El deporte como conducta depredadora
af Katy De La Paz
1. la clase ociosa no vive en la sociedad industrial-
1.1. la notoria puerilidad del temperamento deportivo se advierte en seguida, si fijamos nuestra atención en el elemento de la ilusión y engaño propio de toda actividad deportiva.
1.1.1. Esa propiedad la comparte el deporte con el juego infantil y con la gesta heroica, que tanto entusiasma al niño.
1.1.2. Naturalmente, las características del temperamento depredador pueden parecer deseables por razones que nada tienen que ver con la economía
2. la puesta en practica de talentos y capacidades financieros talentos que están al servicio de la utilidad y de la adquisición de riqueza
2.1. la forma de vida de la clase superior constituye una buena parte una herencia del pasado.
2.1.1. las condiciones de aquella vida barbara y arcaica se imponen tambien