“Diferenciar entre accidente de tránsito y accidente laboral”.
Mapa conceptual para la Actividad 4“Diferenciar entre accidente de tránsito y accidente laboral”, del curso COMPETENCIAS CIUDADANAS EN LA SEGURIDAD VIAL.
1. Accidente Laboral
1.1. Las acciones que deben adoptar las organizaciones para prevenir los diferentes riesgos de accidentes de trabajo requieren una supervisión activa del entorno de trabajo para su adecuación. Esto implica realizar y mantener registros e información sobre los problemas, incidentes y accidentes, para detectar dónde aplicar soluciones.
1.2. Los podemos representar en 7 tipos de riesgos de accidentes de trabajo:
1.2.1. 1. Riesgo eléctrico
1.2.1.1. 2. Riesgo químico
1.2.1.1.1. 3. Riesgo por maquinaria y equipos
1.2.1.1.2. El riesgo químico aparece cuando los trabajadores se exponen a cualquier sustancia química, líquida, sólida o gaseosa.
1.2.1.2. Muchos de ellos se generan por el uso inadecuado de cables de extensión. Es lo que se conoce como “conexión en cadena”, que se caracteriza por el uso de varios cables o regletas para tomar energía para muchos dispositivos, aparatos o máquinas.
1.2.1.2.1. La prevención del riesgo eléctrico implica adoptar hábitos de seguridad en el trabajo. Entre ellos:
1.2.1.2.2. Inspeccionar rutinariamente las instalaciones eléctricas en busca de conexiones inseguras, cables deteriorados, tomas eléctricas sin protección…
1.2.1.2.3. Contar con un sistema que permita documentar incidentes y accidentes para detectar instalaciones eléctricas no seguras.
1.2.1.2.4. Sustitución de las conexiones inseguras por otras que aporten seguridad en cuanto sean detectadas.
1.2.1.2.5. Utilizar Equipos de Protección Personal.
1.2.1.2.6. Aislar equipos eléctricos antes de trabajar en ellos.
2. Accidente de Transito
2.1. En el caso de los conductores de vehiculos y motociclistas, estas son las causas mas frecuentes en accidentes de transito:
2.1.1. 1. Conducir con exceso de velocidad
2.1.1.1. 2. Conducir bajo los efectos del alcohol
2.1.1.1.1. 3. No utilización del cinturón de seguridad
2.1.1.1.2. Además, el consumo de sustancias psicoactivas, como alcohol, cigarrillo y psicotrópicos de alto impacto, afecta el funcionamiento psicomotor, sensorial y la capacidad de tomar decisiones. Las personas bajo los efectos de estas sustancias presentan mayor pensamiento irracional, en que hacen atribuciones erróneas sobre las capacidades propias en la conducción, y no se distinguen los efectos de estas sustancias en el organismo, lo que puede producir un accidente de tránsito (Martínez & Alba, 2002; Bruce, 2005; López, 2004; Cendrero & Truyols, 2008).
2.1.1.2. La conducción a alta velocidad genera mayores probabilidades de accidentes de tránsito, razón por la cual es necesario adoptar política pública que aborde el control en los límites de velocidad en zonas residenciales, de congestión vehicular y autopistas, orientada a garantizar la seguridad de los peatones, al considerar sus capacidades y limitaciones físicas como eje central de la política y teniendo en cuenta las experiencias de movilidad internacional y el Plan Mundial para el Decenio de la Acción por la Seguridad Vial.
2.1.2. El comportamiento cotidiano influye en todos los aspectos de la vida de los actores viales. La sociedad valida la mayoría de los comportamientos de los ciudadanos, como la imprudencia en las calles por parte de los peatones y la desobediencia de las normas de tránsito específicas para este grupo de personas (Albán, 2005).
2.2. Dentro de las clases de accidentes de tránsito se encuentran las siguientes:
2.2.1. 1. Atropello, caracterizado por el encuentro de un vehículo con un peatón
2.2.1.1. 2. Caída, caracterizada por el descenso o desprendimiento de un pasajero del vehículo en el que se transporta;
2.2.1.1.1. 3. Colisión, es embestirse dos o más vehículos en movimiento
2.2.1.2. La conducción, entendida como sistema, consta de tres elementos básicos: el sujeto, el vehículo y la vía. El proceso de conducción cuenta con múltiples dimensiones: a) técnicas (vía y vehículo); b) jurídicas, que normalizan la circulación (reglamento o ley del tránsito), y c) humana (aptitudes y actitudes del conductor, formación profesional sistemática y maduración personal). En consecuencia, es prioridad comprender la incidencia que tiene el factor humano (conductor, peatón, pasajero y acompañante), como principal variable en el desencadenamiento de accidentes de tránsito, en razón a que la mayoría de estos son ocasionados, en algún momento, a causa de un error del hombre (Zajaczkowski, s. f.; Montoro, Alonso, Esteban & Toledo, 2000).
2.2.1.3. Estos errores bien pueden preceder al accidente, y se relacionan con el conocimiento e identificación, errores de procesamiento y toma de decisiones, o los que se presentan en la ejecución de la maniobra. Además, entre los errores de la conducción se tienen en cuenta los agentes directivos o las causas físicas y psíquicas, como la fatiga, la falta de energía, los problemas sensoriales, la falta de atención y las fallas en la memoria o lapsos (Sullman, Meadows & Pajo, 2002; Winter & Dodou, 2010), la agresividad y la competitividad.
2.2.1.4. Por último, se presentan los errores atribuidos a inhibidores de la prudencia, como la subestimación de la velocidad propia, la sobrestimación de la habilidad como conductor y pensar que la conducción es una tarea muy sencilla y poco peligrosa, entre otros. Por lo anterior, puede determinarse que los principales tipos de errores humanos en la conducción se establecen en función de los factores y procesos psicológicos básicos, que intervienen en la ejecución de esta actividad, ya que son estos procesos los que constituyen la base no solo del comportamiento normal en la conducción, sino también de la conducta errónea, peligrosa o inadecuada, que constituye el principal factor implicado en la accidentalidad en el tránsito (Pastor & Monteagudo, 1998, citado por Ledesma, Sanmartín & Chisvert, 2000).