables que no son directamente observables , sino que han de inferirse a partir de las respuestas de los individuos en términos de agrado o desagrado. La psiologia social estudia las actitudes en relación con las personas, incluso uno mismo, y con respecto a grupos de todo tipo.
2. Hacen referencia al grado en que las personas valoran positiva o negativamente cualquier fenómeno u objeto de la realidad física, social o mental.
2.1. Tener asociaciones evaluativas, pero que son rechazadas, da lugar a una configuración distinta de la estructura de representación mental de las actitudes, así como a diversas consecuencias.
2.1.1. Cuanta más ambivalencia explicita sienten las personas con respecto a un objeto de actitud, más lentas son sus respuestas actitudinales y menos predictivas de su futuro comportamiento. Las actitudes ambivalentes pueden resultar útiles en algunas situaciones sociales en las que , por ejemplo, haya que dar puntos de vista opuestos o encajar con otras personas que opinan de forma diferente (pillaud, cavazza y butera, 2013).
2.1.2. Cuando ambas evaluaciones hacia un mismo objeto de actitud son aceptadas como válidas, la actitud de la persona se manifiesta como ambivalente, a este tipo de ambivalencia se le llama explicita, ya que la persona considera valida su asociación evaluativa positiva y la negativa.
3. Son importantes por su influencia sobre las decisiones y los comportamientos de las personas, juegan un papel importante en sus valores, en la propia identidad individual y social.
3.1. Bases afectivas y cognitivas de las actitudes: La percepción que tienen las personas de las bases de sus actitudes se llama meta base, la cual es capaz de predecir por ejemplo, la persuasión, independientemente de la base real de sus actitudes.
3.1.1. Resistencia al cambio: capacidad que tiene una actitud para permanecer en el tiempo incluso cuando es atacada por una información contratudinal. La durabilidad y permanencia de una actitud puede ser el resultado de procesos relacionados con la persistencia (como el decaimiento de la memoria), y de procesos vinculados a la resistencia ante cualquier intento de cambio (como la contraargumentacion)
3.1.1.1. Predicción de la conducta: Una actitud es capaz de predecir el comportamiento que tendrá una persona ante un objeto de actitud determinado.
4. Optimizan las relaciones de los individuos con su entorno, maximizando los premios y minimizando los castigos, permiten transmitir a los demás quienes son y con quien quieren estar y compartir su tiempo y aficiones.
4.1. Fuerza de las actitudes: Las actitudes pueden variar en diversas dimensiones, tales como la extremidad (el grado en que la actitud se refleja en valores extremos de la escala de medida) y la ambivalencia (el grado en que la actitud esta compuesta por una combinación de evaluaciones positivas y negativas hacia un mismo objeto).
4.1.1. A lo largo de los años se ha desarrollado instrumentos para la medición de las actitudes. Uno de los mas empleados son: Escalas de acuerdo: dentro de este grupo de escalas se destaca especialmente la denominada escala de likert, o tambien conocida como tipo likert (likert, 1932), que propone que la suma de una serie de respuestas a items diseñados para medir la misma actitud nos permite situar a una persona en el continuo medido.
4.1.1.1. Procedimientos directos: se basan en dos supuestos fundamentales: a. Se asume que las personas saben lo que les gusta y b. se asume que las personas están dispuestas a informar de dichas preferencias de forma sincera cuando se les pregunta sobre ellas.
4.1.2. Para evaluar la fuerza de las actitudes, se han propuesto varios indicadores clasificados como objetivos o subjetivos, entre los objetivos esta la accesibilidad, la persistencia o estabilidad a lo largo del tiempo, la resistencia al cambio y la predicción sobre el procesamiento de la información y la conducta, entre los subjetivos esta la ambivalencia subjetiva, la certeza, confianza o convicción con la que se mantienen las actitudes.
4.1.2.1. Procedimientos basados en latencias de respuesta: registran el tiempo que tarda una persona en responder a tareas de clasificación semántica que pueden consistir en : a. clasificar semánticamente una palabra como perteneciente a una determinada categoría, b. tomar una decisión sobre si una palabra tiene una connotación positiva o negativa, o si es reconocida como una palabra o no .
5. Guian el procesamiento de la información e influye sobre procesos psicológicos como la percepción o la memoria, de tal forma que, las personas buscan información acorde con sus actitudes y evitan información discordante.
5.1. Accesibilidad: se refiere al grado en que las actitudes se activan automáticamente o a la rapidez con que esas actitudes vienen a nuestra mente, la accesibilidad afecta al procesamiento de la información, a la forma de interpretar la realidad. La accesibilidad de una actitud se puede medir registrando la latencia de respuesta, es decir, el tiempo que tardan las personas en responder a una escala de actitud o, en su caso, a una tarea de evaluación automática.
5.1.1. Estabilidad: tiempo en que una actitud permanece intacta en la mente. Este indicador objetivo de fuerza se mide registrando una determinada actitud en distintos momentos, es decir, una actitud poco estable seria aquella que en un momento de medición es muy extrema y pasadas unas semanas se manifiesta en valores moderados, sin que haya existido una información contraactitudinal que explique ese cambio (cardaba, briñol, horcajo y petty, 2013)